Lien Rodríguez y Rey Pantoja están unidos en la música y en la vida. Parecen dos adolescentes en la escena, como si no envejecieran jamás a pesar de que ya sobrepasan las tres décadas de edad. Cuando comienzan a tocar, resulta inevitable el silencio del público. Como bien dice el cubano, están dispuestos el uno para el otro.
No cabe duda de que su dúo, acompañado por la banda, constituye uno de los proyectos más innovadores e interesantes de la canción cubana contemporánea.
La banda de Lien y Rey representa uno de los proyectos más interesantes de la canción cubana contemporánea y uno de los platos fuertes del Longina. (Fotos: Francisnet Díaz Rondón)
Este viernes en la Casa del Joven Creador, el público del «Longina » tuvo la oportunidad de disfrutar de su extraordinario concierto. Con un tratamiento musical virtuoso y sonoridades cargadas de disonancias, cada tema sale de lugares comunes o conceptos convencionales.
Tras bambalinas, Lien confiesa que vivir en matrimonio con el músico con quien trabaja resulta «complicado, pero lindo ».
¿Cómo se conocen Lien y Rey?
Estudiamos en la misma escuela, allá por al año 1995, pero nunca coincidimos, hasta que empezamos a tocar juntos. Al año siguiente comenzamos como dúo, y también nuestra relación como pareja. No estaba planificado, así como nuestro trabajo como dúo. Rey estudiaba guitarra clásica y tres. Yo, el violonchelo y la guitarra popular en la calle debido a inquietudes que tuve.
¿Cuáles fueron sus influencias?
De todas partes. Desde Silvio, Santiago, hasta los más jóvenes, incluso la música colombiana. Lo hacemos inconscientemente. Cuando componemos juntos todo fluye fácil. Existen muchas personas haciendo buena música, nosotros somos un granito más en este mundo.
¿Quién compone en este dúo?
El bajista del grupo, músico virtuoso y muy aplaudido por el público, también toca la flauta.Los dos hacemos la música y el texto. Rey se encarga de los arreglos para el bajista y el baterista. Claro, como llevamos una década con el bajista, solo le cantamos el tema y él lo coge rápido.
También incursionaron hace poco en el teatro junto a Roly Berrío en la obra «Los machos llorones ».
Siempre pensé que no podíamos, porque soy poco teatral, al contrario de Rey. Finalmente compusimos la parte musical de la obra junto a Roly. Era transitar en algo desconocido, incluso hicimos música con instrumentos de Senegal. Fue una dimensión inexplorada, pero impresionante.
¿Les costó pasar de la música a la actuación?
Muchísimo. Creo que a Roly a Rey les costó menos. Para mí lo fue, pero cuando se entrega el corazón todo sale bien al final.
¿Por qué toman la luna como símbolo en sus canciones?
Nuestra hija se llama Luna. Casi todos nuestros temas mencionan este astro. Cuando teníamos apenas 19 años cruzamos la frontera de Colombia a Venezuela y nos detuvimos en un autobús a la una de la mañana. Entonces, le dije a Rey que si algún día teníamos una niña, la nombraríamos así.
Villa Clara y el Longina...
Esta es nuestra casa. Estábamos desesperados por venir. Cuando hablamos de los mejores conciertos nuestros, el parque más lindo o el mejor público, nos remontamos hacia Santa Clara. Es una cuestión de familia.