La réplica de la Boina del Che en casa de Quino

La réplica de la Boina del Che, sí­mbolo de combate de los villaclareños, estuvo unas horas en casa de Quino, en su recorrido por el Consejo Popular Centro

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La boina del Che en el CDR 8 del Consejo Centro en Santa Clara
La Boina del Che durante su estancia en casa de Quino. (Foto del autor).
Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
1561
20 Julio 2017

En su recorrido por el Consejo Popular Centro, la réplica de la Boina del Che, sí­mbolo de combate de la provincia de Villa Clara, hizo un alto en el camino. Escogió un buen lugar para la parada. La casa marcada con el número 53 del callejón de Bonifacio Martí­nez, esquina a Sí­ndico.

Allí­ vive Joaquí­n Ramón Ruiz Perdomo, pero nadie, quizás ni su esposa Gladys, le reconozca tantos nombres y apellidos. Para todos, sencillamente, es Quino. Un hombre a quien la boina negra del guerrillero, con la estrella plateada reluciente, vino a visitarlo para reconocerle toda su consagración a la obra de la Revolución y las buenas acciones realizadas a lo largo de una fructí­fera vida, llena de responsabilidades y deberes.

Quino, algo desgarbado por la edad, pero con el mismo espí­ritu de trabajo, recibió el homenaje de sus vecinos del CDR 8, donde es presidente, y de sus compañeros del núcleo zonal, que también encabeza, como su secretario general.

La pionera Lorena Marí­a Fuentes Santos recitó la poesí­a Baja de la montaña una canción, dedicada al Che. (Foto del autor).

De seguro, el dueño del sí­mbolo de combate de los villaclareños se sentirí­a orgulloso de reposar unas horas en la sala de la casa de Quino, como en vida hizo en muchos otros hogares santaclareños, durante la épica última batalla contra la tiraní­a de Batista.

Si dialogara con Quino. Si al menos, simbólicamente, eso fuera posible, conocerí­a que Joaquí­n Ramón Ruiz Perdomo participó en la Lucha contra Bandidos y estuvo movilizado cuando la Crisis de Octubre, en 1962, que fue miembro del Comité Provincial del Partido, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en su primera legislatura y delegado al histórico Primer Congreso del PCC, en diciembre de 1975.

Supiera también que Quino fue presidente fundador de los órganos del Poder Popular en Sagua la Grande, secretario del Partido Comunista de Cuba en Rancho Veloz y Quemado de Gí¼ines, y además vicepresidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular en Villa Clara.

Y se hubiera enterado que este sencillo hombre terminó su vida laboral como director de la Empresa Provincial de Bebidas y Refrescos (EMBELI), y que antes habí­a sido director provincial de Comercio.

Claro, todo eso le serí­a revelado porque se le dio lectura pública a su biografí­a. No porque el dueño de tantos reconocimientos y cargos lo hubiese deseado, pues Quino, por demás vecino mí­o,  resulta la modestia y sencillez hecha persona.

Pero, lo que sí­ le hubiera agradado sobremanera saber al dueño de la boina, cuya réplica estuvo de visita en casa de Quino, era que, el de hoy, habí­a sido el mejor reconocimiento   recibido a lo largo de toda su vida:

«Lo más grande que me ha ocurrido. Un honor inmerecido. Pueden seguir contando conmigo para cualquier tarea ».

Interrogado del por qué, después de tantos cargos, reconocimientos y condecoraciones, que incluye las medallas de Servicio Distinguido de las FAR; XX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada; Confraternidad Combativa del Consejo de Estado y la Enrique Hart; entre otras, Quino respondió con solo una oración: «Porque es el reconocimiento del pueblo ».

Y esa respuesta, sí­ que le hubiera gustado al Che.

 

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