El asentamiento de las primeras villas cubanas marcó una etapa crucial para la historiografía de la nación. Entre ellas, San Juan de los Remedios se erige como uno de los núcleos fundacionales más antiguos y con mayor riqueza patrimonial del país. Al acercarse la conmemoración de sus 510 años, el próximo 24 de junio, las celebraciones no solo ponen en valor su memoria arquitectónica y legado cultural, sino también la constante búsqueda por revelar un pasado que aún guarda secretos por contar.
En ese empeño, la Oficina del Conservador de la Ciudad ha emprendido un trabajo sistemático de rescate patrimonial y arqueológico que aporta nuevas miradas sobre la historia remediana. «Estamos sacando a la luz vestigios que yacían olvidados», afirma Reynaldo Mendoza Valdivia, director de la Oficina, quien junto a un equipo multidisciplinario desarrolla estas investigaciones.
La génesis de Remedios se sitúa, según los especialistas, en la antigua provincia india de Zavana o Zavaneque, una extensa franja entre la península de Hicacos y el actual municipio de Morón. Fue en esa región donde a finales de 1513 tuvo lugar el primer contacto entre conquistadores y nativos, documentado en la carta de relación que Diego Velázquez enviara en 1514. Aunque aún no se ha determinado con exactitud el sitio fundacional original, hay consenso en que la presencia de Vasco Porcallo de Figueroa marcó el asentamiento inicial de la futura villa.

A falta de documentos fundacionales —que quizá nunca aparezcan—, la Oficina del Conservador apuesta por una arqueología del lugar como método científico para reconstruir la historia. «Creemos más en las evidencias físicas que en las suposiciones», explica Juan G. Menejías Pérez, especialista principal del Gabinete de Arqueología. «Queremos hallar el espacio físico fundacional, esa huella tangible que nos diga dónde empezó todo».
Uno de los proyectos más significativos está vinculado al Hotel E Casa Bauzá, antigua mansión perteneciente a una poderosa familia azucarera local. Aunque la vivienda está actualmente restaurada y en funcionamiento como instalación turística, las investigaciones recientes se centran en el antiguo ingenio azucarero de los Bauzá, cuyas estructuras y objetos conservados han revelado valiosos testimonios materiales del auge económico que vivió la región a finales del siglo xix.
Como parte de los festejos por el 510, se ha concebido una exposición de tránsito dentro del propio hotel, que ilustre estos hallazgos desde una perspectiva patrimonial. «Queremos que la exposición refleje ese ascenso económico, no desde la narrativa escrita, sino a través de los objetos que nos dejó el tiempo», explica Clara del Carmen Cardoso Peón, subdirectora de Interpretación de la Ciudad Patrimonial. Entre las piezas recuperadas destacan cerámica fina inglesa, utensilios domésticos de uso cotidiano y restos de una antigua máquina de vapor tipo molino horizontal, de las que solo podían adquirir quienes contaban con un poder económico considerable.
Además de la exposición, el equipo impulsa un programa de arqueología preventiva que permitirá clasificar zonas del territorio según su valor patrimonial. Esto servirá para decidir qué áreas conservar como reservas y cuáles pueden ser desarrolladas sin comprometer el legado histórico. Además, trabajan en el Plan Especial de Desarrollo Integral que abarca no solo la ciudad, sino toda su antigua jurisdicción, hoy dividida en cuatro municipios.

«Sabemos que queda mucho por hacer, que hay capas de historia aún ocultas esperando ser descubiertas. Pero lo importante es que ya estamos dando los primeros pasos, con un enfoque más científico y comprometido con la memoria de este lugar», concluye Menejías Pérez. Bajo las piedras de Remedios hay una ciudad aún por contar. Y este aniversario quizás marque el momento justo para comenzar a escucharla.
Obras con propósito: el rostro tangible del aniversario
Más allá de las investigaciones históricas, el aniversario 510 de la villa de San Juan de los Remedios se celebra también con transformaciones tangibles. Las obras que hoy reconfiguran la ciudad son el resultado de una articulación multisectorial que involucra a actores estatales, privados y proyectos de cooperación internacional.
