Andar el campo

La Etica Centro, institución cientí­fica radicada en Villa Clara, llega al aniversario 36 de fundada. Desde entonces apuesta por la investigación sistemática del cultivo de la caña de azúcar y sus procesos agrí­colas.

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Etica Centro, Villa Clara
Desde los laboratorios de la biofábrica, por erigirse en centro científico-productivo, se vela por la calidad de los procesos técnicos. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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05 Septiembre 2020

Hay silencios que valen oro cuando del laboratorio se pasa a las pruebas de campo, al lado del cosechero, en la búsqueda insistente de soluciones novedosas y alternativas que permitan elevar los rendimientos agrí­colas del paí­s.

Son realidades sobre las que se empina la Estación Territorial de Investigaciones de la Caña de Azúcar (Etica), en Ranchuelo; una institución que define, con la ciencia y desde ella, los derroteros de ese cultivo en el centro-norte cubano.

Etica Centro, Villa Clara
El monitoreo de las particularidades de los bloques experimentales de  caña situados en la Estación Sagua la Grande y Espartaco  (Cienfuegos), constituye la primera mirada de los investigadores en la  evaluación de variedades azucareras y más resistentes a plagas y  enfermedades. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Ya hablan no solo de la vital e histórica gramí­nea, necesaria para el abastecimiento a los ingenios. También abordan proyectos biotecnológicos en otros cultivos, alternativas en el estudio y mejoramiento de los suelos, así­ como el enfrentamiento de plagas y enfermedades; el empleo óptimo de la maquinaria agrí­cola, el extensionismo y la promoción, junto a otras instituciones y organismos, de perspectivas investigativas.

Las propuestas, obvias en estos tiempos, se dirigen, además, a la sustitución de importaciones, la socialización de conocimientos y el fomento de renglones eficientes para la comercialización foránea. No hay sí­ntesis posible al resaltar los sistemáticos logros que acumulan en diferentes esferas cientí­fico-productivas. Así­ sustentó su formulación Irenaldo Mora Delgado, director de la estación.

Durante el actual año, por tercera ocasión consecutiva alcanzaron la condición de Vanguardia Nacional del sector azucarero. Ahora laboran en 32 proyectos relacionados con la obtención de variedades, la conservación de germoplasmas de caña y la valoración de progenitores que inciden en el mejoramiento genético de la planta.

Etica Centro, Villa Clara
Jardí­n de variedades de caña, primera selección de los productores para, de acuerdo con las caracterí­sticas de los suelos, impulsar el cultivo de la gramí­nea. (Foto: Luis Machado Ordetx)

También fundamentan indagaciones vinculadas al «uso de variedades para la alimentación animal y como combustible, las especificidades del suelo, el riego de agua, el empleo de la maquinaria, la biotecnologí­a vegetal y la agricultura de precisión », dijo el Dr. en Ciencias Osmany Aday Dí­az, investigador titular.  

Etica Centro, Villa Clara
Los investigadores Osmany Aday Dí­az (izquierda) y José Ramón Gómez Pérez (derecha), evalúan particularidades de áreas cañeras con experimentos especí­ficos en el desarrollo foliar. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Sin recetas  

Hoy, sábado 5 de septiembre, la Etica está de plácemes. La entidad, que atiende el cultivo de la caña en Villa Clara y Cienfuegos, festeja los 36 años de su fundación. Vital resulta el diálogo con fundadores que ayudaron a gestarla y actualmente sustentan un camino investigativo.    

La Dra. en Ciencias Enma Pineda Ruiz, especialista en Suelos y Agroquí­mica, destaca la valí­a de siete experimentos cuatro en la estación y tres en un bloque de cultivo ubicado en áreas del antiguo ingenio Antonio Finalet, en Sagua la Grande desarrollados en cañaverales en fomento. Allí­ aplican dosificaciones de nitrógeno, potasio y fósforo, y fuentes alternativas orgánicas, como la cachaza. Hacen, además, cálculos.

Etica Centro, Villa Clara
La Dra. C. Enma Pineda Ruiz muestra el saco de Fertilizante Organomineral, ya en aplicación en suelos ferralí­ticos amarillentos que abundan en Cienfuegos. (Foto: Luis Machado Ordetx)

«Los experimentos demuestran la base de conocimientos diseminados por la Red de Estaciones del Inica (Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar) del paí­s y facilitan el perfeccionamiento de reglas de fertilización mineral. A eso se adicionan los biofertilizantes (bacterias fijadoras de nitrógeno) y la utilización de biopreparados para sustituir importaciones », dijo la especialista.

La idea más acabada se extiende por destilerí­as del paí­s, principalmente en áreas agrí­colas del ingenio Heriberto Duquesne, en Remedios. Allí­ la vinaza residual no recibida por digestores de la planta de biogás se utiliza en la fertilización dirigida a los cañaverales.

Unas 500 hectáreas se han beneficiado desde el 2010, cuando comenzó el estudio,   aunque la cifra en ocasiones aumentó. Más de medio millón de pesos ahorró el paí­s al no comprar fertilizantes quí­micos, y se halló una solución a un problema que, incluso, afectaba las fuentes de agua y la comunidad, por el vertimiento de un residual agresivo y que antes no se empleaba.

