Discurso del General de Ejército, Raúl Castro, en la Segunda Sesión Extraordinaria de la XI Legislatura de la ANPP

La nueva Constitución garantiza la continuidad de la Revolución y la irrevocabilidad del socialismo.

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Asamblea Nacional en sesión extraordinaria
(Foto: José Manuel Correa)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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10 Abril 2019

El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido, al proclamar la nueva Constitución, expresó que constituye un privilegio excepcional por tratarse de la segunda ocasión en que cumple esa responsabilidad.

«El 24 de febrero de 1976, hace 43 años, el Comandante en Jefe, antes de partir al exterior para cumplir un compromiso impostergable me encargó sustituirle en el acto de Proclamación », evocó.

La fecha escogida, aseguró, no es casual. Hace 150 años los mambises, reunidos en Asamblea Constituyente, acordaron nuestra primera Constitución revolucionaria.

Aquel texto, recordó, se proyectaba por la unidad, libertad, independencia y reconocimiento de la igualdad entre todos los cubanos.

Esta Constitución es continuidad de aquella, dijo Raúl, porque salvaguarda la unidad de todos los cubanos y la independencia y soberaní­a de la Patria.

A Guáimaro, rememoró, le siguieron las Constituciones de Jimaguayú y La Yaya, como continuación del mismo proceso.

Por tanto, no es ocioso, a su juicio, recordar que, a pesar de las luchas de los mambises, no se logró la libertad anhelada y la victoria fue arrebatada por la intervención norteamericana.

Siguiendo el curso de la historia, señaló como, en medio de la intervención militar norteamericana, se aprueba la Constitución de 1901 y se puso como apéndice La Enmienda Platt.

Con posterioridad, prosiguió, la Constitución de 1940 consigue reflejar parte de los anhelos de aquellos tiempos; y la coyuntura en que se realiza el proceso constituyente influyeron en que se aprobara un texto de avanzada para la época, que se oponí­a a la discriminación y prohibí­a el latifundismo.

Sin embargo, muchos postulados quedaron en letra muerta por no tener un desarrollo legislativo posterior y porque era imposible su realización en aquellas condiciones.

Su vigencia, continuó Raúl, fue interrumpida por el Golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952, y la instauración de unos estatutos espurios, acto que fue catalizador del movimiento revolucionario, cuyos ideales se sintetizan en la Historia me Absolverá, alegato pronunciado por el Comandante en Jefe, tras los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

El Triunfo de la Revolución, al decir del General de Ejército, rescató los postulados del 40, los cuales fueron atemperados a las nuevas condiciones, mediante la promulgación, el 7 de febrero de 1959, de la Ley Fundamental.

La Revolución, subrayó, fue fuente de derecho, fue ella la que le dio tierra a los campesinos, la que puso la salud pública al servicio de los ciudadanos, la que propició la igualdad de los cubanos, la que nacionalizó.

Recordó que en el informe al Primer Congreso del PCC, el Comandante señaló, que era preciso una Constitución socialista en correspondencia con las caracterí­sticas de la sociedad, una que refleje las leyes generales de la sociedad que construimos, las profundas transformaciones de la Revolución y los logros conquistados, que consolide lo que somos hoy y ayude a alcanzar lo que queremos ser mañana.

Hasta 1976, sentenció Raúl, se mantuvo el periodo de provisionalidad y con la nueva Ley de Leyes se reafirmó el carácter socialista de la Revolución, e instituyó los derechos conquistados por el pueblo.

En su intervención, comentó que la caí­da del Campo Socialista y las nuevas condiciones del Periodo Especial conllevaron a una reforma parcial en 1992, referida, en lo fundamental, a modificaciones en el sistema económico. Además, se introdujo la elección directa por el pueblo de los diputados y delegados provinciales y se amplió la libertad religiosa.

Igualmente fue trascendental la reforma del 2002, cuando Estados Unidos incrementaba las agresiones a Cuba, y que con el respaldo del pueblo se consignó el carácter irrevocable del socialismo.

Los Lineamientos y los acuerdos emanados de la Primera Conferencia Nacional del Partido trajeron la necesidad de introducir modificaciones en el orden constitucional, y en el 2013 se creó un grupo de trabajo con ese objetivo.

