La consagración de los trabajadores del hospital Celestino Hernández Robau (+Galerí­a)

Atendieron a contagiados de la COVID-19 sin abandonar a los pacientes oncológicos. Ahora retoman sus servicios habituales, con responsabilidad y entrega.

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hospital Celestino Hernández Robau de Villa Clara
María Ester Sánchez Chaviano, paciente oncológica resaltó la calidad humana y el trato de excelencia que ha recibido. (Foto: Carolina Vilches Monzón)
Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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02 Julio 2020

En Villa Clara, como en toda Cuba, el personal de la Salud ha tenido una actitud digna de la mayor admiración, pero eso no minimiza en absoluto la consagración mostrada por los trabajadores del Hospital Universitario Celestino Hernández Robau, de Santa Clara, quienes atendieron a 333 sospechosos de la COVID-19 de ellos, 91 fueron casos confirmados sin abandonar ni un minuto a sus pacientes oncológicos ni perder la profesionalidad que caracteriza a los 1036 trabajadores que laboran en la reconocida institución de Salud villaclareña.

Para el Dr. Manuel Toboso Alcántara, director del centro, los dí­as de la COVID-19 fueron de trabajo muy intenso, con muy pocas horas de sueño y el desasosiego de enfrentar una enfermedad desconocida y a riesgo de contraerla ellos mismos.

Hospital Celestino Hernández Robau
El doctor Manuel Toboso Alcántara, director del «Celestino Hernández », destacó la calidad humana del colectivo de trabajadores.  (Foto: Carolina Vilches Monzón)

Pero, nunca los médicos ni el personal de enfermerí­a y de otras áreas clave perdieron la confianza en que podí­an salir adelante y vencer al letal nuevo coronavirus. Incluso, en aquellos momentos en que Villa Clara tení­a una alta tasa de incidencia de la pandemia y el número de casos sobrepasó la capacidad de camas del Hospital Militar Comandante Manuel  Fajardo.

La Dra. Fedora Peñate, subdirectora de Asistencia Médica, no olvida aquellas extenuantes jornadas,  que iniciaban al filo de la madrugada y todaví­a pasadas las 11:00 de la noche permanecí­an en el hospital.  Mucho más en su caso, pues representó a la institución en cada Consejo de Defensa Provincial, que a diario se realizaba a las 6:30 a.m., pero  antes debí­a pasar por el hospital para obtener la información más actualizada.

Hospital Celestino Hernández Robau
La doctora Fedora Peñate asumió la COVID-19 sin abandonar sus consultas, ni sus funciones como subdirectora de Asistencia Médica. (Foto: Carolina Vilches Monzón)

La misma doctora Fedora que unas horas después organizaba el sistema de trabajo de todo el personal médico y de enfermerí­a del hospital y daba las consultas a sus pacientes oncológicos.

Por suerte, esos dí­as en que una parte estaba aislada y la otra recibí­a pacientes oncológicos pasaron ya para el «Celestino Hernández Robau », conocido todaví­a por muchos como Hospital Viejo. Ahora retorna a una nueva normalidad, con las medidas higiénico-sanitarias propias de la primera etapa de la fase pos-COVID y el respeto estricto del distanciamiento fí­sico.

Hospital Celestino Hernández Robau
La adopción de las medidas higiénico-sanitarias es vital en toda institución de la Salud Pública. (Foto: Carolina Vilches Monzón)

También reasumen, como cada año por estos meses, el ingreso de los pacientes presuntivos de dengue o con patologí­as respiratorias que los hacen vulnerables. Para  ello tienen disponibles 26 camas, a las cuales se sumarán otras 36, con la entrada del personal de enfermerí­a que se reincorpora tras cumplir los plazos de aislamiento pos-COVID.

Hospital Celestino Hernández Robau
En el Laboratorio Clí­nico.  (Foto: Carolina Vilches Monzón)
Hospital Celestino Hernández Robau
La jefa de Sala de Medicina Interna, doctora Liset Rojas Fariñas en plena atención a una paciente. (Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

Igualmente, como hospital que atiende a pacientes oncológicos de la región central, cada dí­a  recibe enfermos de Cienfuegos y Sancti Spí­ritus, y hasta de Ciego de ívila y Camagí¼ey, para la braquiterapia.

Recorriendo el hospital pudimos visitar el laboratorio  donde se realizan los análisis complementarios y también la Sala 3, que atiende a pacientes con diversas patologí­as de medicina interna, como la diabetes y las insuficiencias cardí­acas, entre otras. Allí­ pudimos observar el eficiente trabajo  de la Dra. Liset Rojas Fariñas, jefa de Servicios de Medicina Interna y especialista de primer grado.

Finalmente estuvimos en el local donde los pacientes reciben la quimioterapia, un lugar que impresiona, tanto por lo que allí­ sucede como por la calidad humana y el amor que muestra su personal hacia los enfermos.  

Y es que realmente el «Celestino Hernández Robau » ganó la medalla olí­mpica del altruismo y el amor al prójimo, y, de seguro, cada noche  muchos villaclareños dedican sus aplausos a esos consagrados trabajadores.  Ese aplauso por la vida que bien merecen.

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