Autoabastecimiento, con todos y para todos

Para bajar los precios y llevar al caldero una comida sana hay que aumentar la producción; y para ello el autoabastecimiento local constituye la carta de triunfo y la posibilidad de contribuir todos, desde nuestro pedacito

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Claudia Yera Jaime
Claudia Yera Jaime
Claudia Yera Jaime
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20 Mayo 2019

Llevar comida a la mesa deviene una de las principales preocupaciones del cubano que se enfrenta, en múltiples ocasiones, a mercados desabastecidos y cae en el desconcierto y la especulación.

Pero la solución de la tensa situación alimentaria no está en el acaparamiento ni en las campañitas desacreditantes; para recoger hay que sembrar, de ahí­ que impere explotar al máximo las tierras, producir y proveer con agilidad los puestos de expendio de viandas, granos, frutas y hortalizas.

La tarea demanda el trabajo mancomunado de los polos productivos y del sector cooperativo y campesino, y requiere «además de recursos materiales y financieros, organización, voluntad, inteligencia y el entendimiento de todos los participantes, unido a la integralidad en los análisis para planificar de manera local una producción continua, diversificada, con calidad y suficiente para satisfacer las necesidades de la población », asegura Yanisbel Sánchez Rodrí­guez, directora general del Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical.

Se trata de fortalecer el programa de autoabastecimiento local en cada municipio: el objetivo supremo es lograr la entrega de 30 libras percápitas mensuales a partir del resultado de las cosechas propias de cada territorio, mas para lograrlo queda un arduo camino por andar. De momento a Acopio, empresa encargada de rectorar el acarreo, le corresponde lograr un acertado encadenamiento productivo para que cada villaclareño tenga a su disposición los alimentos que precise.

Importancia vital, para hacer realidad estos propósitos, tiene el programa de la agricultura familiar que fomenta el trabajo socialmente útil y el aporte a partir de la producción desde los patios y áreas cercanas al hogar.

Sobran razones para impulsar el autoabastecimiento: si se tienen los cultivos en la demarcación municipal no se necesita destinar grandes cantidades de combustible a trasladarlos, e incluso hay lugares  en los que se pueden abastecer los puestos de venta, o llegar a los de acarreo mediante la tracción animal.

Además, se evitará el maltrato, por transporte, de los alimentos y estos llegarán a manos del cliente con mayor frescura y calidad; contribuyendo a disminuir las insatisfacciones por la no correspondencia de la calidad con los precios y la irregularidad y demora de los ciclos de distribución.

En la meta de multiplicar las producciones acercarse a quienes labran los suelos deviene también prioridad: «hay que escucharlos, conocer sus necesidades y sus potenciales productivos para eliminar brechas; aún persisten incumplimientos en las cifras contratadas, desví­os de las producciones, lo que lleva un  análisis sistemático y prontas soluciones », declara Rosendo Pérez González, funcionario del Comité Provincial del PCC que atiende la Agricultura.

Este acercamiento entre los involucrados también contribuye a que el campesino no se quede con sus producciones acarreadas, fenómeno que ha disminuido en la provincia y se debe erradicar, al igual que las deudas. «Hoy en Villa Clara están creadas todas las condiciones para que Acopio recoja y pague en tiempo las mercancí­as », añadió Pérez González.

Otra de las buenas nuevas del abastecimiento local es el trabajo con la agroecologí­a en la elaboración y empleo de biofertilizantes y bioplaguicidas que se producen en el Sistema de la Agricultura, son más favorables para la salud humana y contribuyen sustancialmente a disminuir importaciones; y más cuando el paí­s solo puede comprar de un 30 a un 35 por ciento de los quí­micos que urgen en los sembrados.

La provincia tiene a su favor el apoyo del INIVIT en la producción de vitroplantas y semillas para obtener cosechas de calidad y continuar el fomento de la agricultura urbana, suburbana y familiar.

Según Pérez González, Villa Clara cuenta con territorios grandes productores de determinados cultivos en los que hay un mayor déficit del resto de los alimentos; como por ejemplo Encrucijada y Ranchuelo que tienen mucha caña y granos; y el caso de Sagua la Grande, con gran nivel poblacional y poca superficie dedicada a la agricultura.

De ahí­ que los tres municipios estén entre los de menor cantidad de libras percápitas; por lo que requieren de una mirada priorizada por parte de las autoridades del Gobierno, el Partido y la Agricultura.

Como ve, para bajar los precios y llevar al caldero una comida sana hay que aumentar la producción; y para ello el autoabastecimiento local constituye la carta de triunfo y la posibilidad de contribuir todos, desde nuestro pedacito, al rendimiento y sostenibilidad de los cultivos y, por ende, la nación.

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