Vasalgel o «la tierra prometida », sin velo ni justicia y el salto de Sudán

Esta vez les traemos historias que denotan cuánto influyen las mediaciones culturales en la solución o agravamiento de determinados conflictos.

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Empoderamiento femenino
La comercialización del primer anticonceptivo inyectable para hombes (sin reacciones adversas demostradas y con garantía de 13 años), resulta un hito de la ciencia anhelado por la población femenina en edad reproductiva. (Foto tomada de Internet)
Liena María Nieves
Liena Marí­a Nieves
9804
07 Junio 2020

¿No se los dije el mes pasado? Si cierto que aún no como querrí­amos, tampoco vamos tan mal como llegamos a temer en los peores momentos de esta especie de introspección colectiva, en la que unos y otros nos sentimos casi que obligados a compartir lo que sabemos, o suponemos, sobre el destino inmediato de esta humanidad atropellada por un virus.

Así­ continuamos, dispares en nuestras percepciones de peligro; asomando a la puerta no más que la nariz, o resignados a la idea de que no queda otra opción que plantarle batalla a la «bola verde con tarritos » como lo describe, con tanta gracia, el hijo pequeño de un amigo  y toca sacarnos al Coronel Valdés que todos llevamos dentro: «arriba caballero, que hay mucha cola que hacer todaví­a ».

Sin embargo, la vida no se detiene. El tiempo continúa dilatándose como caucho lí­quido, empeoran algunos problemas, otros se remedian, y hasta los asuntos de mayor interés permanecen intermitentes como un semáforo en rojo a las 12 de la noche.

En nuestra selección mensual de noticias les traemos historias que denotan cuánto influyen las mediaciones culturales y la pujanza de la sociedad en la solución o agravamiento de determinados conflictos, todo ello condimentado, además, por esta condenada pausa que nos asusta y engorda sin misericordia. Por tanto, no dilato más su encuentro con la lectura y me despido, momentáneamente, ilusionada con el abrazo que vendrá cuando se deshielen los lí­mites. Hasta entonces, les deseo salud, suerte y mucho amor.

Mundosex

Son millones las mujeres que ven transcurrir su existencia con un disimulado y silencioso propósito: que a los hombres les toque, al menos, una cuarta parte de los escollos biológicos y sociales que modelan su vida privada y profesional. ¡Ya quisiera yo verlos, un solo dí­a, con los tobillos inflamados por el embarazo, un sí­ndrome pre menstrual brutal y un jefe-vecino-acosador callejero de lengua incontinente y ojos de burro en celo! No nos quejamos de esta bendita feminidad, aunque sí­ resulta extremadamente deleitable el saber, de vez en vez, que la equidad de género gana espacios a través de polí­ticas y hechos concretos.

anticoceptivo inyectable masculino
(Foto tomada de Internet)

La anticoncepción, por ejemplo, se nos ha endilgado a modo de fardo personal: el embarazo como preocupación unilateral. La «doliente » debe procurar que no les falten condones en la gaveta de la mesa de noche, que no se le terminen las pastillas, marcar en rojo los dí­as de ovulación… Emancipación responsable le llaman, pero, a la vez, constituye algo así­ como una manera de sobrecargarnos, concienzudamente, con el peso de una responsabilidad que habrí­a de sobrellevarse entre dos.

Por ello, no es difí­cil imaginar la expectación con que la población femenina aguardaba el lanzamiento del primer anticonceptivo inyectable… ¡masculino!, cuya salida al mercado internacional se habí­a anunciado desde el pasado noviembre,  coincidentemente, para el mes en que se celebra el dí­a de las madres en más de 60 naciones. Y pasó mayo con sus tardes de lluvia, sus campos florecidos y sus paí­ses en cuarentena, así­ que el dí­a cero de, sin dudas, una nueva era para el concepto de sexualidad responsable, se pospuso hasta nuevo aviso.      

El fármaco, denominado Inhibidor Reversible de Esperma bajo Guí­a (Risug por sus siglas en inglés), se comercializará bajo el nombre de Vasalgel, y constituye el resultado de más de cinco años de trabajo del Consejo Indio de Investigación Médica. El Dr. RS Sharma, cientí­fico Senior de la División de Biologí­a Reproductiva, Salud Materna y Salud Infantil de dicha institución, informó a finales del 2019 que ya los ensayos habí­an terminado, «incluidas las pruebas clí­nicas de fase tres extendidas, para los cuales se reclutaron 303 candidatos con una tasa de éxito de 97 por ciento y sin efectos secundarios informados ».

No sé ustedes, pero en este punto siento que el corazón me late con una alegrí­a indisimulable. Y continúan las buenas noticias: a diferencia de la vasectomí­a una cirugí­a definitiva, el Vasalgel solo precisa de anestesia local y una inyección en la ingle, con el objetivo de que llegue a los conductos deferentes y bloquee el paso de los espermatozoides, pero no del lí­quido seminal.  Tampoco interfiere en la intensidad del orgasmo ni en el volumen de la eyaculación, y actúa a partir de los 15 minutos de aplicado.  

¿La efectividad?, ¡13 años garantizados!, por supuesto, solo en lo referente a la prevención de embarazos, ya que para las infecciones de transmisión sexual, el método más recomendable continúa siendo el preservativo. Hablamos, por tanto, de una alternativa reversible y sin riesgos probados sobre la salud de los hombres, a diferencia de las pí­ldoras anticonceptivas para mujeres, cuyos efectos «benignos » pueden ir desde el aumento de peso y el acné tardí­o, hasta trastornos hormonales con implicaciones mucho más serias.      