De acuerdo con las palabras de Raúl, el Séptimo Congreso del Partido aprobó documentos que también demandaban un reflejo en el orden constitucional por lo que más que una reforma, se requerí­a de una nueva Constitución que profundizara en los principios de la estructura del Estado, los derechos y garantí­as de los ciudadanos y en otras cuestiones de importancia, pensando no solo en el hoy sino en el futuro de la Patria.

Recordó que el 2 de junio se aprobó el proceso de Reforma Constitucional y se creó la Comisión redactora, integrada por 33 miembros, cuya labor, durante todo el proceso, destacó.

Raúl también evocó la aprobación del Proyecto por los diputados, el cual fue llevado a consulta popular, donde cerca de 9 millones de cubanos participaron en más 133 mil reuniones.

No fue, puntualizó, una mera asistencia, sino que con responsabilidad y libertad todos expusieron sus criterios, en un debate que elevó la cultura jurí­dica de la población. Con su participación el pueblo se convirtió en el verdadero constituyente y hubo variaciones en casi el 60% del articulado del Proyecto.

Al decir de Raúl, fue encomiable el trabajo del Grupo de Procesamiento de la Información.

También habló de la victoria del Referendo. Es significativo que la mayorí­a de los cubanos que ejercieron el voto corresponden a generaciones que nacieron después del triunfo, lo que refleja el respaldo. Solo el 9% votó en contra, y no en todos los casos ello significa un rechazo al contenido general, sino a criterios contrarios sobre temas especí­ficos.

Cuba demostró que desde mecanismos democráticos es posible afianzar su sistema en momentos de una escalada en la agresividad del imperialismo, sentenció.

La nueva Constitución, dijo, garantiza la continuidad de la Revolución y la irrevocabilidad del Socialismo, sintetiza los ideales de quienes han luchado por una Cuba soberna e independiente. Esta Ley de Leyes es hija de su tiempo, refleja las circunstancias históricas actuales y tutela jurí­dicamente los cambios, para alcanzar un socialismo próspero, inclusivo y participativo, y se institucionaliza el Estado, del cual se demanda un actuar transparente. Y si algo lo distingue es el respeto a la dignidad de hombres y mujeres.

Legado para las nuevas generaciones de cubanos

Foto:  José Manuel Correa

Raúl dijo que la nueva Carta Magna es fruto del trabajo mancomunado de los que tuvieron el privilegio de acompañar a Fidel en la lucha revolucionaria, y los pinos nuevos que paulatinamente vienen asumiendo las principales responsabilidades de la nación.

Esta Constitución deviene legado para las nuevas generaciones de cubanos, no basta con proclamarla, subrayó, es necesario hacer efectivos sus preceptos y en ese empeño corresponderá a esta asamblea una intensa actividad legislativa para cumplir normas previstas en las disposiciones transitorias de la Constitución, tarea ya encomendada a varios grupos de trabajo.

Anunció que en el dí­a de hoy, una vez concluido el acto de proclamación, será publicado en la

Gaceta Oficial de la República el texto í­ntegro de la Carta Magna, a partir de lo cual entrará en vigor.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido, expresó que entre las tareas inmediatas que por mandato constitucional deben acometer está la aprobación de una nueva Ley Electoral, en cuyo proyecto se labora a fin de presentarla a la aprobación de la Asamblea Nacional en su próxima sesión ordinaria.

Detalló que una vez en vigor la citada norma jurí­dica el Parlamento elegirá el Consejo Electoral Nacional, y de conformidad con las disposiciones transitorias de la Constitución, antes de los tres meses siguientes, la propia asamblea elegirá a su presidente, vicepresidente y secretario, a los demás miembros del Consejo de Estado y al Presidente y Primer Vicepresidente de la República.

Igualmente ya elegido, y antes de los tres meses, el Presidente de la República presentará a la aprobación de la ANPP el nuevo gobierno, dijo.

Es decir, puntualizó, este Parlamento designará al primer ministro, a los viceprimeros ministros, al secretario y demás miembros del Consejo de Ministros.

Expuso que se trabajará para que todas esas acciones se materialicen antes de concluir el presente año, en tanto a inicios del 2020 corresponderá la elección de los gobernadores y vicegobernadores provinciales, así­ como la designación, por las asambleas municipales, de los intendentes.

