Abrir paso a la tecnologí­a criolla

Corresponde a las industrias locales de materiales de la construcción el protagonismo para recuperar el fondo habitacional.   

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Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
4502
14 Abril 2019

En tiempos en que la gran industria no puede asumir las producciones necesarias para asegurar todos los renglones destinados a los distintos programas de la Vivienda, la solución para avanzar a más corto plazo está en las industrias locales de materiales de la construcción.

La iniciativa se ha convertido en una de las mayores prioridades de la nación, seguida de cerca por las máximas autoridades del paí­s, ante los desafí­os que acompañan la nueva polí­tica de la Vivienda en función de transformar el nivel de deterioro del fondo habitacional.

Ilustración de Martirena
(Ilustración: Martirena)

En Villa Clara casi el 40 % de las casas se encuentran en regular o mal estado. A ello se añade que todaví­a quedan pendientes de solución unas 7 000 afectaciones del huracán Irma y la tormenta subtropical Alberto, y más de 4 000 subsidios otorgados a personas con una situación de vulnerabilidad extrema.    

A la imperiosa tarea se han sumado trabajadores por cuenta propia, que tributen parte de sus producciones al programa, así­ como entidades estatales con potencialidades para ello, como la Empresa Geominera del Centro, la de Recuperación de Materias Primas, la de Construcción y Desmonte de la Agricultura (Gelma), Metalconf de Placetas y Mantenimiento Vial.

Sin embargo, no basta con las buenas intenciones si las industrias locales -actualmente en proceso de expansión-, no cuentan con las materias primas requeridas para incrementar sus producciones. Y, a su vez, facilitar en breve plazo la liberación de los distintos renglones: elementos de techo, piso y pared en los puntos de venta de Comercio, para quienes deseen construir o reanimar sus viviendas, ahora limitados para casos de afectaciones ocasionadas por los últimos eventos meteorológicos y el otorgamiento de subsidios.

Ante este reto, y teniendo en cuenta las restricciones financieras del paí­s, se impone potenciar estas unidades productoras a fin de que cumplan con su objeto social.

Para que los resultados de la pequeña industria sean palpables, urge avanzar a un mayor ritmo y garantizar el equipamiento criollo, cuya ejecución está a cargo de industrias del patio y de otras provincias.

También se requiere incluir en los planes de la economí­a las necesidades de electricidad, combustible y agua, así­ como las de transporte y aseguramiento de piezas de repuesto que eviten baches en el camino.

Otra gama de productos elaborados a partir del barro, esperan porque concluya la reanimación de los locales dedicados a la confección de ladrillos, rasillas, tejas, tuberí­as y conexiones.

Me refiero al Tejar de Falcón, perteneciente a Gelma, al constituir estos renglones una alternativa bien recibida por la población. Por suerte, su homóloga de Sagua la Chica en Camajuaní­ tienden a estabilizar sus entregas.

Otro aspecto a tener en cuenta guarda relación con el cumplimiento de las normas de calidad, para lograr un producto que cumpla con los requerimientos de los clientes.

Sin duda, las industrias locales de materiales de la construcción progresan en la provincia al registrar un crecimiento de un 10 % con relación al año 2017. No obstante, la cifra todaví­a resulta í­nfima para responder a tanta demanda.      

El programa bajo la tutela de los gobiernos provincial y municipales, tendrá que conducir definitivamente a la creación de una empresa –actualmente en ví­as de hecho, que se dedique a potenciar todo este andamiaje, aporte las materias primas necesarias para evitar altibajos, y contribuya a dar respuesta al problema de la vivienda, uno de los temas más acuciantes que afectan hoy nuestra sociedad.

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