
A pesar de la difícil situación coyuntural, las medidas tomadas por el Gobierno cubano para la transportación de pasajeros comienzan a dar sus frutos. La mayor parte de los choferes de carros estatales e, incluso, particulares, responden con sensibilidad para ayudar a sus coterráneos.
Aún falta mucho por hacer, sobre todo en aquellos puntos donde el Cuerpo de Inspectores de Atención y Ayuda al Pasajero (amarillos) no alcanza a ejercer sus funciones. Usted, qué depende de un transporte público para enfrentarse a un aula, atender a un enfermo o prestar los más variados servicios a la población, coméntanos sus impresiones. Ya estamos en debate.
(Cámara: Carlos Rodríguez Torres)