
La siembra de tabaco, en lo fundamental a sol, concluyó en Villa Clara luego de reponer las superficies de semilleros y de cultivos afectados en noviembre último por las intensas lluvias que dejó el paso de la tormenta tropical Eta, causante de atrasos en el ciclo de plantación extendida hasta el cierre de la primera decena de febrero a unas 1495 hectáreas en supervivencia.
La cifra rebasó un 5 % la planificación ajustada a una provincia que, junto a Pinar del Río y Sancti Spíritus, se sitúa en la tradición de vegueríos de probada calidad en ramas destinadas a la elaboración de puros para los mercados nacional y foráneo, así como abastecedora de materia prima a la cigarrería.

Antonio Subit Pérez, director de la Empresa Tabacalera La Estrella, precisó que en las superficies protegidas con cobertores, unas 125 ha, destinadas a la obtención de capas de elevada calidad, así como en aquellos campos a sol, la solanácea recibe protección fitosanitaria y los beneficios del clima a partir de temperaturas aceptables para el crecimiento vegetativo de las plantas.
Agregó que en zonas de Camajuaní, Manicaragua, Placetas y Santa Clara, lugares en los cuales se concentran los mayores productores, ya cosechan tabaco, mientras que continúa el fomento-desarrollo de un cultivo que, al término de la recolección, superará las 1486 toneladas previstas.
Después de períodos precedentes de insatisfacciones en los programas de siembra y acopio total de la hoja, y de rendimientos agrícolas por debajo de las aspiraciones, tal parece que los vegueros se encaminan hacia la recuperación de una tradición que afianzará a la provincia entre las mayores productoras del país.