
Cuando se tiene bien definida la responsabilidad que conlleva un servicio, o el respeto que merece el cliente, todo trabajo sale bien. Sin consignas ni globos inflados, ni justificaciones ante chapucerías.
Así lo ha dejado ver el colectivo de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Cubacatering Santa Clara, del aereopuerto internacional Abel Santamaría Cuadrado, en la capital villaclareña: se labora con empeño, respetando altos estándares de calidad, y el resultado los acerca, poco a poco, al propósito de convertirlos en líderes del catering aéreo internacional en el Caribe.

El director de la UEB, Julio A. Leiva Calderón, precisa: «Siempre recalco la idea de que el aeropuerto es como el primer y el último hotel del turista en su estancia en Cuba. Si, cuando el pasajero va a salir del país, no encuentra aquí lo que busca, o el trato que recibe no es bueno, puede irse disgustado. Por eso hay que darle especial atención, garantizarle lo mejor ».
«Además, todas las líneas aéreas que vienen con su catering son competidoras para nosotros. Es una razón de más para que cuando nos soliciten nuestros servicios, se los ofrezcamos en el tiempo y con la calidad concertados ».
La entidad se responsabiliza también por la gastronomía de las instalaciones aeronáuticas: «En las áreas exteriores del “Abel Santamaría†tenemos quioscos y otros locales con ofertas en moneda nacional y divisa; y en el interior, en el salón de última espera, un snack bar y una bombonera-licorera. Vendemos comidas elaboradas y productos industriales para la exportación, como ron, tabaco, miel y café cubanos, de alta demanda y muy buena aceptación entre los clientes ».
En cerca una década de existencia, la UEB villaclareña que incluye el catering de los aeropuertos Las Brujas, en la cayería norte de la provincia, y del «Jaime González », de Cienfuegos no ha suspendido su servicio ni ha recibido quejas de los clientes. Incluso, después del paso del huracán Irma por el territorio, mantuvo las ofertas comerciales y gastronómicas con la variedad y calidad requeridos. Y tan satisfactorio como encontrar frutas tropicales aquí después del huracán, resulta el empeño puesto desde todas las partes involucradas, en función de la excelencia y competitividad de Cubacatering.
Cada cual a su oficio
El ciclo de trabajo parece estar pensado hasta el detalle: sólidas contrataciones con los proveedores, personal calificado y confiable, higiene extrema en cada una de las áreas, servicios en CUC y CUP para viajeros y familiares, productos nacionales como prioridad para exportar…Cuando esa maquinaria echa a andar, el perfeccionamiento empresarial no se presenta como propósito, se constata.

«El catering aéreo internacional resulta muy exigente comenta René Rodríguez Suárez, el jefe de producción y catering. Nuestra empresa es de las pocas en el país que tiene implementada la norma ISO 9001:2015, estamos certificados por el Bureau Veritas (líder en ensayos, inspección y certificación a nivel internacional) y somos auditados por cada aerolínea que solicita nuestros servicios, además de los chequeos habituales que recibimos por parte de la empresa, Salud Pública y otras entidades.
«En todos los casos, los resultados son positivos, y eso deriva en buenos resultados salariales para los trabajadores y la entidad, y nos motiva a seguir mejorando ».
Aerolíneas de gran porte de Alemania, Francia, España y República Checa, además de Cubana de Aviación, han concertado de manera satisfactoria los servicios del catering villaclareño. Esta última, y la firma checa Travel Service mantienen actualmente contratos con la UEB Santa Clara, confiabilidad ganada, en buena medida, por el aporte de los trabajadores.
Así lo hacen ver Ernesto González González y Loanys Meléndez Hernández, dependiente y cocinero, respectivamente, del catering santaclareño.
El primero, graduado de la escuela local de hotelería y turismo y con más de 10 años de experiencia en el oficio, defiende el trato cortés y rápido a los clientes, atenderlos y orientarlos en lo que van a consumir aquí o llevarse para su país. Mientras Loanys asegura que las condiciones de trabajo, las relaciones en el colectivo y los altos ingresos aumentan la motivación.

«Nos han llegado felicitaciones de las aerolíneas por el servicio, y esa misma satisfacción la vemos en el comedor obrero, con nuestras comidas, porque ponemos la misma dedicación y responsabilidad para unos y otros, y siempre tratamos de que nos salgan bien las cosas ».
Marcela Artiaga, una cubana que vive en Canadá y visita regularmente a su familia acá, ratifica los testimonios anteriores: «Una nota el respeto, el buen trato; yo lo he comprobado en el salón de última espera pero me doy cuenta de que la calidad no es solo ahí, para el extranjero, porque mi familia me espera fuera del aeropuerto y a veces compran cosas en los quioscos, y allí el servicio también es excelente ».
Aparte de la profesionalidad a la que han acostumbrado a los clientes, los trabajadores de la UEB Cubacatering Santa Clara destacan entre los contribuyentes habituales del proyecto Para una sonrisa, del hospital pediátrico provincial José Luis Miranda. Del salario y las propinas recibidos, suman voluntariamente unos 1000 o 1500 CUC al año, destinados a necesidades de la instalación médica y regalos en confituras, mobiliario, equipos eléctricos…, para mejorar las condiciones de ingreso de los pacientes.
Cuando la calidad viene así, acompañada de buena voluntad y un trato exquisito; cuando la competencia se convierte en un camino hacia el perfeccionamiento, sin minar el lado humanitario del colectivo, el servicio resulta prácticamente inmejorable, y con Cubacatering Santa Clara dicho por los propios clientesla excelencia alcanza para comer y llevar.