Vilma, la Patria, la vida

Recuerda Villa Clara a Vilma Espí­n Guillois en el aniversario 87 de su natalicio.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
(Foto: Tomada de Internet).
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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07 Abril 2017

No faltó el tributo necesario a Vilma Espí­n Guillois (1930-2007) en el aniversario 87 de su natalicio, y por ello igual número de muchachas santaclareñas, arribantes a los 14 años, iniciaron el camino como integrantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Por eso, este 7 de abril, el Monumento a la Acción contra el Tren Blindado las acogió, y desde allí­ se recordó a la eterna Presidenta de la organización femenina y defensora inigualable de los derechos de la mujer y de la infancia.

Es que Vilma es Patria y Patria es vida porque su huella se impregna al uniforme verde olivo o nos recuerda a Alicia, a Mónica, a Déborah o a Mariela con los signos de clandestinidad o de rebeldí­a.

La seguiremos viendo como la ingeniera quí­mica de tí­tulo que un dí­a cambió por los destinos de su tierra. La mujer afable, humanitaria y compañera en cada contienda de la larga jornada, y la capaz de organizar a las mujeres ante aquella encomienda sugerida por Fidel.

En horas de la tarde se realizara el Coloquio Vilma entre nosotros, en la Sala Caturla de la Biblioteca Provincial Martí­, que reconocerá la obra perdurable de una santiaguera cuyos méritos la convirtieron en Heroí­na de la República de Cuba, y de aquella muchacha que no vaciló de incorporarse a las contiendas estudiantiles como preámbulo de su posterior participación en la lucha clandestina y luego en la Sierra Maestra.

Al triunfo revolucionario Vilma continuó sus empeños para alcanzar las conquistas de un paí­s al que defendió en foros y tribunas internacionales a partir de una realidad palpable de lo que ocurrí­a en la isla.

Queda para Cuba su voz tierna, pero cargada de justicia, con la misma que entonaba esas lindas nanas dedicadas a sus niños y niñas que las mantuvo en secreto hasta después de su partida.

Y desde el Segundo Frente se quiebra el mármol para avanzar con la obra. Por eso no se ha ido, porque entre sus orquí­deas, gladiolos y rosas preferidas una luz se acerca para decirnos que late en vida.  

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