Las contingencias sanitarias impiden que este año se comparta el mensaje de aliento en celebraciones masivas por el Día Internacional de la Mujer, pero no por diferente abandonará la ternura, el amor, la consagración y el reconocimiento a la entrega que las villaclareñas han emprendido en esta prueba de fuego.
Y qué clase de fuego en un período difícil y complejo que ratifica Mayelín Díaz Rodríguez, la representante de las féminas en el territorio. Por ello, nada mejor ante un panorama de riesgo que cumplir con todos los protocolos e insistir en ellos, desde el propio cuidado individual, el de la familia y la comunidad, a fin de preservar lo más preciado de este mundo.
Es el mejor regalo reclamado para este 8 de Marzo, en el que se reconoce, de manera simbólica, toda la entrega de las amas de casa, las acciones de las estudiantes de Medicina que han vencido riesgos y peligros para asumir la pesquisa cotidiana, el desempeño de las doctoras, enfermeras, personal de Salud en las zonas rojas, y de quienes laboran en los centros de aislamientos habilitados.
No pueden excluirse las activistas voluntarias que atienden las cuarentenas, en franca cooperación desinteresada con sus vecinos, aquellas dedicadas a la mensajería de farmacia, a las brigadistas sanitarias, a las que mantienen pupilas abiertas para preservar nuestros sueños, y a todas las que se crecen para dignificar la historia de las cubanas.

Permitan un distingo para las colegas periodistas que, desafiando adversidades, han puesto agendas, voces, imágenes y cuantos soportes comunicativos existen en función de llevar la noticia y recoger instantes que forman parte de momentos difíciles e inolvidables.
En medio de una pandemia, qué sería de una sociedad en la que no estuvieran involucradas las mujeres en la necesaria producción de alimentos, en la atención a la zafra, entre quienes emprenden responsabilidades directivas en todos los niveles, junto con las guías de la FMC, las que por otros lares también salvan vidas, las científicas en rol preponderante insertadas en las investigaciones y también desde el Laboratorio de Microbiología Molecular, en vigilia continua para ofrecer un certero diagnóstico.
Esta vez el homenaje será individual, en muchos casos hasta algo silente; dependerá mucho del componente familiar, de los compañeros de trabajo, de las perdurables ideas martianas hacia las féminas, y de todos los que reconozcan la virtud con el afecto que encierra un FELICIDADES; sin embargo, que llegue con esa fuerza infinita a los tantos lugares para quienes, junto a los hombres, son parte de la vida como continuadoras de la obra de Vilma.
Un 8 de Marzo diferente, nadie lo duda. El abrazo extendido hasta todos los confines del mundo, pero con mujeres villaclareñas devenidas símbolos y signos de la Patria.