Unidos para siempre en la Patria

Cincuenta años después de la muerte de los guerrilleros en Bolivia, recordamos como acontecieron los hechos de la emboscada de la que fueron objeto.

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Memorial donde descansan los restos del Che y de sus compañeros de lucha
(Foto: Carolina Vilches/Archivo).
Osmaira González Consuegra
Osmaira González Consuegra
@oglezc
1985
01 Septiembre 2017

Desconfiado ante las informaciones difundidas por los medios de comunicación, el Che escribe en su diario el   2 septiembre de 1967: «La radio trajo una noticia fea sobre el aniquilamiento de un grupo de hombres dirigido por un cubano llamado Joaquí­n   en la zona de Camiri; sin embargo, la noticia la dio La Voz de las Américas y las emisoras locales no han dicho nada ».

Rostros del grupo de la retaguardia de la guerrilla del Che . (Fotos: Tomadas de Cubadebate).

Dí­as antes, el jefe de la guerrilla boliviana ya habí­a expresado su preocupación por la pérdida de contacto con el grupo de retaguardia, al frente del cual se encontraba el comandante Juan Vitalio Acuña (Joaquí­n). A él lo secundaba otro cubano, el teniente Israel Reyes Zayas (Braulio). El grupo lo integraban además, su coterráneo Gustavo Machí­n Hoed de Beche (Alejandro ), la argentino-alemana Tamara Bunke Bider (Tania ), el peruano José Restituto Cabrera Flores (El Negro ) y los bolivianos Apolinar Aquino Quispe (Polo ), Walter Arencibia Ayala (Walter ), Moisés Guevara Rodrí­guez   (Guevara o Moisés ) y Freddy Maymura   Hurtado (Médico o Ernesto).

Las inquietudes del comandante Guevara surgieron porque desde el 17 de abril se habí­a separado   de esa parte de la tropa en el lugar conocido por Bella Vista, junto al rí­o Ikira. Allí­ le habí­a dado la orden a Joaquí­n de que lo esperara por esa zona durante tres dí­as, tiempo   requerido por el Che   para avanzar rumbo a Mayupampa   para   facilitar la salida de Regis Debray   (Danton ) y Ciro Roberto Bustos (Carlos ).

Pero circunstancias adversas hicieron que se perdiera el contacto entre la vanguardia y la retaguardia . Por lo que nunca más se reagrupó el pequeño ejército guerrillero.

La Emboscada

El boliviano Honorato Rojas fue un guí­a inadecuado. Él habí­a sido apresado por su colaboración con la guerrilla en   el mes de febrero . Luego lo liberaron con la condición de que avisara a las fuerzas armadas si los miembros del Ejército de Liberación Nacional trataban de contactarlos .

Ajenos a esa situación,  Joaquí­n   y sus hombres se encontraron con Rojas el 30 de agosto para solicitarle su ayuda a fin de atravesar Rio Grande. Al dí­a siguiente, mientras los conducí­a por un remanso, que según el campesino era el mejor lugar para almorzar, al llegar a un paso Masicurí­   Vado del Yeso Braulio descubrió unas huellas que lo pusieron en estado de alerta. El guí­a del grupo enseguida explicó que habí­an sido dejadas por uno de sus hijos . Confiado, Braulio encabezo el cruce del rí­o y sin llegar a la orilla opuesta comenzó la masacre.

Sin tiempo apenas para entablar combates,  cayeron baleados Joaquí­n, Tania, Alejandro, Braulio, Moisés, Walter y Apolinar. Freddy Maymura fue capturado herido por los soldados quienes mas tarde lo asesinaron. Algo similar ocurrió con El Negro.

Así­ resultó cercenada la vida de nueve combatientes cuyo valor y coraje alcanzó su máxima expresión al incorporarse a la lucha contra la opresión en la hermana tierra boliviana.

El Tributo Perenne

Transcurridos   30 años del lamentable acontecimiento la humanidad conoció la noticia del hallazgo de los restos del Guerrillero Heroico y de sus compañeros en la gesta boliviana.

Durante dos décadas los villaclareños y en especial los residentes en la ciudad de Santa Clara,     hemos vivido orgullosos por ser los principales custodios de los nichos donde reposan el Che y su Destacamento de Refuerzo, como lo definiera el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 17 de octubre de 1997, durante el acto de recibimiento de los primeros 8 osarios.

Para nuestro pueblo resultan inolvidables aquellas jornadas de tributo, que se reiteraron con la misma solemnidad el 29 de diciembre de 1998 cuando recibimos a Tania con otros nueve guerrilleros y el 8 de octubre de 1999 durante el homenaje a Juan Vitalio Acuña, así­ como los dos cubanos y los cuatro bolivianos que pertenecí­an a la retaguardia.

En esa ocasión, el general de división Rogelio Acevedo recordó que, durante meses, el Che hizo grandes esfuerzos por encontrarse con el destacamento de Vilo, quien de igual forma intentó unirse a la avanzada de la tropa.Y solo 32 años después se unieron en el suelo sagrado de la Patria.

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