Che Guevara, previo al acto de inauguración, recorrió talleres y valoró la calidad de producciones que abrían el camino a una ciudad en la cual se «está desarrollando un fuerte núcleo metalúrgico», como dijo en el acto. (Foto: Archivo de Vanguardia)
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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24 Julio 2019
24 Julio 2019
hace 4 años
La última de las cuatro fábricas villareñas inauguradas por el Che, la INPUD Primero de Mayo, celebra este 24 de julio los 11 lustros de existencia con el compromiso de los trabajadores por elevar la eficiencia económica y la calidad de terminados dirigidos a programas estratégicos de ahorro energético y la construcción de viviendas.
Otras tres entidades metalúrgicas antecedieron en 1964 a la fundación de la INPUD: Planta Mecánica Fabric Aguilar Noriega, la Fábrica de Bujías de Encendido Neftalí Martínez y la de Bicicletas Heriberto Mederos las últimas, en Sagua la Grande y Caibarién, respectivamentecon lo cual arrancó un complejo proceso de desarrollo fabril fruto de la colaboración con el entonces campo socialista.
De esas industrias nacidas entre mayo y julio de aquel año, ninguna ofrece mayores surtidos a los hogares cubanos que la INPUD, creadora desde entonces de refrigeradores, ollas de presión convencional, fogones de gas, fregaderos y cafeteras.
Son renglones fundamentales que durante bonanzas de suministros de materia prima garantizaron las entregas sistemáticas al mercado interno. También en restricciones económicas sumaron artículos alternativos que mantuvieron activos los talleres y el ingenio innovador de los trabajadores.
Marisol Montero Lago, directora general de la empresa, hizo referencia a los instantes en los cuales la fábrica colapsó durante los primeros años de la última década del pasado siglo. Después reemprendieron los terminados de refrigeradores y ventiladores domésticos, hasta que en 1998 registraron un alza con más de 20 millones de pesos en producción a partir de la confección de artículos de plástico y luminarias comercializadas con entidades cubanas.
Indicó que después «perfeccionaron la planificación económica con materias primas nacionales », tal como siempre inculcó el Che Guevara en tareas de organización del análisis de los costos, la disciplina financiera, el inventario de los fondos básicos, las normas de trabajo, las inversiones, el mantenimiento y la capacitación de la fuerza de trabajo que aquí en la actualidad alcanza el 25 % de jóvenes.
Uno de los cuatro fundadores de la entidad, Miguel Montero Betancourt, todavía en activo como jefe del área de mantenimiento, recordó aquellos años previos a la arrancada de una fábrica que consolidó el proceso de industrialización en la antigua provincia de Las Villas. Entonces «unos 350 jóvenes procedentes del sector azucarero se formaron como obreros calificados y técnicos medios para asumir labores especializadas en los talleres, proceso que observó de muy cerca el Comandante Che Guevara, ministro de Industrias », dijo. Después de la formación calificada quedó organizada la Planta de Moldes y Troqueles, primera en arrancar para abastecer a la INPUD de los herramentales necesarios.
En el acto, presidido por Yudi Rodríguez Hernández, miembro del Comité Central del Partido y su primera secretaria en Villa Clara, se entregaron diplomas de reconocimiento a Montero Betancourt, Iván Rosales Gómez, Erquis Sosa Martínez y Raúl Cepeda Alberdi, fundadores en activo.
También la dirección de la fábrica recibió la Distinción 330 Aniversario de la fundación de Santa Clara, galardones que comprometen a los trabajadores de la entidad a redoblar esfuerzos productivos con el espíritu de eficiencia que animó el Che cuando ideó una industria nacional de utensilios domésticos dirigidos a la familia cubana.