Como era de esperar, dijo, los enemigos históricos de la Revolución han pretendido cuestionar la legitimidad de este amplio ejercicio constitucional. No obstante, todas las infamias se desvanecen frente al hecho irrefutable y masivo de nuestro noble pueblo en su concurrencia a las urnas durante el Referendo.

EE. UU. plantea la amenaza más perentoria de las últimas cinco décadas a la paz

Raúl subrayó que se ha venido alertando sobre la conducta agresiva que el gobierno estadounidense ha desatado contra América Latina y el Caribe, y lo hace en nombre de la doctrina Monroe, con un arrogante desprecio macartista hacia el socialismo, la libre determinación de los pueblos y los derechos soberanos de los paí­ses de la región.

Recordó que el 26 de julio del 2018, al conmemorarse el aniversario 65 del Moncada, y el Primero de enero del presente año, al celebrarse el aniversario 60 de la Revolución, advirtió acerca del escenario adverso que se habí­a conformado y el resurgir de la euforia y el apuro de nuestros enemigos por destruir el ejemplo de Cuba.

En ambas ocasiones señalé la convicción de que se estrechaba el cerco del imperio en torno a Venezuela, Nicaragua y Cuba. Los hechos lo han confirmado, sentenció.  
La región que Martí­ llamó nuestra América habí­a logrado en tiempos recientes afianzar la independencia regional, en un clima de paz y armoní­a entre sus estados miembros, destacó.

Agregó que con el precepto de alcanzar la unidad dentro de la diversidad se avanzó sostenidamente hacia la integración, la complementariedad y el concierto entre todos, para solucionar los problemas económicos y sociales de nuestros pueblos.

Entre otras acciones mencionó la declaración de la América Latina y el Caribe como zona de paz y el progreso en el propósito de alcanzar una relación más respetuosa con los vecinos del norte.

Sin embargo, subrayó, el escenario de hoy es otro, en tanto el actual gobierno de los Estados Unidos y su ambición hegemónica hacia la región plantean la amenaza más perentoria de las últimas cinco décadas a la paz, la seguridad y el bienestar de Latinoamérica y el Caribe.

En pos de los objetivos de dominación, el imperio orquestó golpes de Estado, en un caso militar y en otro de corte parlamentario, para deponer del poder a presidentes progresistas, y en evitación del ascenso de lí­deres de izquierda, se impidió su participación en elecciones mediante campañas mediáticas y oscuras causas   judiciales, señaló.

Precisamente, el pasado domingo se cumplió un año del injusto encarcelamiento de Luis Ignacio Lula da Silva, cuya libertad demandamos, resaltó Raúl.

Lamentó que existan gobiernos y fuerzas polí­ticas que de modo irresponsable acompañan al imperio en esta belicosa escalada.

El pueblo y gobierno venezolanos están escribiendo páginas admirables de resistencia

Se refirió al asedio incesante contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, con el uso de métodos de guerra no convencional y asfixia económica, y aunque es el principal foco de agresión la amenaza nos concierne a todos.

El gobierno venezolano y el pueblo chavista están escribiendo páginas admirables de resistencia, recalcó, al tiempo que planteó que en suelo bolivariano se define hoy si es verdad que las naciones de la región tienen derecho a la libre determinación, si el poder soberano descansa en el pueblo o en un gobernante extranjero, si las normas y principios por los que se   rige la Organización de Naciones Unidas tienen valor real o son letra muerta, si los pueblos de la región permanecerán pasivos ante el arrebato de poder o responderán en repudio al crimen.

A continuación ratificó, «desde este parlamento la firme solidaridad de apoyo a la Revolución bolivariana y chavista, al presidente Nicolás Maduro Moros y a la Unión Cí­vico Militar de su pueblo ».

Asimismo tuvo palabras de reconocimiento para los más de 20 mil colaboradores cubanos, el 61 % de ellos mujeres, que se encuentran cumpliendo misión en Venezuela;   «por su compromiso y consagración en la noble y profundamente humanitaria tarea que realizan al servicio de las familias de esa hermana nación », lo cual fue acompañado de aplausos.

