
Aún resuenan los ecos del Festival Nacional del Humor Aquelarre 2014, y Villa Clara se enorgullece de que varios humoristas del terruño alcanzaran importantes reconocimientos.
Los muchachos de Carcajada, de Sagua la Grande, merecieron el premio a Mejor puesta en escena; el escritor Claudio G. del Castillo, en literatura, y el gran ganador del certamen, La Leña del Humor, arrasó con su espectáculo Humor de afuera, con Mejor actuación masculina (José Lorenzo Hernández,
Cheroly), Guion llevado a escena, Premio de Sketch y, nada más y nada menos, que el Gran Premio Aquelarre.
A propósito del éxito y del humorismo actual en Cuba y Villa Clara, Vanguardia conversó con Maykel Cerralvo Peñate, director de La Leña del Humor.
Maykel, háblame del espectáculo y de la acogida del público capitalino.
El espectáculo toca ciertos puntos de la sociedad. Son diferentes sketchs, los cuales quizá no tienen que ver uno con el otro. Hay uno sobre el cuentapropismo, otro sobre cosas que pasan en las reuniones, y el último, más refrescante, acerca de situaciones en una barbería. La acogida del público fue impresionante. El teatro Mella se puso de pie y la ovación fue inmensa. Nunca habíamos recibido un reconocimiento tan grande.
¿Cómo se elaboran los guiones? ¿Los haces tú solo o entre los tres?
Generalmente los hago yo. Se me ocurre la situación y escribo el guión pensando en los actores, las características de cada cual, el rango de actuación, para aprovechar al máximo a cada uno. Sobre esas herramientas elaboro el texto. Lo empezamos a montar y durante los ensayos pueden hacerse
cambios, aparecen nuevas ideas. Después, la prueba final es con el público.
Ustedes han mantenido un tipo de humor realmente inteligente y disfrutable. ¿Cuál es la fórmula?
Disfrutamos hacer nuestro humor. Buscamos que la gente vaya a reírse, a refrescar y cambiar el ambiente. Hay humoristas que se dedican a burlarse de los problemas y tú no sabes si vas a reírte o a llorar, pues solo logran recordártelo constantemente. Tratamos de hacer el humor de situaciones, basado en la actualidad cubana, siempre desde una perspectiva optimista.
«Como recursos usamos la sátira social y el absurdo. Todo ello plasmado en un guión elaborado, coherente, con introducción, desarrollo y desenlace, con todas sus condiciones, lo cual heredamos de los escritores fundadores de La Leña... ».
Hay pocos grupos humorísticos; no obstante, en ustedes se aprecia un espíritu de equipo funcional.
Actualmente los grupos, sobre todo de La Habana, se han metalizado mucho. Las agrupaciones están desapareciendo. Casi todos son solistas, a quienes les resulta más fácil con el stand up comedy, hacer lo mismo cabaret que teatro. Claro, eso ya no es tan elaborado como el sketch o una obra. Es más sencillo, solo una persona con un micrófono.
«Nosotros estamos por la 'vieja guardia', con el trabajo en equipo, en conjunto. No somos los únicos. Hay otros, sobre todo del oriente del país, como Etcétera, Caricare, Komotú, que son paradigmas en el humor inteligente, con magníficos espectáculos. Siempre hay público para este tipo de divertimento. Se observó en la respuesta de la gente con sus aplausos y ovaciones. Las personas lo disfrutan, saben el valor de una puesta en escena con estas características.
Sin embargo, por un buen tiempo se perdió un poco ese humor de escenario, teatral...
El problema es que resulta complejo hacerlo, pues después que tienes el espectáculo, ¿dónde lo presentas? Los teatros muchas veces no poseen el presupuesto. Es más fácil trabajar para cabaret. Los de La Leña... realizamos otras labores, no solo vivimos del humor. Por lo tanto, lo hacemos porque nos gusta. No vendemos nuestra alma al diablo para hacer un cabaret barato, y mantenemos
nuestra línea, con este formato.
Villa Clara fue una de las provincias más prolíferas en buenos humoristas y agrupaciones. Ahora se pueden contar con los dedos los existentes. ¿Qué ha pasado?
Villa Clara en un momento fue una de las principales provincias en el humor en Cuba. Tanto era así que grupos como Salamanca o Humoris Causa estrenaban sus espectáculos aquí por el público que tenemos. En esa época me inspiraba en La Leña...; Apagón, del Pedagógico; Cortocircuito, de la
Universidad; La Oveja Negra, en fin, había muchos humoristas.
« ¿Qué pasa? Las condiciones en Santa Clara han mermado, yo diría, por las instituciones. Desgraciadamente, el humor lo han marginado. Hemos tratado de entrar a la UNEAC, pero no lo hemos logrado, no ha existido receptividad por parte de la organización ».
Entonces observas ahora menos atención al humor que en otros tiempos...
Hay poco incentivo para promover nuevos grupos y humoristas jóvenes. En mi época entré a la Asociación Hermanos Saíz. Había muchas personas dedicadas al humor. Creo que se ha apoyado más la danza, la trova, la música..., y el humor ha quedado relegado.
Es contradictorio. Debería ser más apoyado, porque Villa Clara se ha desempeñado en el género por mucho tiempo y con resultados destacados...
Kike Quiñones, director del Centro Promotor del Humor, tiene el objetivo de llevar el buen humor a las provincias. En Oriente es increíble la cantidad de grupos con calidad. En las universidades la acogida resulta inmensa. Se está tratando de que la provincia recupere su protagonismo, sobre todo con el evento Humor sin Sombrero, y también buscando talentos en la UCLV y la Universidad de Ciencias Pedagógicas, que siempre han sido canteras.
Parece que se repite el dicho de que nadie es profeta en su tierra...
Las instituciones ni nos han felicitado luego de ganar el premio Aquelarre. No obstante, el público nos sigue y nos pregunta constantemente cuándo y dónde nos presentamos. Creo que ese es el mejor premio a nuestro esfuerzo.