Llegó la Feria: los lectores opinan

Las opiniones del pueblo apuntan hacia un evento superior en organización, cantidad de textos y variedad de tí­tulos, que en ediciones anteriores.

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Lectoras Gladys y Luis Gutiérrez.
Las ancianas Gladys Gutiérrez Llanes y su hermana Luisa, acogidas a la Casa de Abuelos de la calle San Cristóbal en Santa Clara, han encontrado en la Feria literatura apropiada para continuar practicando la lectura. (Fotos: Ramón Barreras Valdés)
Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
1878
31 Marzo 2017

Como cada año, Gladys Gutiérrez Llanes y su hermana Luisa, acogidas a la Casa de Abuelos de la calle San Cristóbal en Santa Clara, acuden a la Feria del Libro en compañí­a de otros asociados del centro asistencial, en busca de literatura que las acompañe en sus ratos de ocio, y para regalar a los nietos, pues como expresaron las jubiladas de los sectores de la Educación y la Salud, los libros son los tesoros más valiosos para fomentar valores.

«Este año no nos podemos quejar. Abunda la variedad de tí­tulos y temáticas. Solo tenemos que caminar un poco por los pabellones y carpas para encontrarlos, pues a nuestra edad la vista escasea y se dificulta escuchar. Para los niños hay de todo: historietas, cuentos, libros para colorear... », refiere Gladys.

«Aquí­ le llevo a mi nieto de 7 años El Principito. Todaví­a a mi edad no me canso de leerlo ».

En el Pabellón Infantil Tesoro de Papel, en la Casa de la Cultura Juan Marinello, los estudiantes de la Escuela Especial Sueños Martianos encuentran textos para desarrollar su intelecto.

El joven de 15 años Leonardo Rodrí­guez Portela se va contento, porque, según expresó, encontró un conjunto de mapas que la maestra le aconsejó comprar para profundizar en los conocimientos de Geografí­a.

Magalys O' Farrill opina sobre la Feria del Libro.
«Casi no hay cola en las áreas habilitadas para la venta. Lo bueno es que puedes entrar a las carpas y escoger los libros de tu preferencia », refiere Magalys O ´Farrill. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Sentada en uno de los bancos del parque Leoncio Vidal, Magalys O ´Farrill contempla complacida las carpas rojas y azules levantadas en la vetusta plaza, donde reina la tranquilidad.

«Este año los mapas constituyen una de las mayores atracciones para los pequeños. Mi nieto Marcos,  ahora en el quinto año de vida en el Cí­rculo Infantil Pequeños Lenin, está más que contento con el mapa en que aparecen todos los continentes. Le enseñamos donde está Cuba, y no se cansa de señalarla con el dedo », refiere Magalys O ´Farrill.      

La ama de casa Ileana González Villarreal considera que los precios son mucho más asequibles para los que tienen pocos ingresos, con relación a ferias anteriores.

Por su parte, la espirituana Leidis Luis Medina aprovechó su visita a Santa Clara para darse una vuelta por la librerí­a Pepe Medina, y adelantarse a la cita que próximamente dará comienzo en la tierra del Yayabo.

Lectora Yolanda Gómez en la Feria del Libro.
«Es una lástima que el suceso más esperado del año no se extienda a otros municipios, donde la gente también está ávida de lectura », manifiesta la zulueteña Yolanda Gómez Dí­az.
Leidis Luis Medina, lectora en la Feria del Libro.
«Estoy impresionada con la organización de la Feria del Libro en Villa Clara », expresa la espirituana Leidis Luis Medina. (Fotos: Ramón Barreras Valdés)

«Son innumerables los tí­tulos. Hay de todas las temáticas. Seleccioné los de Historia, Matemática, los diccionarios que en otras ocasiones se pierden ».

También la zulueteña Yolanda Gómez Dí­az no resistió la tentación de viajar a Santa Clara, para recorrer las áreas aledañas al Parque Leoncio Vidal, donde el acontecimiento se hace sentir con fuerza. En la Librerí­a Pepe Medina hurga entre los libros. Muchos de ellos reposan en sus brazos que no dan abasto.

«Pienso que la Feria es muy superior a la de años anteriores. Hay variedad de textos y temáticas. Si quieres conocer los tí­tulos y precios, puedes orientarte a través de los carteles divulgativos. Lástima que el suceso no se haya extendido a otros municipios y localidades. Allí­ la gente también está ávida de lectura ».

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