
El estado técnico las presas, diques y canales de Villa Clara, y el bajo nivel de aguas almacenadas, fue catalogado de favorable para recibir los embates de fuertes lluvias asociadas al peligroso huracán Irma, con posibilidades de afectar zonas de la costa norte de la provincia.
De acuerdo con criterios de Tomás Díaz Pérez, delegado de Recursos Hidráulicos, los embalses están a un 24% de llenado, y con escurrimientos de aguas admiten alrededor de 800 millones de metros cúbicos, cifra que registra la mayor sequía de la historia del centro del país.
El territorio, según el rápido deslizamiento de aguas por ríos y arroyos que alimentan los embalses, puede alojar unos 1,1012 millones m3. Ante las contingencias naturales se dispuso de inversiones en su infraestructura técnica, estaciones de bombeo y grupos electrógenos para atenuar efectos adversos en sus depósitos principales y secundarios y organizar los abastos de agua potable.
En la costa norte, lugar donde se ubican las presas Alacranes (segundo del país y capacidad de 352 millones de m3), así como La Quinta y Palma Sola, solo albergan un 25% del monto total de líquido.
La región montañosa de Manicaragua, con sus presas Hanabanilla, El Negrito, así como Minerva, Agabama-Gramal y Palmarito, menos deprimidas las últimas en relación con las dos primeras, con las precipitaciones que se anuncian, mejorarían sus decaídos depósitos.
También se beneficiaría más del 70% de los sectores hidrogeológicos que acumulan aguas subterráneas, con potenciales decrecimientos acumulados.
Las lluvias, apuntó, aliviaría el abastecimiento perspectivo de agua a la población y el futuro desarrollo agropecuario. No obstante, Díaz Pérez llamó a cumplir las medidas previstas en la reducción de desastres humanos y económicos, principalmente en zonas bajas y de frecuentes inundaciones en el litoral costero.
Recordó que en áreas de Carahatas, Uvero, El Santo y Sagua la Chica, pertenecientes a los municipios de Sagua la Grande y Encrucijada, así como de Camajuaní, Caibarién, Quemado de Gí¼ines y Corralillo, se precisa del incremento de la vigilancia hidrometeorológica ante el dinámico huracán que se aproxima.