
La Batalla de Santa Clara se incluye dentro de la épica revolucionaria de la última etapa de lucha por la liberación definitiva del país. Dirigida por el Comandante Ernesto Che Guevara, contribuyó de manera decisiva a dar el puntillazo final a la dictadura de Fulgencio Batista.
Mucho se ha escrito sobre los actos de heroísmo de los combatientes de la Columna 8 Ciro Redondo, los hombres del Directorio Revolucionario 13 de Marzo y las fuerzas del M-26-7 durante esos días finales de diciembre de 1958. Bien conocido resulta también el apoyo incondicional brindado por los santaclareños a los rebeldes.
Sin embargo, poco se ha revelado sobre el papel desempeñado por el Movimiento de Resistencia Cívica (MRC) antes, durante y después de la Batalla de Santa Clara.
Ahora Vanguardia se acerca a esta casi desconocida arista de la lucha revolucionaria, a través de la autobiografía inédita del Dr. Agustín Gómez Lubián, padre del mártir Agustín (Chiqui) Gómez Lubián Urioste. Después de la trágica muerte de su hijo, el 28 de mayo de 1957, el doctor encabezó el MRC en Las Villas.
Hombre ya maduro, con un prestigio profesional como médico forense, Totó como le llamaban familiares y amigos, junto a su esposa, Josefina Urioste García, realizó innumerables actos de apoyo a la Revolución y participó en hechos trascendentes de la lucha.
Aquí se narra la apasionada entrega de un hombre y su esposa a un ideal, el mismo que llevó a la muerte prematura del hijo poeta. Una actuación desinteresada y altruista que nos permite acercarnos a una porción de nuestra historia que necesita ser conocida por las actuales y futuras generaciones de villaclareños.
Surge el Movimiento de Resistencia Cívica
En febrero de 1957, dirigida por Fidel, se efectúa en la Sierra Maestra la primera reunión de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio. Allí se aprueba un manifiesto llamando al pueblo de Cuba a la organización de la Resistencia Cívica, y tiene su acta de nacimiento el MRC. El Dr. Gómez Lubián y su esposa se suman de inmediato a esta organización paralela al M-26-7.

En su autobiografía deja constancia: «Me incorporé a la lucha insurreccional clandestina en el año 1957 en las filas del M-26-7 como secretario provincial de Resistencia que funcionaba como una rama del Movimiento desde el punto de vista operativo, ya que normativamente recibía las orientaciones del Secretario Nacional, con sede en la ciudad de Santiago de Cuba, donde surge esa organización que tan valiosos servicios prestó a la causa de la Revolución.
«Nuestra participación en la Resistencia y en el Movimiento eran paralelas, tanto en lo referente a mantener una buena atención a los familiares de los combatientes que se encontraban en la ciudad como a los enfermos; combatientes clandestinos de paso por la ciudad o que era necesario ubicar en determinado lugar, todo esto se realizaba con la eficaz colaboración de Josefina Urioste (mi compañera) y de los demás compañeros militantes de la Resistencia y el M-26-7 ».
En los primeros días de diciembre de 1958, mientras el Che en Las Villas llevaba a cabo su campaña liberadora de pueblos, que culminaría con la rendición de Santa Clara, Gómez Lubián participaba en una importante reunión, efectuada en La Rinconada, Sierra Maestra, dirigida por Fidel Castro.
Anotó en su Diario: «Día 11 de diciembre (jueves): Entrevista oficial con Fidel Castro a las 7:00 a.m. Por la tarde, a las 6:00 p.m., salimos con Fidel al acto de Baire (que se había entregado sin combatir), […] Fidel dirigió al pueblo y a todos los allí reunidos una emotiva y vibrante exhortación ».
Antes de la Batalla
Después de su llegada a Santa Clara, en la tarde del martes 16 de diciembre, Gómez Lubián parte hacia Fomento recién liberado, para informar al Comandante Ernesto Guevara de los acuerdos adoptados en la reunión con el jefe rebelde.
Espinosa nombre del doctor en la clandestinidad le manifiesta al Che su disposición de incorporarse a la columna invasora: «Después de informarle, le expusimos nuestra disposición de incorporarnos como médico a la columna 8 Ciro Redondo bajo su mando. Nos indicó la asistencia del compañero Joel Iglesias gravemente herido en el combate, recluido en la clínica de Fomento […]. Allí permanecimos toda la noche, luchando por la vida del compañero. Al siguiente día […] el Che antes de partir para Cabaiguán, da órdenes de trasladarme a Santa Clara a los preparativos de la toma de esa ciudad ».
