
A este 6 de junio, aniversario 59 de su fundación, el Ministerio del Interior (Minint) de Cuba llega más engrandecido. A sus múltiples funciones como garante de la defensa de la Revolución y la tranquilidad ciudadana, ha sumado responsabilidades propias de los tiempos de pandemia que vivimos.
Hoy no existe una cola donde los miembros del Minint no estén presentes en su organización ni un lugar donde sus vigilantes ojos no garanticen el cumplimiento estricto de las medidas higiénico-sanitarias orientadas por el Gobierno, en particular, el uso del nasobuco.
Tampoco ha faltado su entrega incondicional para patrullar nuestras calles, sin descuidar ninguna de las otras múltiples encomiendas confiadas como órgano de la seguridad interior.
Fidel, en el décimo aniversario de la fundación del Minint, el 6 de junio de 1971, afirmó: «Y creemos realmente que el papel del funcionario del Ministerio del Interior, del combatiente del Ministerio del Interior, es uno de los papeles más honrosos y más dignos que pueda tener un revolucionario en este proceso; uno de los trabajos llenos de estímulos, uno de los trabajos llenos de honra, llenos de confianza ».
A esa honra, a esa confianza, le han sido fieles sus integrantes. Cercano a la conmemoración, Vanguardia conversó con cuatro de esos dignos hombres y mujeres que trabajan en función de la tranquilidad ciudadana.
Orgullo y pasión investigadora
Apenas tiene 23 años y solo acumula la experiencia de dos meses de trabajo. Se llama Dailenys Clavijo Martínez, es licenciada en Derecho, graduada el 13 de marzo pasado, e investigadora criminalista en la Tercera Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Santa Clara. Milita en las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Aún tiene mucho que aprender en una profesión donde la psicología y el dominio de las técnicas de la investigación resultan claves. Sin embargo, la pasión y sus deseos dan fe de sus potencialidades para convertirse en una excelente profesional.
«Estoy viviendo una experiencia nueva, pues no es lo mismo ser estudiante que ahora trabajadora. Para mí todo es muy bonito y sobre todo muy humano. Ayudar a las víctimas de un hecho delictivo y tratarlas con respeto y profesionalidad son parte esencial de mi trabajo. Eso me reconforta mucho. Estoy consciente de mi compromiso con el cumplimiento de la legalidad socialista ».
Dailenys habla con entusiasmo del equipo que en calidad de investigadora dirige: «Tengo mucho por aprender, pero me gusta lo que hago. Resulta duro ver a la gente perder sus pertenencias debido a un robo, aunque también da alegría esclarecer el caso y devolvérselas.
«Ponerme en el lugar del otro hace mi trato más humano y respetuoso. Ahora mismo estamos investigando un robo con fuerza en una panadería de la ciudad, hecho agravado en estos tiempos de la COVID-19, y que pretendemos esclarecer, pues se trata de alimentos de primera necesidad. Son días de poco descanso, pero el trabajo me hace feliz ».
Consagración permanente
La responsabilidad es grande, tan grande como su compromiso. Acumula cinco años de experiencia y tras haberse desempeñado al frente de la Cuarta Unidad de la PNR en Santa Clara durante año y medio, Loandy Méndez Martínez, de 27 años, lleva un mes desempeñando el cargo de jefe de Grupo de Sectores de la PNR en Santa Clara; lo que equivale a que este joven primer teniente, graduado en la especialidad de Criminología de la Facultad Independiente General de Brigada Luis Felipe Denis, esté al frente de los jefes de sectores con que cuenta la capital de Villa Clara.
«Es un cargo que exige casi las 24 horas. Inicio mis labores a las 7:00 a. m. con una reunión operativa, que actualmente reclama, además de la vigilancia y el patrullaje, el cuidado y organización de las colas, velar por que todos los ciudadanos usen correctamente el nasobuco y estar al tanto de cualquier alteración del orden público.

«A las 4:00 de la tarde se hace una valoración de lo sucedido durante el día, y de nuevo, entre 8:00 de la noche y 2:00 de la mañana se retoman las labores de vigilancia y protección de la ciudadanía. En esos horarios nocturnos concentramos la atención en limitar las aglomeraciones, evitar la ingestión de bebidas alcohólicas y que las personas deambulen hasta altas horas de la madrugada; siempre al tanto para enfrentar hechos delictivos, como el sucedido a la 1:00 de la madrugada del pasado miércoles 27 de mayo, cuando en el reparto Escambray un ciudadano fue capturado in fraganti, mientras robaba la ropa tendida en un balcón del tercer piso de un edificio.
«En fin, largas horas en el cumplimiento del deber, que me hacen ser disciplinado, exigente y entregado a la Revolución ».
Claro, todo sacrificio tiene su precio. En su caso, el de estar lejos de Emily, su pequeña hija de un año y diez meses, al cuidado de los abuelos maternos, allá en Sagua la Chica.
Pero también tiene su recompensa: «La satisfacción de pertenecer a la Policía Nacional Revolucionaria y participar de manera activa en la protección de la ciudadanía. Siento orgullo de lo que soy, de lo que hago y de ser depositario, como generación joven, del futuro de nuestra Revolución ».
Patrullero siempre
Edel Yanes Rivero lleva diez años de chofer del auto patrulla 257. No concibe su vida alejado de lo que hace, y a sus 28 años conjuga juventud y experiencia. Milita en las filas de la UJC y es el secretario de su comité de base.

