Criadores aví­colas en la avanzada cubana

La garantí­a constante de huevos fértiles para plantas de incubación refuerza el prestigio de productores especializados de Camajuaní­.

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Granja de ponedoras, Villa Clara
De la producción de huevo fértil (luego a incubación y granjas de inicio-desarrollo), dependen, como se aprecia en la imagen, los resultados que se obtengan en ponedoras. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
2902
10 Junio 2020

La producción del huevo fértil destinado a plantas de incubación para obtener las futuras aves de reemplazo en granjas de ponedoras  hace que  la Unidad Empresarial de Base (UEB) Rolando Vera Martí­nez, de Camajuaní­, sea una de las mejores de su tipo en el paí­s.

La entidad cerrará dentro de poco el ciclo productivo de las aves (gallos y gallinas) de lí­neas genéticas cubanas, luego de extender por tres meses la habitual crianza,  con recolecciones superiores a los 6 500 000 huevos, cifra por encima de lo estimado, dijo Adalberto Dí­az Carballo, el director.

La alimentación sistemática y la vigilancia veterinaria son decisivas  para mantener la masa aví­cola. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Con diez naves en explotación y unos 4500 animales por cada uno de esos locales, la UEB   aví­cola de Villa Clara se coloca, entre las homólogas cubanas, como abanderada de los últimos seis años, añadió Dí­az Carballo.

Los méritos, a pesar de las medidas higiénico-sanitarias de enfrentamiento a la COVID-19, se deben al trabajo colectivo que acometen los 63 criadores de la instalación, así­ como a los volúmenes de recogida de huevos fértiles, el mantenimiento del potencial genético, las labores de bioseguridad y el cuidado veterinario de la masa, apuntó.

Ihosvani González Espinosa, jefe de producción, detalló que el perí­odo próximo a culminar se prolongó más allá de los normales diez meses debido a las necesidades del paí­s  de contar con el reemplazo de ponedoras, luego de pasar las futuras gallinas obtenidas en incubación a unidades de inicio y después a granjas de desarrollo.

En total, al incluir las producciones que van a plantas incubadoras y otras no aptas para ese proceso, se recogerán unos 7 500 000 huevos, volumen superior al planificado. En el primer caso, los acopios dirigidos a incubación aví­cola, la selección es precisa y velan por la calidad y su conservación para después lograr una buena productividad en los nacimientos, acotó.

La productividad en granjas de ponedoras, en principio, derivan de la  calidad del huevo fértil obtenido en la crianza piso. (Foto: Luis  Machado Ordetx)

La provincia cuenta con otra UEB de propósitos similares a los de la «Rolando Vera Martí­nez », radicada en Santa Clara; pero la granja de Camajuaní­ trasciende en cumplimientos que permitieron suministros de huevos a los centros de incubación de Mayabeque, Matanzas, Artemisa y Camagí¼ey, resaltó Dí­az Carballo.

Cuando concluya el ciclo de crianza en el piso del cruce de gallo L-1 con gallina L-32, de la lí­nea Leghorn, válidas para obtener un huevo fértil que en el proceso de incubación garantice la presencia del hí­brido L-33, ponedora de un elevado comportamiento productivo, las aves de la UEB de Camajuaní­ pasarán directo al sacrificio en matadero.

Entonces, aclaró el directivo, prepararán las condiciones técnico-sanitarias para recibir pollitas de reemplazo, las cuales, por su selección y calidad, contribuirán al inicio de otra crianza de rebaño aví­cola.

Precisó González Espinosa, el jefe de producción, que en la actualidad se esmeran en la atención a la vaquerí­a y el aumento de cerdos, y acondicionan tierras aledañas del autoconsumo para impulsar siembras de ciclo corto que contribuyan a la alimentación de los trabajadores.

Eso, dijo, sustituye también importaciones al paí­s y refuerza el compromiso de lograr mayores producciones dirigidas al colectivo laboral y sus familiares.

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