Uno de los hitos más esperados es la reapertura de la sala de cirugía del hospital clínico-quirúrgico 26 de Diciembre, cerrada durante los últimos cuatro años por problemas estructurales. El proceso de remodelación incluyó el enchape completo, renovación de baños, carpintería, climatización y equipamiento. «Se lograría una capacidad de 25 camas para el servicio de cirugía general, incluyendo dos cubículos de aislamiento para pacientes que requieran cuidados especiales», explicó Dunier Roque Sotolongo, subdirector general de Salud en el municipio. La reapertura también permitirá reactivar la sala de geriatría, inactiva debido a la sobrecarga del resto de los servicios hospitalarios.
Otro símbolo de reparación y justicia social es la reapertura del Hogar de Ancianos N.º 1, ubicado en pleno centro histórico. Cerrado por más de dos años, sus 50 capacidades —exclusivamente para hombres— se reactivan ahora bajo condiciones dignas y modernas, en un edificio de alto valor patrimonial. «Fue un proceso de reparación integral, donde se respetó el carácter histórico del inmueble, que en su momento fue donado como vivienda. El municipio es uno de los más envejecidos de la provincia, por tanto, esta obra responde a una necesidad urgente», señaló Roque Sotolongo.
La atención primaria de salud también gana espacios. Se ejecuta un programa de apoyo y reanimación de 18 consultorios médicos ubicados en zonas rurales de los consejos populares El Carmen, San Salvador y Hermanos Herrada. Esta iniciativa ha contado con el respaldo de siete formas productivas de la agricultura, cinco mipymes, cuatro proyectos de desarrollo local y nueve trabajadores por cuenta propia. «Esta sinergia ha beneficiado no solo al hospital, sino a todas las unidades del territorio. Se han reparado redes hidráulicas, climatizado salas y mejorado condiciones generales sin depender totalmente del presupuesto estatal», destacó el director de Salud.
En el ámbito cultural, se encuentra en proceso la reparación integral de la Casa de Cultura Víctor Parrado, ubicada en el consejo popular General Carrillo; mientras que la infraestructura vial también recibe atención. Una de las demandas más reiteradas por la población fue finalmente resuelta con la reparación de la carretera Bartolomé–General Carrillo, lo que beneficia a varias comunidades del Plan Turquino- Bamburanao. La vía facilita el acceso a servicios esenciales y a enclaves productivos de zonas montañosas.
En sintonía con los esfuerzos por alcanzar la soberanía alimentaria, se destacan dos importantes obras agroindustriales. La primera es la nave de sacrificio de ganado menor, una instalación moderna con equipamiento de alta tecnología para ovinos y caprinos. «Por primera vez, nuestros productores tienen un sitio seguro e higiénico para el sacrificio, eliminando prácticas informales y mejorando la calidad del producto final. Esto garantiza carne empacada, troceada y accesible para la población», afirmó Luis Eduardo Ramírez Espinosa, delegado municipal de la Agricultura. Esta obra fue posible gracias al Programa País (SAS-Cuba), que impulsa también la recién inaugurada minindustria para el procesamiento de frutas, viandas y vegetales, con capacidad para procesar hasta cuatro toneladas por jornada.
«La minindustria permitirá cerrar el ciclo agroproductivo: productos limpios, listos para consumo y disponibles, incluso, fuera de temporada, como jugo de mango en diciembre. Es una muestra de cómo la cooperación internacional perfecciona cadenas ya existentes, las hace sostenibles y funcionales dentro del municipio», añadió Ramírez.
Ambas entidades se enlazan directamente con el renovado Mercado 505, donde se abren tres nuevos departamentos: uno para productos cárnicos de la nave de sacrificio, otro para vegetales procesados por la minindustria y un espacio para jugos naturales.
San Juan de los Remedios llega a sus 510 años con la memoria viva y el porvenir en construcción. Entre hallazgos arqueológicos y nuevas obras, la ciudad celebra no solo lo que fue, sino todo lo que aún puede ser. Un legado que se honra mientras se reinventa.