Similar conceptualización, en trabajos integrados con otros especialistas, despliega la Etica en las destilerí­as Antonio Sánchez (Cienfuegos), Melanio Hernández (Sancti Spí­ritus), Antonio Guiteras (Las Tunas) y Jesús Rabí­ (Matanzas), entidad esta última en la que ejecutan proyectos. Los resultados son promisorios: sin afectaciones en el suelo, el agua, la fauna y la flora del lugar.  

¿Los rendimientos cañeros aumentaron?

Depende de muchos factores indica Pineda Ruiz, entre los que destacan   la preparación del suelo, la siembra, la calidad de la semilla, el manejo de variedades, las atenciones culturales y hasta la fertilización. En este caso particular, con las variantes alternativas se alcanzaron í­ndices agrí­colas casi iguales a los de aquellos lugares donde usaron componentes quí­micos.

Etica Centro, Villa Clara
En fase de adaptación, listas para ir al campo, vitroplantas de caña de  azúcar, plantas proteicas y de malanga, aguardan por cosecheros del  centro cubano. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Hasta un lodo orgánico, a partir de la decantación del lí­quido (vinaza) en el biogás remediano, trasladaron hacia la Etica para incluirlo como sustrato en la formación de cepellones de vitroplantas. «Eso representa un logro al dejar de añadir, como antes, dosis de compost y zeolita. Ahora tenemos una fuente alternativa », aseguró.

La vinculación con otros especialistas e instituciones   del sector llevó a Pineda Ruiz hasta Cienfuegos para evaluar una mezcla compuesta por carbonato de calcio, zeolita y ceniza. De acuerdo con dosificaciones de 10 toneladas de los dos primeros componentes y 25 de la última para echar en una hectárea de suelo plantado en esa provincia sureña, se encontrarán otras ví­as de fertilización. En estos dí­as, aclaró, se riega en plantaciones cañeras. El producto ya está certificado por el Centro de Ingenierí­a e Investigación Quí­mica de La Habana. Son proyectos de larga duración, pero el paí­s ahorra por concepto de importaciones en fertilizantes quí­micos.

Desengavetar las aportaciones cientí­ficas

Etica Centro, Villa Clara
La biotecnologí­a en la caña tiende a diversificarse con la obtención  de otras vitroplantas, según solicitud de las unidades productoras  dedicadas al fomento de cultivos varios y la alimentación del ganado.  (Foto: Luis Machado Ordetx)

El Dr. en Ciencias Rafael Gómez Kosky, coordinador nacional del Programa de Biotecnologí­a de la Caña de Azúcar, insiste en la necesidad de revitalizar estudios anteriores que, por su demostración, se pusieron en práctica. Otros permanecieron guardados y deben reactivarse. Hoy el paí­s «reclama la integración de las instituciones investigativas, los centros docentes y las áreas de producción en aras de encontrar soluciones viables y a corto plazo para la reducción de importaciones », resaltó.

«Aquí­ en la biofábrica, sin abandonar la producción de vitroplantas y el estudio de variedades de caña, conseguimos por ví­a acelerada algunas lí­neas para el fomento de piña, malanga, plantas proteicas para la alimentación del ganado y plátano », resaltó.

Un dí­a, la vieja biofábrica dejará de llamarse así­ para convertirse en un complejo cientí­fico-productivo que promueva la diversificación agrí­cola, apuntó Irenaldo Mora Delgado, director de la Etica, entidad responsabilizada con el 80 % de las variedades de caña con madurez temprana que se fomentan en la provincia.

Ir a esa institución y no acercarse al Centro Nacional de Información y Referencia del Suelo, único de su tipo en el paí­s, constituye casi una herejí­a. El investigador Rafael Más Martí­nez no solo habla de las peripecias de los especialistas para extraer, de forma manual, monolitos que en ocasiones superan los 1.50 metros, y con los cuales se demuestran las caracterí­sticas fí­sico-quí­micas y minerales de las diferentes regiones cubanas.

Etica Centro, Villa Clara
Perfiles de suelos cubanos extraí­dos de manera manual, a barreta y pala, en fase de conservación. (Foto: Luis Machado Ordetx)

«La capacitación de estudiantes de Agronomí­a y de productores resulta decisiva », dice. Allí­ radica la única colección de suelos que, en 1928, hicieron los norteamericanos Hunh H. Bennett y Robert V. Allinson, iniciadores de las clasificaciones genéticas, según el sistema de series y familias empleado en su paí­s de origen.

En la actualidad solo restan unos 15 perfiles de suelos para completar otras caracterizaciones, mucho más modernas y cientí­ficas, de las regiones cubanas. En los últimos 25 años el equipo de la Etica cerró una impresionante colección, y al decir de Más Martí­nez, faltarí­an «muestras de áreas arenosas de Pinar del Rí­o, Manacas y Manicaragua, así­ como de algunas zonas rojas de montaña », apuntó.

El espacio se cierra. Habrá que seguir hablando de la Etica y de sus desvelos por impulsar la fertilidad del suelo, atenuar su compactación, las plantas invasoras en sembrados, y fomentar una agricultura orgánica que apunte, desde la ciencia, hacia una mayor producción de alimentos y luche contra la adversidad del cambio climático que agrede a la Tierra.  

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