Cuando se multiplica el esfuerzo por el bienestar de todos

«Lo que hay es que combatir todos los días; combatir todos los días y proponerse qué bien hacer por su ciudad, por su comunidad, por su familia, por todos nosotros»

Compartir

Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Este esfuerzo lo vamos a sostener si todos trabajamos así. ( Foto: Estudios Revolución)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
87
06 Octubre 2025

«Lo que hay es que combatir todos los días; combatir todos los días y proponerse qué bien hacer por su ciudad, por su comunidad, por su familia, por todos nosotros», afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Lo señaló a media mañana de este domingo, al término de un trabajo voluntario en el que, desde que despuntó el día, más de 400 trabajadores del Palacio de la Revolución participaron en la limpieza y recogida de desechos forestales y escombros en las áreas verdes de la institución.

Respondiendo a la convocatoria que hizo el Presidente a los colectivos laborales y comunidades de la capital a limpiar, ordenar y embellecer sus centros de trabajo y barrios, en la higienización del Palacio de la Revolución también participaron los miembros del Buró Político, Manuel Marrero Cruz, primer ministro; Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central, y el general de Brigada José Amado Ricardo Guerra, secretario del Consejo de Ministros, entre otros dirigentes del Partido y el Gobierno.

Al comentar al grupo de prensa de la Presidencia el desarrollo de la jornada de trabajo voluntario en toda la ciudad, Díaz-Canel ponderó cómo la población se sumó a la convocatoria.

Creo –consideró– que la gente ha actuado con sentido de responsabilidad, sobre todo por la insatisfacción que tenían con lo que estábamos viviendo; nos estábamos acostumbrando a vivir de una manera, a contemplar cosas que la vida demuestra que cuando se hacen operaciones como estas, se resuelven en medio de la situación más compleja que tenemos.

La gente ha respondido bien, se ha creado un ambiente; y esto es algo –reflexionó el Presidente– que une, «porque cuando uno está motivado por enfrentar una situación, cuando estamos compartiendo entre todos, vemos el resultado, y también después queda el sentido de pertenencia y el sentido de superación.

«De todas formas, todo no es color de rosa –acotó el mandatario–. Se ha movilizado una gran parte de la gente, pero hay otros que no han acudido, que creen que otros son los que le tienen que resolver el problema, y en eso tenemos que estar claros, porque no tiene sentido reconocer lo que se hace bien sin criticar lo que no se logra.

«Y esto mismo que estamos haciendo también nos va demostrando a nosotros mismos nuestras insuficiencias», reconoció. Entonces «uno se da cuenta de que hay cosas que tienen que ver con el día a día; que hay cosas que, si las limpiamos con menos esfuerzo todos los días, no se acumulan.

«Y es con esa sistematicidad –reflexionó– que se resuelven los problemas; y todo eso da motivación. Ahora todo el mundo está muy contento aquí, porque estamos viendo cosas limpias que hacía tiempo no veíamos.

«Y eso da un sentido de satisfacción y de orden, y ayuda a mejorar el ambiente. Y así se mejora el ambiente de la ciudad, así se mejora el ambiente de la comunidad, así se mejora el ambiente de trabajo en los lugares».

Pero queda mucho por hacer. La higienización de la ciudad –reiteró Díaz-Canel– no va a resolverse con el esfuerzo que se ha hecho este fin de semana, y habrá que seguir.

La población ha visto una reacción; sin embargo, lo que más le preocupa a la gente –significó– es cómo se va a sostener este esfuerzo. «Bueno, lo vamos a sostener si todos trabajamos así».

Tenemos –indicó el Jefe de Estado– que sistematizar lo que puede hacerse todos los días, y después, cada cierto tiempo, hacer, como le dicen algunos, un maratón, una operación, un ejercicio como este. Y así vamos a estar mejor que como estábamos hace una semana.

Y además de la higienización –agregó– en la capital se está trabajando en el tema eléctrico, se está trabajando fuertemente en mejorar el abastecimiento de agua a la población.

O sea, esto forma parte de todo un grupo de acciones que se están haciendo; y que también repercutirán en el resto de los territorios donde la gente, movida por lo que está ocurriendo en La Habana, también está haciendo lo suyo. Y con todo esto –comentó– «al final lo que se multiplica es el esfuerzo de las cubanas y los cubanos por el bienestar de todos».

Un colectivo en Revolución       

Hoy estamos aquí más de 400 compañeras y compañeros en trabajo voluntario respondiendo a la convocatoria que hizo nuestro Presidente, y lo hacemos con entusiasmo, con compromiso, comentó a la prensa Mercedes Linda Puentes Trillo, secretaria general del Buró Sindical del Palacio de la Revolución.

Pero esto es algo, señaló, que hacemos con sistematicidad, tanto cuando se planifica un cambio de labor y nuestras trabajadoras y trabajadores dedican parte de la jornada a higienizar sus áreas, o cuando nos vamos para la finca agropecuaria, o cuando se nos convoca a trabajos voluntarios, aunque este –afirmó– ha sido excepcional, muy masivo.

Para Francisco Pérez Alfonso, un querido y pintoresco trabajador del Palacio de la Revolución, que lleva 50 años aquí, 14 de ellos como proyeccionista de cine del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y desde hace años miembro de la consagrada brigada de Mantenimiento de la institución, el trabajo voluntario de hoy le trajo muchas remembranzas.

«Esto es algo que siempre hemos hecho aquí, he participado en infinidad de trabajos voluntarios, pero este me recuerda los días del Comandante, porque, aunque poco se habla de eso, cuando en Palacio se hacía algo, él bajaba de sus oficinas y se sumaba a los trabajadores. Él siempre estuvo al lado de nosotros, y eso es algo que guardo profundamente en mi corazón, eso y otras cosas grandes que él hizo, y de las que yo participé o vi».

Indicaciones del Presidente       

  «Hay que ordenar las cosas en La Habana. Ha faltado cooperación. Están convocadas todas las fuerzas que tienen el compromiso de ayudar a salvar a la capital de los agudos problemas generados por el bloqueo, pero también por la desidia».

 «No contamos con combustible suficiente para la generación eléctrica, el abasto de agua y hasta para el control de la higiene y la distribución oportuna de alimentos. Son las consecuencias de la guerra sin bombas que enfrentamos».

  «Los problemas son de envergadura. No se resuelven en un fin de semana, hay que mantener la sistematicidad en el trabajo. Esta operación de apoyo a la capital ha demostrado problemas acumulados de organización».

 Sobre el tema de la energía eléctrica y su distribución, hizo énfasis en la importancia de respetar cada programación que se diseñe.

  Habló sobre el valor del ahorro y que todos los actores económicos consuman lo establecido. El que se exceda, aunque pueda pagar el gasto, tendrá que parar.

 En cuanto al servicio del agua, la prioridad del vital servicio debe darse, en estos momentos y en la medida en que se advierta una recuperación, a quienes sufren mayores atrasos con el consumo. Hay que montar sistemas de control estrictos en los puntos de carga de agua.

Al referirse a los reclamos a los que la población tiene derecho y que muchas veces son por inconformidad ante la ausencia prolongada de algún servicio, reflexionó que estos deben hacerse en los espacios pertinentes: del Partido, del Gobierno, de las instituciones responsables; pero no cerrando calles u otros espacios que son de todos: «Hay que hacerlo de manera decente, civilizada, sin importunar». (René Tamayo León)

Comentar