Incluso, ante la postergación, miles de usuarios han indagado en Internet para averiguar el posible precio del Vasalgel estimado, aproximadamente, en 150 dólares el bulbo, aunque varias organizaciones sanitarias aclaran que algunas naciones súper pobladas podrí­an incluirlo, libre de costo, en sus planes de Salud.

Ahora sí­ no habrán pucheros de macho asustado que no quiere saber de salón y bisturí­ ah, pero nosotras sí­ podemos. Sin embargo, la educación sexual no pasa solo por la responsabilidad para con la pareja, sino por aptitudes de una dimensión humanista superior, como la empatí­a, la solidaridad y el amor incondicional.

¡No me lo vas a creer!  

Los iraní­es Seyed Ahmad Moinshirazi, excampeón mundial de kickboxing profesional, entrenador y dueño de varios gimnasios, y Shabnam Shahrokhi, su esposa, madre de sus dos hijos y una de las más reconocidas influencers en la nación islámica, acaban de conocer, con tristeza y espanto, las sanciones impuestas contra ambos por un tribunal de su paí­s: nueve años de cárcel para él, y siete años de reclusión, más 74 latigazos y tres meses de trabajos voluntarios para ella.  

Seyed y Shabnam comparten, además de una familia hermosa, la pasión por una «militancia » tibia que, con Instagram como tribuna, divulga las opiniones del matrimonio sobre temas relacionados con la equidad de género, la desigualdad social, la pobreza y la necesidad de respetar los derechos humanos de la población musulmana. Shabnam, además, ha publicado imágenes con sus pequeños, en escenas hogareñas, abrazada a su esposo, haciendo ejercicios, todo ello, sin velo que le cubriera el rostro.

matrimonio iraní­ condenado
Seyed y Shabnam con sus hijos. Este es el tipo de imagen «inmoral » por la que se les condena. (Foto tomada de Internet)

La sentencia se divulgó a finales de mayo, pero desde septiembre de 2019 la familia debió exiliarse en Turquí­a, tras ser interrogados durante más de cuatro horas y pasar una noche en la prisión. Demasiadas fotografí­as «impúdicas » reitero, por no llevar puesto el velo; las mujeres no tienen por qué opinar ni los hombres deben permití­rselo, la decencia, ¡oh!, la decencia. ¿La lista de cargos?: propaganda contra el gobierno y, fundamentalmente,   «publicación de contenidos obscenos y vulgares que atentan contra     la moral pública y propagan la corrupción moral ». Si vieran los perfiles de nuestros adolescentes….

Los abogados de la pareja deberán asumir una defensa muy compleja ya que sus «infracciones » comprometen la letra de la Sharí­a, la ley que instituye el código de conducta en las naciones islámicas, duramente cuestionada por la rigidez y violencia de los castigos que propone, como la lapidación, la amputación y la pena de muerte.

La vida real, abofeteándonos con esta clase de sucesos que más parecen cosa de otro mundo que una posibilidad factible.

Sexo al Derecho

ley de prohibición contra la mutilación genital femenina
(Foto tomada de Internet)

Nueve de cada diez mujeres y niñas sudanesas han sido sometidas a alguna de las múltiples formas de la mutilación genital femenina (MGF). Todas traumáticas, peligrosas; raí­z de problemas crónicos de salud (fí­sica y mental), anorgasmia, y causa de muerte, según estimaciones anuales de la ONU, de aproximadamente 200 000 muchachas que no logran dar a luz la mortalidad infantil también resulta pavorosa después de que se les extirparon sus órganos genitales.  

Sin embargo, la nación africana anunció a principios de mayo que comenzará a penalizar esta tradición ritual, extendida en, al menos, 27 paí­ses del continente, con una normativa que permite condenar a su autor con tres años de cárcel y el pago de una multa.

«La prevalencia de la MGF en Sudán es una de las más altas a nivel mundial. Ahora es el momento de utilizar medidas punitivas para garantizar que las niñas estén protegidas de esta práctica tortuosa », declaró Faiza Mohamed, directora regional de ífrica para el programa Igualdad Ahora.

La enmienda a la legislación aprobada por el gobierno sudanés especifica que, cualquiera que realice una de estas cirugí­as dentro de un establecimiento médico o en cualquier otro lugar, enfrentará una sanción sin precedentes en la generalidad de los paí­ses practicantes. No obstante, todaví­a se le considera indulgente si se compara con el acto criminal de truncar el bienestar í­ntimo y emocional de criaturas que, en la mayorí­a de los casos, ni siquiera rebasan los seis años de edad.

Los activistas por los derechos de las mujeres y las niñas ya advirtieron sobre una preocupación lógica que podrí­a boicotear el alcance de la ley: la complicidad y el silencio de las poblaciones que continúan valorando la mutilación genital femenina como una ceremonia necesaria para poder casar a sus hijas con los mejores candidatos, pues a nivel social se comparte la idea de que constituye un sí­mbolo de prosperidad, pureza y lealtad.

«Tener una ley contra la MGF actúa como un elemento disuasorio importante, sin embargo, Sudán se enfrentará a grandes desafí­os para hacer cumplir la legislación. Las comunidades pueden buscar formas de evitar la detección, a la vez que aquellos funcionarios que creen en esta práctica pueden obviar la ley », enfatizó Faiza Mohamed.

Un paso a la vez. Resulta casi increí­ble que un paí­s donde predomina la población musulmana haya enfilado su rumbo hacia un futuro donde la protección a la mujer no dependa de las buenas intenciones de voces aisladas, sino de una voluntad rectora que ya es ejemplo en la región.

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