Los cuatro bambinazos de Moa en un juego

El próximo martes 10 de diciembre se cumplirán diez años del dí­a en que Leonel Moa se convirtió en el primer pelotero en conectar cuatro jonrones en un juego.

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Osvaldo Rojas Garay
Osvaldo Rojas Garay
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08 Diciembre 2019
Leonel Moa primero que disparó cuatro jonrones en un juego, hazaña de la que se cumplen 30 años. (Foto: Archivo de Granma)

Aquel domingo 10 de diciembre de 1989 –se cumplirán el próximo martes 30 años- cuando salió dispuesto a enfrentar al equipo de Granma en el estadio «Mártires de Barbados » lejos estaba de imaginar el inicialista Mario Leonel Moa Jals que iba camino a convertirse en el primer hombre en la historia de las series nacionales de béisbol en sacar cuatro pelotas del parque en un mismo desafí­o.

«Yo le habí­a comentado al granmense Pablo Bejerano que el dí­a no me parecí­a bueno para jugar béisbol porque estaba muy nublado y yo era de los que preferí­an jugar con el sol afuera o por la noche »,   me confesó años después   el destacado toletero nacido el 22 de julio de 1962.

En su primera visita al cajón de bateo Moa empuñó contra el derecho Idalberto Castillo en el segundo inning y la botó por el jardí­n central con un compañero en circulación para darle ventaja mí­nima a Camagí¼ey, 2 carreras a 1.

Después, en el quinto le hizo la gracia al difunto Maudelángel Mendoza con dos en bases, entrada en la cual los agramontinos volvieron a remontar el marcador y tomaron la delantera, 7 a 6.

Dos capí­tulos más tarde, en el séptimo, disparó su tercer batazo de cuatro esquinas de la tarde frente a Ernesto Guevara Ramos, con la casa vací­a. Era la ocasión número 57 en que esto ocurrí­a, el propio Leonel Moa habí­a ingresado en la lista hací­a casi un año, el 22 de diciembre de 1988 contra los serpentineros de Ciego de ívila.

Toda la atención quedó centrada sobre su figura cuando volvió a incursionar en el cajón de bateo en el noveno. Cuarenta y dos jugadores habí­an estado en esa situación desde que el 28 de enero de 1968 el desaparecido Raúl Reyes le largó tres pelotas para la calle a los lanzadores de Azucareros en el «Latinoamericano ». Incluso, dos rompecercas excepcionales como Antonio Muñoz y Orestes Kindelán habí­an quedado en cuatro oportunidades a punto de registrar la hazaña.

«Pensé que Guevara Ramos me iba a lanzar pegado, no para darme un pelotazo, porque yo con los jugadores de Granma tení­a muy buenas relaciones, pero sí­ para tratar de dominarme. «Asimismo fue, me tiró pegado y luego una recta afuera. Me preparé para el siguiente enví­o, una curva lateral de las que a mí­ me hací­an daño; sin embargo, le golpeé el lanzamiento y la pelota se fue por el jardí­n izquierdo con un compañero en las almohadillas.

«Desde que le pegué supe que se iba. Fue una de las pocas veces que me quedé parado para contemplar un cuadrangular. No acostumbraba a hacer eso por respeto a los lanzadores rivales, pero era una ocasión muy especial », puntualizó Moa.

Pese a su proeza Leonel no pudo evitar la derrota de su equipo, cuyo pitcheo aceptó cinco carreras en el cierre del noveno, para quedar al campo los tinajoneros, 11 a 12.

Lo curioso es que pasados seis años, el domingo 17 de diciembre de 1995, Leonel Moa vio con sus propios ojos como el matancero Alberto Dí­az igualaba la hazaña, al disparar cuatro bambinazos a costa de los monticulistas agramontinos en el estadio «Mario Martí­nez Arará », en el municipio de Colón.

Las tres primeras conexiones se las acreditó ante Fernando Tejeda, una de ellas en el cuarto con las colchonetas repletas y la que le sirvió para empatar el récord la logró en el séptimo frente a Neury Fernández. En total empujó 10 carreras, siendo el máximo protagonista del éxito de los yumurinos, 13 a 12.

El 8 de abril de 1997, en la II Copa Revolución, Omar Linares -uno de los señalados por Moa como candidato a empatar su primací­a-, también se apuntó cuatro estacazos de vuelta completa para convertirse en el tercero y último al escribir estas lí­neas en disparar similar cantidad de vuelacercas en un desafí­o.

Linares no tuvo piedad aquel dí­a con los tiradores villaclareños y deleitó a sus seguidores en el «Capitán San Luis » con sus cuatriesquinazos. Jorge Pérez, el guantanamero Alexis Riera –refuerzo- y Jorge Martí­nez Gerardo, este con dos, resultaron las ví­ctimas del miembro del Salón de la Fama del béisbol cubano.

El gran Omar cerró su expediente beisbolero con 404 jonrones en los torneos nacionales, Leonel Moa con 272 en 15 temporadas, en cambio Alberto Dí­az, pese haber conseguido empatar el extraordinario record no conectó tantos jonrones como tal vez muchos piensen, pues en 16 campañas bateó 67.

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