No renunciaremos a ninguno de nuestros principios

El Primer Secretario del Partido reflexionó que el tono de los gobernantes de los Estados Unidos es cada vez más amenazador al tiempo que dan pasos progresivos para deteriorar las relaciones bilaterales. Se culpa a Cuba de todos los males, usando la mentira en el peor estilo de la propaganda hitleriana, expresó.

No obstante, ratificó que jamás abandonaremos el deber de actuar en solidaridad con Venezuela, ni renunciaremos a ninguno de nuestros principios y rechazaremos enérgicamente toda fuerza y chantaje.

Dijo que el incremento de la guerra económica con el fortalecimiento del bloqueo y la continua aplicación de la Ley Helms Burton persiguen el viejo anhelo de derrocar a la Revolución cubana por medio de la asfixia y la penuria, «lo cual ya fracasó y volverá a fracasar ».

Hemos hecho saber a la administración norteamericana, con claridad, firmeza y serenidad, por canales diplomáticos directos y públicamente, que Cuba no teme a las amenazas, y que nuestra vocación de paz y de entendimiento está acompañada de la inconmovible determinación y el derecho soberano de los cubanos a defender el futuro de la nación sin interferencia extranjera.

Resaltó que el socialismo, sistema que denigra el gobierno de los EE. UU., lo defenderemos porque creemos en la justicia social, en el desarrollo equilibrado y sostenible, con una justa distribución de las riquezas; al tiempo que destacó que practicamos la solidaridad y rechazamos el egoí­smo.

Compartimos no lo que nos sobra sino incluso lo que nos falta, enfatizó Raúl.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido subrayó que repudiamos cualquier forma de discriminación social y combatimos el crimen organizado, el terrorismo, el narcotráfico, la trata de personas y todo tipo de esclavitud, mientras que defendemos los derechos humanos de todos los ciudadanos, creemos en la democracia del pueblo y no en el poder polí­tico y antidemocrático del capital, porque buscamos promover la prosperidad de la patria en armoní­a con la naturaleza y el medio ambiente.

Estamos convencidos de que un mundo mejor es posible, acentuó.

Esperamos que la comunidad internacional responda con conciencia y sentido del deber ante tan peligrosa experiencia, y a que no haya que lamentar cuando sea demasiado tarde, apuntó.

Sí­ se pudo, sí­ se puede y siempre se podrá resistir, luchar y alcanzar la victoria

Frente al turbulento escenario conformado hemos definido como prioridades insoslayables la preparación del paí­s para la defensa y el desarrollo de la economí­a nacional, ambas direcciones con igual importancia, informó.

En ese sentido, planteó que desde hace meses se acometen medidas en interés de reforzar la capacidad y disposición combativa de las FAR y todo el sistema defensivo del paí­s, bajo la concepción estratégica de la guerra de todo el pueblo, como refrenda la Constitución de la República que acabamos de proclamar.

Al propio tiempo habló de decisiones para programas de desarrollo, y llamó a estar alertas y conscientes de que enfrentamos dificultades adicionales y que la situación pudiera agravarse en los próximos meses, aunque no se trata de regresar a la fase del periodo especial de la década de los años 90 del siglo pasado, porque hoy es otro el panorama en cuanto a la diversificación de la economí­a.

Pero tenemos que prepararnos siempre para la peor variante, acotó.

Por ello expresó que es preciso redoblar esfuerzos por incrementar las producciones nacionales, en particular la de alimentos, revisar todos los gastos para suprimir los no imprescindibles, elevar la eficiencia en el uso de los portadores energéticos, especialmente los combustibles; lo que incluye acabar con el robo existente y asumir el ahorro como firme lí­nea de conducta de los dirigentes, desde la nación hasta la base, y los compatriotas en general.

En 60 años frente a las agresiones y amenazas, los cubanos hemos demostrado férrea voluntad para resistir y vencer las más difí­ciles circunstancias, y a pesar de su inmenso poder, el imperialismo no posee la capacidad de quebrar la dignidad de un pueblo unido, orgulloso de su historia y libertad, conquistadas a fuerza de tanto sacrificio, resaltó.

Cuba ha demostrado que sí­ se pudo, sí­ se puede y siempre se podrá resistir, luchar y alcanzar la victoria, no existe otra alternativa, concluyó su intervención, a la que siguieron sostenidos aplausos de diputados e invitados, puestos de pie.

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