1958-1959: Presencia del Che en la Universidad

Varios momentos en la historia vinculan al Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara con la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas.

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Comandante Ernesto Che Guevara recibe título de Doctor Honoris Causa de la Escuela de Pedagogía, de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.
El Comandante Ernesto Che Guevara recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Escuela de Pedagogía, el 28 de diciembre de 1959, en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas. (Foto: Tomada de Internet)
Enrique Moreno Gimeranez
3024
13 Junio 2018

Y, ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artí­culo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo.

Ernesto Che Guevara, 28 de diciembre de 1959

Las tropas del Guerrillero Heroico estaban a las puertas de la ciudad de Santa Clara luego de una victoriosa campaña en Las Villas en el mes de diciembre de 1958. El Comandante Ernesto Che Guevara, al frente de la Columna 8 Ciro Redondo, planificaba, tras la toma de Placetas, el ataque sobre la capital provincial.

Luis Garcí­a González precisa: «Liberados Camajuaní­ y Placetas, el Comandante Guevara necesitaba una ví­a de acceso a Santa Clara que no fuese ni la Central ni la carretera de Camajuaní­ a Santa Clara, y es entonces  cuando el Che solicita a la Universidad Central de Las Villas que se le enví­e a un compañero con planos de la ciudad y sus accesos ».

El Che asignaba una importante misión a la casa de altos estudios en la localización de una ruta segura y poco conocida para el traslado de sus tropas para el ataque a Santa Clara. Enrique Núñez Jiménez, profesor de la institución académica y destacado espeleólogo y geógrafo, resultó seleccionado para esta tarea. Sus investigaciones geográficas confirmaban su vasto conocimiento del territorio nacional. Además, su trayectoria revolucionaria avalaba esta elección. De esta manera, marchó al encuentro del comandante guerrillero.

«Núñez informa de la existencia de un camino vecinal, poco transitado y menos conocido que, partiendo del lugar conocido por La Vallita   nombre que recibe el sendero, cruza por Sabanas Nuevas, Callejón de las Casas y otros puntos, y que termina al fondo de los terrenos de la Universidad », agrega Luis Garcí­a González.

Ernesto Che Guevara eligió esta ví­a para el traslado de sus combatientes hasta la Universidad, tras un profundo análisis de las condiciones. El 28 de diciembre de 1958, los rebeldes llegaban al centro docente, situado a unos pocos kilómetros de la ciudad de Santa Clara. El Che instaló su comandancia en una de las oficinas de la planta baja del edificio de Ciencias. De acuerdo con los artí­culos del periodista e investigador Aldo Isidrón del Valle, estos sucesos ocurrí­an en las primeras horas de ese dí­a. «A las 4 de la madrugada llegó el grupo rebelde que guiaba Núñez a la Universidad, posesionándose del centro, que es declarado “territorio libre”. Dos horas después Che hací­a su entrada, y tras orientar el plan de ataque fue al edificio de la Escuela de Ingenierí­a, donde emplazó una ametralladora 30 (trí­pode) "para barrer al enemigo si contraataca desde Santa Clara por carretera" », señala Isidrón del Valle.

En la Comandancia establecida en la Universidad Central de Las Villas, el Guerrillero Heroico ultimó su estrategia para la ofensiva sobre la capital de la provincia de Las Villas. En los terrenos universitarios también se fabricaron cocteles molotov y se elaboró la propaganda revolucionaria, utilizados en las diferentes acciones combativas. Los rebeldes salieron de la institución académica en dos filas paralelas a lo largo de las orillas de la carretera  de Camajuaní­ hacia Santa Clara. Según destaca Aldo Isidrón del Valle, en medio de los combatientes avanza el jeep del Che con Aleida, los doctores Ruiz de Zárate y Rodrí­guez de la Vega, Núñez y una pequeña escolta.

Durante la marcha hacia la ciudad, los guerrilleros fueron atacados de manera sorpresiva por los soldados de la tiraní­a. Los heridos y caí­dos en esta embestida se trasladaron hasta el hospital de sangre establecido en la propia Universidad, especí­ficamente en el aula no. 1 del edificio de Humanidades, donde recibieron atención médica y fueron velados sus cuerpos, respectivamente.

En este mismo lugar, el Che recuerda un episodio demostrativo del espí­ritu de las fuerzas revolucionarias en esos dí­as de lucha. «Yo habí­a amonestado a un soldado por estar durmiendo en pleno combate y me contestó que lo habí­an desarmado por habérsele escapado un tiro. Le respondí­ con mi sequedad habitual: “Gánate otro fusil yendo desarmado a la primera lí­nea... si eres capaz de hacerlo”. En Santa Clara, alentando a los heridos en el hospital de sangre, un moribundo me tocó la mano y dijo: “ ¿Recuerda, comandante? Me mandó a buscar el arma en Remedios… y me la gané aquí­â€ », recoge Ernesto Guevara en su libro Pasajes de la guerra revolucionaria.

