ANKARA.Al menos 51 personas que asistían a una boda en el sur de Turquía murieron en un atentado cometido por un niño de entre 12 y 14 años, anunció este domingo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El atentado de Gaziantep es obra de «un kamikaze de entre 12 y 14 años que se hizo estallar, o bien llevaba explosivos detonados a distancia », declaró Erdogan.
La agencia AFP reporta que el presidente explicó en rueda de prensa en Estambul que sospechaba que el autor del ataque era del grupo Estado Islámico (EI).
A la boda asistían muchos kurdos, la etnia cuyas milicias protagonizan una encarnizada lucha en el norte de Siria y en Irak contra los terroristas.
Erdogan afirmó que 69 personas siguen hospitalizadas, entre ellas 17 en estado crítico.
Hasta la fecha no se habían utilizado menores kamikazes en atentados en Turquía, un país que desde hace un año sufre ataques tanto del EI como de los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), sobre todo en Ankara y Estambul.
Un responsable turco declaró que «la ceremonia se celebraba al aire libre » en un barrio de Gaziantep.
Los novios sobrevivieron a la matanza. La novia Besna Akdogan está muy conmocionada y se desmayó varias veces. «Han convertido mi boda en un baño de sangre », declaró a la agencia de prensa Anadolu. Resultó herida leve y fue dada de alta este domingo.
En el lugar de la explosión numerosos edificios aparecían con las ventanas reventadas, y en el suelo había zapatos desperdigados.
El sureste y el este de Turquía fueron blanco esta semana de tres atentados que dejaron 14 muertos. El gobierno los atribuyó al PKK kurdo. La guerrilla kurda, después de una calma relativa tras la intentona golpista del 15 de julio en Turquía, parece haber reanudado una intensa campaña contra las fuerzas de seguridad.
Gaziantep se ha convertido en un punto de paso de numerosos refugiados sirios que huyen de la guerra civil iniciada hace más de cinco años y medio.
Pero, además de refugiados y militantes opositores, en la región están presentes un número significativo de terroristas.
La explosión de Gaziantep se produjo el mismo día en que el primer ministro, Binali Yildirim, anunció que Turquía quiere tener un papel «más activo » en la solución de la crisis en Siria con el fin de «detener el baño de sangre ».
El presidente ruso Vladimir Putin denunció la «crueldad y el cinismo » del atentado.
«Recemos por las víctimas, muertos y heridos, y pidamos paz para todos », proclamó en el Vaticano el Papa Francisco.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el ataque y pidió que se lleve a los responsables ante la justicia lo antes posible. (AFP)