En Santa Clara enero es un mes de celebraciones. El Centro Cultural «El Mejunje », único de su tipo en Cuba, no solo conjuga el Festival de Trovadores Longina con el Mejunje Teatral, sino que además coloca las velas de un pastel que festeja la fundación de la Compañía Teatral Mejunje y el nacimiento de la institución en sí.

El protagonista indiscutible de esta obra se llama Ramón Silverio, quien no divaga al relatar cómo llegó la palabra Mejunje a Santa Clara. «Fue en una época de resistencia », dice, mientras una sonrisa le interrumpe el discurso. Y es que enero, ahora, con este festejo a puertas cerradas, no debería llamarse enero a oídos de los melancólicos que esperan en casa.
Silverio se regodea de su logro y no es para menos. Durante 30 años ha conseguido que las viejas paredes enclavadas en Marta Abreu # 107 se parezcan cada vez más a su gente. Su obra, enfocada en crear y representar al espectador le han otorgado a la palabra Mejunje un estatus que solo Villa Clara posee.


«Lo he hecho con mucha pasión, con amor. No he esperado órdenes de nadie, me gusta arriesgarme y así he logrado grandes cosas. Estas paredes están llenas de arte y de jóvenes. Nuestra realización cultural se ha adaptado a los tiempos y ha creado espacios de inclusión para todos. Para los más viejos ya se trata de nostalgia y de todos los recuerdos que están aquí, pero El Mejunje es un espacio joven y eso me enorgullece », continuó Silverio.

Treinta años cumple también la Compañía Teatral Mejunje, uno de los grupos más estables en cuanto al elenco que tenemos en la provincia. «Me alegra mucho que me acompañen los mismos actores desde hace algunos años. Ese es uno de los mayores problemas que tenemos actualmente en el teatro cubano, por eso me hace tan feliz que en nuestro amplio repertorio las obras sigan saliendo a escena de la mano de los mismos de siempre », Silverio narra con toques de melancolía sus inicios como director teatral, como maestro y aprendiz. Una sonrisa continúa avivándole el rostro mientras habla de embates y batallas en las que resultó vencedor.
Su trayectoria en pos de acercar el teatro a al pueblo, de llegar a las comunidades, de sensibilizar e, incluso, de atreverse a hacer teatro para los más pequeños, solo se justifica en una premisa: «Nuestra razón de ser es el público ».
Así, pareciéndose cada vez más a su gente, narrando la historia de generaciones, reinventándose y construyendo Silverio, su Mejunje y su Compañía de Teatro arriban a nuevos aniversarios, celebran la creación y la lucha constante por no dejar morir el arte.
*El Centro Cultural El Mejunje cumple 37 años, aunque se celebran los 30 que lleva enclavado en su actual ubicación.