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Leslie Díaz Monserrat
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17 Octubre 2016
17 Octubre 2016
hace 7 años
Chariteé de La Caridad Peñalver Moré estaba en la multitud de jóvenes que hoy exigieron el fin del bloqueo en la Facultad de Eléctrica de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.
Ella leyó la proclama de la FEU y solo más tarde contó que sufrió esta medida injusta en carne propia. Hace un tiempo estuvo ingresada en La Habana. Necesitaba un medicamento para la piel muy específico que el país no podía comprar. Desde Francia, le llegó el elixir salvador, ese que le hace decir con tranquilidad mientras se toca los brazos: «No hubieras querido verme, ahora estoy mejor ».
Estas son las historias que hacen que un grupo de jóvenes que nacieron y crecieron con el bloqueo lo repudien por ser una política cruel.
Por eso, en la proclama que redactaron como miembros de la Federación Estudiantil Universitaria rechazaron al bloqueo y lo consideraron inadecuado en el nuevo contexto, tras el restablecimiento de las relaciones de Cuba con los Estados Unidos.
Además, los estudiantes recordaron que en 54 años, los prejuicios económicos superan los 125 873 millones de dólares, aunque las pérdidas más dolorosas son las que se viven al interior de la familia, cuando otras jóvenes como Chariteé se ven privadas de una medicina y se convierten en víctimas de una política que se erige sobre el sufrimiento humano.