Sobre las órdenes recibidas, relata el Dr. Gómez Lubián: «Nos dimos a la tarea de organización y distribución de las brigadas médicas en todos los centros hospitalarios, acuartelándonos en la Policlínica Provincial, junto a los doctores José Morán, Ignacio Fajardo, Guillermo Rojas, Enrique Figueroa, Rojas Campos, y los técnicos en radiología Manolo Marrero y Manolo Pérez ».
Durante la Batalla
Fueron cinco días de intensos combates. El asedio comenzó el 28 de diciembre de 1958 y terminó con la rendición incondicional del Regimiento Leoncio Vidal en la mañana del 1. º de enero de 1959.
La Policlínica Santa Clara donde hoy radica el Cardiocentro Ernesto Che Guevara era propiedad de Gómez Lubián, y sirvió de lugar de atención médica permanente a los soldados rebeldes.
En el patio de la propia Policlínica debieron ser sepultados tres soldados rebeldes, caídos durante el ataque al Cuartel 31 de la Guardia Rural: «Allí perdió la vida el combatiente Fernando Cuesta Piloto, Cienfuegos, cuyo cadáver junto con dos más tuvo que ser enterrado en el patio de la Policlínica; […] al triunfo de la Revolución fueron exhumados, reconocidos y entregados a sus familiares ».
También los miembros de la Resistencia Cívica adquirieron medicinas para atender a los heridos. En un vale fechado el 31 de diciembre de 1958, constan 10 frascos de acromicina con destino a la Policlínica, comprados en la farmacia de Cuba y Misionero, entonces propiedad de la doctora Georgina García. El recibo está expedido a nombre de Osvaldo González. El precio pagado fue de $41, 50 pesos.
El 29 de diciembre de 1958 fue descarrilado el Tren Blindado. Al respecto, el Dr. Gómez Lubián recoge en su autobiografía: «Todo lo del Tren Blindado me fue entregado a mí menos lo bélico. Para repartir ».
En la referida autobiografía existe un documento desconocido hasta la fecha que menciona los destrozos causados durante los combates y los bombardeos de la aviación batistiana a Santa Clara. Gómez Lubián lo tituló «Relación de daños a la población », y aparece fechado en enero de 1959.
Después de la Batalla
Hasta su disolución, en febrero de 1959, la Resistencia Cívica apoyó de manera incondicional a la Revolución que entonces nacía.

Entre las personalidades locales que le brindaron el merecido recibimiento a Fidel, el 6 de enero de 1959, en su paso hacia La Habana, estuvo el Dr. Agustín Gómez Lubián. Mientras su esposa, Josefina Urioste García, fue designada por el capitán Calixto Morales, gobernador militar de Las Villas, como jefa de suministros del Comité de Asistencia Social de Santa Clara.
En la autobiografía del Dr. Agustín Gómez Lubián aparecen documentos inestimables que corroboran la encomiable labor en esos meses iniciales. Una carta desde La Habana, destinada a Josefina Urioste con fecha 26 de enero de 1959 hace constar que por su intermedio se recibieron, y cito: «[…] las cajas conteniendo ropa, zapatos, medicinas, víveres, etc., […] con el fin de que usted amablemente los distribuya entre los vecinos de los pueblos de Las Villas más dañados por la guerra civil ».
El 25 de febrero el periódico Revolución informa la integración del MRC con el M-26-7: «El Movimiento de Resistencia Cívica cumplió plenamente su contenido en el proceso insurreccional que acaba de terminar [ …] Desde este momento, los que fueron dos organismos quedan convertidos en un solo organismo y la fervorosa aspiración de realizar la más profunda transformación positiva de la República ».
Hasta su muerte, acaecida el 3 de agosto de 1982, a los 77 años, el Dr. Agustín Gómez Lubián permaneció en Santa Clara, inmerso siempre en las tareas que la Revolución le encomendaba.
Fue miembro fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias; delegado al XI Congreso de la CTC, en 1961, y coordinador de la Cruz Roja y de la Sanidad Militar del Ejército del Centro durante la Crisis de Octubre, en 1962. También fue iniciador de la docencia médica en Las Villas, Profesor Titular de la Universidad de Ciencias Médicas, y vicepresidente de la Sociedad Cubana de Radiología. Militante fundador del Partido y delegado a su Primer Congreso, celebrado en diciembre de 1975.
Una frase de José Martí, en la página primera de su autobiografía, da idea exacta de las convicciones y sentido de la vida del Dr. Agustín Gómez Lubián: « ¿Quién rehúsa un nobilísimo combate, donde si se cae vencido, fue ya victoria, el haber intentado vencer? ».