Amanda Camero: pasión flamenca

Una joven bailaora cultiva desde niña la danza española y en la actualidad se desempeña como bailaora y coreógrafa de la compañí­a flamenca Hechizo, de Santa Clara. En esta entrevista nos habla de su vida artí­stica, proyectos y sueños. 

Compartir

Bailaora Amanda Camero.
Amanda Camero se dedicó desde niña al aprendizaje de la danza de origen español y en la actualidad se desempeña como bailaora y coreógrafa de la compañía flamenca Hechizo, de Santa Clara. (Foto: Cortesía de la entrevistada)
Dayana Darias Valdés
5293
26 Marzo 2021

Se define a sí­ misma con la palabra «deseo », quizá sea este un acto puramente pasional, de esos que, tacón en escena y falda de lunares, solo un tablado español podrí­a contar.

Pero, la historia de la joven Amanda Camero se pasea con toda naturalidad por la urbe santaclareña, bien lejos de la Andalucí­a española. Ella, tan mujer, tan bailarina, tan libre… Alza, retando, la frente; / crúzase al hombro la manta: / en arco el brazo levanta / mueve despacio el pie ardiente, habla:

Todo empezó en Luyanó…

Amanda Camero, bailaora cubana.
Fuerza y pasión, dos cualidades presentes en la bailaora Amanda Camero. (Foto: Cortesí­a de la entrevistada)

«Tení­a 4 años y mi familia me veí­a bailar delante del televisor con cuanta música sonaba, sobre todo con los videos de las compañí­as que poní­an en De la gran escena, Lizt Alfonso o el Ballet Español de Cuba. Supongo que vieron en mí­ cierta inclinación por el baile, fundamentalmente por el español.

«Así­ empecé a participar en los talleres impartidos por Belinda Crespo, una profesora especializada en danzas canarias que trabajaba en varias asociaciones españolas y tení­a un proyecto comunitario en la Casa de Cultura de mi barrio en Luyanó, 10 de Octubre. Allí­ empezó todo.

«Mi primera profesora les sugirió a mis padres que me inscribieran en los talleres de la Academia del Ballet Español de Cuba, donde pasé varios años, en los inmensos salones del teatro Alicia Alonso, como alumna de la cantera infantil.

«En el 2010 descubro a la compañí­a Ecos mientras estaban de gira nacional con su espectáculo Cuba flamenca, y me acerco a ellos para formar parte de su alumnado. También estuve en varios cursos de verano, fueron etapas de mucho aprendizaje. Recibí­ clases de danzas españolas y gallegas en la Sociedad Cultural Rosalí­a de Castro de La Habana ».

De La Habana a Santa Clara…

«A los 17 años llegué a Villa Clara, y aquí­ me ofrecieron mi primer trabajo profesional en la compañí­a flamenca Hechizo, en la cual actualmente me desempeño como bailaora (bailarina de flamenco) y coreógrafa.

«Empezaron a llegar oportunidades importantes, a finales de 2019 tuve el placer de participar por primera vez junto a mis compañeras en el Encuentro Intercontinental de Flamenco en la Habana, impartido por los maestros Marí­a Juncal y Alfonso Losa, ambos integrantes del Centro de Arte Flamenco y Danza Española “Amor de Dios”, en España. Fue una experiencia que alimentó mucho más mis deseos de seguir aprendiendo y desarrollándome como bailaora.

Oportunidades…

Amanda Camero, bailaora cubana, junto a integrantes de su compañí­a Hechizos, de Santa Clara.
Amanda (segunda de izquierda a derecha), junto a sus compañeras de la compañí­a flamenca Hechizo. (Foto: Cortesí­a de la entrevistada)

«Mientras fui alumna tuve el gusto de participar en numerosas actividades infantiles, concursos de danza como el coreográfico anual del Ballet Lizt Alfonso y los desarrollados en la propia sociedad a la que pertenecí­a. También he estado en festivales internacionales como Danzas Callejeras y La Huella de España.  Me siento privilegiada, he bailado en los teatros más conocidos de La Habana y también en los poco mencionados, pero siempre con la satisfacción de estar sobre las tablas haciendo lo que me gusta.

«Junto a mi compañí­a no he  podido  hacer  ante el público de Santa Clara tantas presentaciones   como me hubiese gustado, debido a los compromisos laborales que tenemos en la cayerí­a norte; sin embargo, en algunas ocasiones trabajamos en colaboración con el conjunto de música antigua Ars Nova, como invitados a la edición XXIII del festival A Tempo con Caturla y otras presentaciones anuales en el teatro La Caridad y en la casa de cultura Juan Marinello, con motivo del aniversario de la compañí­a ».

Como buena admiradora del baile español no serí­a erróneo suponer que tienes muchos referentes. ¿Cierto o falso?

Identificarme realmente con alguna figura artí­stica me resulta difí­cil, siento un respeto muy grande por aquellos que han llegado lejos con su trabajo, pero la admiración por los maestros me hace querer aprender cada dí­a más; la meta es ser como ellos.

«Mis maestras son mi mayor ejemplo, con ellas creció mi pasión y la de muchas de mis compañeras. íngela Badell y Ana Rosa Meneses han sido mis mejores profesoras y  les agradezco infinitamente ».

Compañí­a de baile flamenco Hechizos, de Santa Clara.
La compañí­a flamenca Hechizo, de Santa Clara, en plena función con una coreografí­a de Amanda Camero. (Foto: Cortesí­a de la entrevistada)

Entonces, ¿siempre flamenco?

Siempre flamenco, al principio no lo entendí­a y tampoco era consciente del mundo en el que me estaba adentrando. Sin embargo, nunca me he sentido igual de feliz bailando otros ritmos.

«Es una pena que un movimiento artí­stico  con tanta influencia de la música cubana y que forma parte de nuestro legado cultural no tenga todo el reconocimiento que merece ».

¿El reto mayor?

Mi mayor deseo es poder bailar durante muchos años, crecer a nivel profesional y mostrar mi trabajo al público de Cuba y del mundo. Uno de los proyectos en los que trabajo ahora mismo, y cuya ejecución me tiene muy emocionada, son los talleres formativos para niños y jóvenes «Más Flamenco ».

«Se trata de hacer crecer el género desde pequeños espacios y que sirva de escuela para otros que, como yo, andan por ahí­ enamorados de este arte. He contado con el apoyo de la Asociación Hermanos Saí­z (AHS) y de muchas personas con ganas de hacer y crear. Me gustarí­a profundizar en el mundo de la danza teatralizada y llegar a expresar sentimientos más allá del simple virtuosismo del movimiento. Lograrlo es un reto maravilloso ».

Comentar