Tomado de la edición digital del periódico Granma
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21 Mayo 2015

Washington. En el 1301 de la Pennsylvania Avenue, a cinco cuadras del Capitolio de Washington y a unos metros de la Casa Blanca, están las oficinas de Engage Cuba, una coalición que busca montarse en la ola de los anuncios del 17 de diciembre para acabar de romper el bloqueo estadounidense contra nuestro paí­s.

Coalición Engage Cuba.Las oficinas de Engage Cuba en Washington están ubicadas a pocas cuadras del Capitolio y a escasos metros de la Casa Blanca. (Foto: Ismael Francisco)

Con las alfombras recién estrenadas y aún sin libros en los armarios, nos recibió James William, su joven presidente, acompañado por el asesor jefe, Luke Albee, un veterano en los pasillos del Congreso que tiene una relación de larga data con Cuba.

«Las cosas se están moviendo muy rápido », coincidieron. Nuestro encuentro se dio pocas horas antes del inicio en el Departamento de Estado de la tercera ronda de conversaciones para el restablecimiento de relaciones y la apertura de embajadas.

El lanzamiento oficial de la coalición está previsto para el 16 de junio, pero no hay tiempo que perder y lo saben.

Engage Cuba contacta desde hace semanas con lí­deres empresariales, organizaciones no gubernamentales, polí­ticos influyentes y todo aquel que pueda mover fuerzas a favor del acercamiento entre La Habana y Washington en el Capitolio.

«Lo hacemos a la manera antigua. Estamos identificando miembros, estamos dándoles información, estamos promoviendo los viajes a Cuba y vamos a ir construyendo esto paso a paso », nos relató Albee.

El influyente periódico Wall Street Journal les dedicó un artí­culo a mediados del mes pasado y destacó que ya han obtenido el compromiso financiero de actores de peso como el Consejo Nacional de Comercio Exterior, que representa las mayores corporaciones y lobbies para la expansión de los negocios internacionales.

Nuestro objetivo es crear una «organización sombrilla », que reúna a personas de diversos sectores, que tienen diferentes criterios y perspectivas, pero coinciden en que el camino abierto por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro es el correcto, apuntó Williams.

El presidente de Engage Cuba acumuló experiencia de cabildeo y asesorí­a polí­tica en instituciones como el Grupo Bonner y la fundación German Marshall.

Su interés por este proyecto nació del contacto directo con la Isla, según nos contó. «Hay una magia que atrae hacia Cuba que es difí­cil de definir ».

A pesar de que muchos analistas coinciden en que los «peces grandes » de la economí­a estadounidense nunca han estado verdaderamente interesados en un mercado de apenas 11 millones de habitantes, lo cual justificarí­a la permanencia del bloqueo más allá de las consideraciones polí­ticas, Williams cree que el movimiento sí­smico del 17 de diciembre puede haber cambiado las cosas.

«Hasta ahora no hemos encontrado una sola compañí­a que no esté interesada de alguna manera », dijo.

El asesor principal de Engage Cuba, por su parte, nos mostró su confianza en que cada vez más corporaciones y actores polí­ticos se sumarán al rechazo de las limitaciones a los viajes y los negocios, una polí­tica que el pueblo estadounidense considera fallida. «Tenemos el viento a nuestro favor ».

Para lograr sus objetivos, esta coalición ha reunido a algunos experimentados operadores polí­ticos de ambos partidos con fuertes lazos en el liderazgo legislativo y los intereses de las grandes corporaciones.

James Williams, presidente de la coalición Engage Cuba.El presidente de Engage Cuba, James Williams, y su asesor principal, Luke Albee. (Foto: Ismael Francisco)

En cuanto a su afiliación polí­tica, son más demócratas que republicanos los que aprueban el deshielo de las relaciones, nos confesó Albee, quien es demócrata.

Sin embargo, nos recordó que en el terreno conservador todaví­a hay un gran espacio para trabajar, pues muchos intereses comerciales de ese partido no están a favor de la polí­tica de aislamiento.

«Nosotros creemos que el Congreso de Estados Unidos es una institución muy disfuncional, no solo en la polí­tica hacia Cuba sino en absolutamente todo », nos confesó este asesor polí­tico que pasó cerca de 27 años trabajando en los hemiciclos del Capitolio.

Sin embargo, en el caso de Cuba se rompe la práctica reciente de que los republicanos se oponen a cualquier cosa que haga Obama, dijo.

El asesor principal de Engage Cuba trabajó como colaborador del senador Patrick Leahy, un fuerte defensor del cambio de polí­tica hacia Cuba, y estuvo en el Latino Americano en el histórico enfrentamiento con los Orioles de Baltimore.

En aquella oportunidad sostuvo un encuentro con Fidel que se prolongó cerca de seis horas y marcó su interés por el conflicto que transita por el Estrecho de la Florida.

Ahora ha decidido que la naciente coalición es la mejor manera de volcar sus energí­as por un tema que evidentemente lo apasiona.

Sin embargo, no son pocos los prejuicios que aún quedan por romper.

A falta de una cobertura noticiosa honesta por parte de los grandes medios, un buen paseo por el Malecón y el contacto directo con el pueblo cubano pueden ser la solución para muchos estadounidenses que tienen su visión sobre Cuba anclada en la Guerra Frí­a.

«Por eso levantar la prohibición sobre los viajes es tan importante », apuntó Williams.

Pero también en nuestro lado del Estrecho de la Florida, tras medio siglo de agresiones y falta de confianza, aparecen dudas lógicas sobre los intereses de fondo de organizaciones como Engage Cuba.

Nosotros no estamos en el negocio del cambio de régimen. Nuestro nombre es «Engage (Involucrarse con) Cuba » no «Change (cambiar) Cuba », concluyó Albee. (Sergio Alejandro Gómez, enviado especial)

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