Bloqueo contra Cuba: Artificios absurdos y tajantes derrotas

Cuba espera una contundente victoria en Naciones Unidas. Una vez más, el bloqueo que Estados Unidos 

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Ilustración de Linares
(Ilustración: Linares)
Claudia Yera Jaime
Claudia Yera Jaime
1969
31 Octubre 2018

Supuestamente ingeniosos como pocos, con una capacidad de inventiva única y dosis extra de imaginación, quienes sustentan el liderazgo y la polí­tica exterior en la Casa Blanca, deberí­an ser premiados por la irrisoria versatilidad de sus actuaciones.

Claro, que intentar poner frenos al desarrollo de una Isla, bloquearla y considerarla «la madre de todo mal », no les ha de ser muy fácil.

En una gráfica del tiempo parecen sumar créditos absurdos. El 29 de septiembre de 2017, Rex Tillerson, secretario de Estado norteamericano, se propuso quedar en la historia como «un hombre de oí­dos sensibles », tanto así­, que ordenó la retirada del personal diplomático estadounidense en La Habana, ví­ctimas de «terribles ataques sónicos ».

Como si esto fuera poco, apenas una semana después, los diplomáticos de oí­do afortunado que quedaron en tierras cubanas, hicieron público que aquellos que deseen visitar a familiares, hacer turismo o negocios solo podrán hacerlo mediante consulados de terceros paí­ses.

¿El porqué de estas acciones?, muy sencillo, se aproximaban las históricas votaciones en la Organización de Naciones Unidas, para poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba. Pero su sarta de artimañas no rindió frutos y 191 de los 193 Estados miembro del foro internacional plasmaron su negativa al bloqueo.

Para el año en curso otras han sido sus ardides. Este 22 de octubre, Nikki Haley, antigua embajadora estadounidense en la ONU, nos acusó en su cuenta de Twitter, de organizar la caravana migrante que avanzaba desde América Central y a través de territorio mexicano hacia su paí­s.

Mientras que el Secretario de Defensa de Trump, Jim Mattis, declaró que «el modelo cubano no funciona para nadie, ni siquiera para los cubanos » y que el liderazgo de la nación caribeña lo considera «triste y obstinado ».

Mas, lo que ha puesto a borbotones la crí­tica internacional ha sido el conjunto de ocho enmiendas a la Resolución condenatoria del bloqueo. Modificaciones, según la Misión Permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, altamente constructivas y prioritarias.

Tan «preocupados » y al «tanto de las necesidades » de quienes habitan en su «fruta madura », consideran que en Cuba «la enorme falta de acceso a la información y libertad de expresión, la completa inexistencia de la independencia judicial y los arrestos y detenciones arbitrarios están menoscabando los esfuerzos colectivos por implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, destinados a promover sociedades pací­ficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir a todos los niveles instituciones eficaces e inclusivas que rindan cuentas ». Los invitaremos entonces a informarse sobre nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular y lo público e inclusivo de nuestros medios de comunicación.

También han puesto catalejo en la supuesta ausencia de féminas en el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y los altos mandos militares. Benditas sean Inés Marí­a Chapman Waugh, miembro del Comité Central del Partido y Presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos; y Gladys Marí­a Bejerano Portela, Contralora General de la República. Ambas, vicepresidentas del Consejo de Estado,  demuestran la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Cuba, se crece, ¿acaso no lo ven?

Además, en sus nuevos párrafos adyacentes, exhortan a nuestros dirigentes a otorgar plenos derechos y libertades civiles, polí­ticos y económicos reconocidos internacionalmente y a crear y mantener, «en la ley y en la práctica, un entorno seguro y propicio para una sociedad civil independiente, diversa y pluralista ».

Por favor, léanse el Proyecto de Constitución de la República que sometemos a consulta popular. Noten que el sistema económico que se refleja mantiene como principios esenciales la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales.

Que, a tono con los tiempos modernos, se reconocen el papel del mercado y de nuevas formas de propiedad no estatal, incluida la privada. Y el derecho de igualdad se enriquece con la no discriminación por género, orientación sexual, origen étnico y discapacidad.

Además «establece la posibilidad de que las personaspuedan acudir a los tribunales para reclamar la restitución de sus derechos o la reparación o indemnización por los daños o perjuicios generados por la acción u omisión de los órganos, directivos, funcionarios o empleados del Estado, en el ejercicio indebido de sus funciones ».

Entonces, embajadores, diplomáticos y polí­ticos norteamericanos, ¿de qué privación de derechos se atreven a hablar? ¿A quién creen que convencen al acusarnos de atentar contra los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030? Sus tristes artificios no tienen cabida, esperen sin dudas, otra contundente derrota en las Naciones Unidas.

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