A cada movimiento de un pincel se erigía una trinchera. La gráfica deviene poderosa arma bienhechora para las causas justas. Por ello, 11 caricaturistas y dos estudiantes del Taller de Humorismo de la Casa de Cultura Juan Marinello, dejan su impronta en Santa Clara. Se trata
de un Mural por la paz y contra el terrorismo, ubicado en la Carretera Central, en las cercanías de la Terminal de í“mnibus Intermunicipal.
Obra de Lacoste. (Fotos: Ramón Barreras Valdés)
Desde este martes comenzó la faena y ya en la tarde del miércoles se avanzaba en el retoque y los fondos de las obras. No ha sido tarea fácil, porque el sol arrecia con una fuerza increíble en estos días. Pero los reconocidos caricaturistas de diferentes publicaciones y provincias del país reunidos en la capital villaclareña, junto al colectivo de Melaíto, seguían dejando la huella de su arte, cada uno con su estilo propio, ya sea un tanto abstracto o costumbrista.
El cienfueguero íngel Fernández (índez) dibujante de La Picúa, se afanaba esta tarde en pintar un mambí que desde el 2009 lo distingue. En el hombro llevaba posada una paloma blanca. Al fondo, las verdes palmas cubanas.
«Utilizo su figura como parte del proceso identitario cubano, por lo que representa para nosotros. Me pareció bien emplearlo en esta oportunidad porque es un símbolo de cubanía, de las luchas por la independencia », señala.
«Melaíto es una escuela. Incluso, cuando era estudiante de la Academia de Artes Plásticas me acerqué a este colectivo siendo muy joven y Pedro siempre me recibió con las puertas abiertas. Son grandes amigos y me han enseñado lo que representa este oficio, desde lo técnico también ».
Javier Cubero (Javier)íngel Fernández (índez)
Mientras, Javier Cubero daba los últimos toques a su caricatura. Mostraba a un soldado en la guerra con una paloma en la punta del arma. Por otra parte, Enrique Lacoste disfrutaba de su trabajo finalizado. La originalidad al servicio de una causa justa y los colores empleados provocaba que los transeúntes detuvieran su paso para analizar aquellas manos entrelazadas que forman el cuerpo del símbolo de la paz.
Hacía algunos años que Lacoste no venía a Villa Clara. Había dibujado en el mural anterior que se encontraba en el mismo sitio, el cual reunía, como este, a grandes caricaturistas del país.
«Teniendo en cuenta el contexto actual y el vínculo Estados Unidos-Cuba, se me ocurrió pintar estas dos manos saludándose », explica Lacoste.
«La izquierda tiene el color rojo y la derecha el azul, porque son los que identifican en los mapas militares a nuestras tropas y al enemigo », argumenta. «Quise simbolizar esa nueva negociación, por la coexistencia pacífica entre las dos naciones. No obstante, puedes ver que la paloma que se forma tiene el ceño fruncido, porque no está confiada del todo. Me siento muy satisfecho, porque todos los que pasan por aquí se detienen a mirarla y elogiarla ».
Adam Iglesias (Adán), actual director del suplemento Dedeté también había concluido la suya. Refiere que «aunque vivimos en un país con mucha calma, cuando vemos la televisión nos percatamos de lo preocupante que es del contexto internacional.
«Siempre que me convoquen voy a seguir pintando sobre la paz. Yo traté de buscar un símil gráfico como lo es la extracción de una muela mala, que en este caso es una bala, para tocar el tema. La caricatura ayuda mucho. Cuando subimos las fotos de este mural en las redes sociales, surgieron comentarios de muchísimos países. En ese momento te percatas de la influencia que tiene lo que estás haciendo para contribuir desde el arte a esta causa ».
Pedro Méndez también se mantuvo a pie de obra junto al colectivo de Melaíto y los caricaturistas invitados.
A la obra también se sumaron Ramsés Morales (Ramsés), Ramiro Zardoya (Zardoyas), Osvaldo Gutiérrez (Osval), además de Martirena, Linares, Roland y Pedro, anfitriones de este encuentro.
El espacio de Gerardo Hérnandez Nordelo está reservado, a la espera de la visita prometida del Héroe de la República de Cuba, momento que será significativo y esperado por los villaclareños.