Para el ingenioso ataque al tren blindado, el Che utilizó el buldócer procedente de la sede universitaria para levantar la ví­a férrea y así­ provocarí­a el descarrilamiento del tren militar. Por otra parte, un joven estudiante de la carrera de Ingenierí­a Quí­mica Industrial, Miguel Diosdado Pérez Pimentel (Tato Madruga) cayó en combate en la primera acción bélica de la Batalla de Santa Clara, según reseñan Yankiel Sarduy Melendres y Arley Morrell Consuegra en su tesis de licenciatura «La memoria histórica de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas desde el documental televisivo ».

De esta forma, la Universidad Central de Las Villas ofreció apoyo al Comandante Ernesto Guevara y los rebeldes durante el ataque a Santa Clara. No solo abrió sus puertas como refugio seguro para los guerrilleros, y sus instalaciones para el establecimiento de la Comandancia o el hospital de sangre, sino también sus estudiantes derramaron su sangre en el combate por la liberación de la ciudad de las garras de la tiraní­a.

Tras el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, correspondí­a realizar un profundo cambio de la enseñanza universitaria precedente. La Universidad Central de Las Villas retomó sus actividades un mes después, en febrero de 1959. «Los desequilibrios y deformaciones heredados de la sociedad burguesa eran incompatibles con la nueva realidad del paí­s, que destrozaba las estructuras del pacto neocolonial y se legitimaba en el poder auténticamente revolucionario de las masas », reconocen Sarduy Melendres y Morrell Consuegra.

En este nuevo escenario, el Comandante Ernesto Guevara recibe el tí­tulo de Doctor Honoris Causa de la Escuela de Pedagogí­a, el 28 de diciembre de 1959, en la Universidad Central de Las Villas. Este hecho marcó el inicio de la refundación de esta casa de altos estudios. En el acto de investidura, el Che expuso relevantes ideas a la comunidad académica en correspondencia con la universidad nueva que debí­a edificarse en la etapa revolucionaria.

En el inicio de su intervención, aceptó el tí­tulo conferido como un homenaje general al ejército del pueblo, y transmitió sus consideraciones sobre la función de la universidad, en cumplimiento de una anterior promesa a los alumnos del centro.

«Y, ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artí­culo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba », manifestó el Che en los primeros instantes de su discurso.

El Guerrillero Heroico afirmaba que las aulas y los departamentos debí­an colmarse de las masas populares como el primer consejo suyo a las instituciones académicas del paí­s. Para ello, consideraba que habí­a que sentirse pueblo y saber sus intereses, necesidades y sentimientos. De esta manera, exhortaba a «que sea este mismo pueblo el que tenga derecho también a los beneficios de la enseñanza, que se rompan los muros de la enseñanza, que no sea la enseñanza simplemente el privilegio de los que tienen algún dinero, para poder hacer que sus hijos estudien, que la enseñanza sea el pan de todos los dí­as del pueblo de Cuba ».

En su inolvidable intervención llamaba a los estudiantes y profesores, los dueños de la Universidad en aquellos momentos, a recibir a las masas de obreros y campesinos en el campus. El pueblo debí­a entonces apropiarse de las instituciones académicas del paí­s para contar con técnicos, ingenieros y profesionales preparados para el desarrollo económico de la Revolución y la necesaria industrialización de la nación.

Como colofón de su brillante discurso, el Che realizaba el siguiente vaticinio: «Cuando esto se logre nadie habrá perdido, todos habremos ganado y Cuba podrá seguir su marcha hacia el futuro con un paso más vigoroso y no tendrá necesidad de incluir en su claustro a este médico, comandante, presidente de Banco y hoy profesor de Pedagogí­a que se despide de todos ».

El 28 de diciembre de 1959, Ernesto Guevara habí­a sintetizado ante el auditorio de la Universidad Central de Las Villas el profundo carácter popular de las transformaciones revolucionarias. El pueblo cubano se convertirí­a en el dueño de las instituciones, empresas y recursos del paí­s. En correspondencia, la Educación Superior iniciarí­a un proceso real y efectivo de democratización, una verdadera reforma universitaria, guiada por las premisas de Fidel Castro.

Aunque el Che visitó en otras ocasiones la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas, estos dos episodios de carácter histórico reflejan de manera contundente la relevancia de esta casa de altos estudios en las acciones y el pensamiento revolucionario del Guerrillero Heroico.

(Tomado de la revista Umbral)

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