Sus horarios de trabajo pueden ser diurnos (8:00 a. m. a 7:00 p. m.) o nocturnos (7:00 p. m. hasta las 8:00 a. m.), siempre con el propósito de la vigilancia y el patrullaje de nuestras calles. «Cada día se nos asigna un sector. En mi caso, casi siempre, corresponde a la zona hospitalaria, y los repartos Vigía, Escambray, Sakenaf y Caracatey; unque nos movemos por otros lugares de la ciudad, siempre al tanto de las llamadas de la Guardia Operativa,
«Ante cualquier solicitud, nos trasladamos hacia el lugar para intervenir y enfrentar el delito. Así sucedió, para poner un ejemplo, el domingo pasado, la misma noche de las lluvias e inundaciones, cuando en la calle San Pedro, entre Martí e Independencia, capturamos a dos ciudadanos que intentaban robar en una casa. Eran aproximadamente las 3:30 de la madrugada, y les fueron ocupadas una mochila con pinzas de corte y una segueta, instrumentos utilizados en sus fechorías.
«Tengo otros ejemplos, pero lo más importante es sentir la satisfacción del deber cumplido y, sobre todo, recibir el agradecimiento de la gente.
«Empecé a los 18 años y cada día aprendo algo nuevo. Estoy en el barrio, en directo con la población, en la ayuda al pueblo, que incluye evitar aglomeraciones, cuidar el uso del nasobuco y persuadir a las personas para mantenerse en casa. Para todo eso estamos nosotros. Realmente siento orgullo por mi labor ».
Incondicionalidad ante todo

El mayor Víctor Noel Cuéllar Contreras resultó el más experimentado de los entrevistados, pues acumula 28 años de servicio dentro del Minint. Ocupa la responsabilidad de jefe del í“rgano de Inmigración y Extranjería en Villa Clara y, desde el 29 de marzo, al decretarse el cierre de fronteras, asume una responsabilidad inusual, pero que ha probado la incondicionalidad de sus subordinados:
«En tiempos normales tenemos bien delimitado nuestro trabajo y lo cumplimos con responsabilidad y eficiencia. Ahora, ante la realidad de Cuba y el mundo, nos dedicamos a enfrentar la pandemia desde diversos frentes: centros de aislamiento, organización de las colas en diferentes puntos de venta y en las agencias bancarias, en los consejos populares y en donde haga falta.
«Para esas nuevas misiones recibimos preparación, y la asumimos con responsabilidad y compromiso, tal y como nos corresponde como oficiales y miembros del Minint. La respuesta de mis compañeros ante el reto ha sido muy positiva, la misma que daremos cuando el país decida regresar de manera paulatina a la normalidad y se decrete la apertura de nuestras fronteras ».
Con 49 años y 24 laborando en el órgano de Inmigración y Extranjería, Víctor Noel prestigia a la institución a la que pertenece y como parte de su deber al servicio de la Revolución representa al Minint en el Consejo Popular Antón Díaz, en Santa Clara: «Son pocas las horas de descanso, pero satisfecho con lo que hago ».
Los cuatro son paradigmas de lo expresado por el Comandante en Jefe en 1976, cuando afirmó: «Este hombre que está frente a mí es del Ministerio del Interior; lo respeto y lo tengo que respetar, no solo porque ostenta la autoridad legal, sino porque es un hombre íntegro, intachable, insobornable y porque tiene la confianza, el cariño y el apoyo de todo el pueblo ».

Enfrentamiento a las violaciones de las medidas de aislamiento social (marzo-actualidad)
- 49 denuncias de propagación de epidemias
- 92 denuncias por desobediencia
- 27 denuncias por desacato
- 1 denuncia por atentado
- 6222 ciudadanos multados por el no uso del nasobuco
- 15 824 multas por ilegalidades e indisciplinas en la vía.
- 59 medidas aplicadas a «coleros » (34 advertencias, 18 profilaxis, 5 propagación de epidemias y 2 por desobediencia)
- 7905 ciudadanos apercibidos por violaciones de medidas aislamiento
- 174 ciudadanos procesados por delitos contra la autoridad
- 90 ciudadanos acusados por propagación de epidemias