
A mediados de septiembre, justo cuando el «cinturón » apretó aún más a sectores imprescindibles de la economía y los servicios, la dirección de Vanguardia apostó por la permanencia semanal de este espacio de denuncia ciudadana e intercambio con autoridades estatales. En tiempos de crisis, la arbitrariedad, la incomprensión e, incluso, las valoraciones injustas de una u otra parte, suelen campear y entronizarse en nombre de la austeridad; sin embargo, la gran revelación de este breve lapso radica en que la mayoría de las reclamaciones recibidas han afectado durante meses, e incluso años, a los demandantes, y que su divulgación en la prensa constituyó el último recurso al que se asieron con la esperanza de que la visualización pública contribuyera a la solución de sus malestares.
Desde la edición del 14 de septiembre, en La columna de la calle se han publicado 15 quejas y diez respuestas la premura de estas ha variado, en correspondencia con la gravedad de los hechos a investigar, siendo los más efectivos Acueducto y Alcantarillado, la Empresa Geominera del Centro, la Empresa Eléctrica, el Grupo Empresarial de Comercio y el Hospital Pediátrico José Luis Miranda. La Vivienda resulta el sector que, indiscutiblemente, acapara la mayoría de las reclamaciones, a los que se añaden, en orden descendente, los servicios de abasto de agua y de la Empresa Eléctrica.
Santa Clara, en su condición de capital provincial, es el escenario de cinco de las quejas respondidas en todos los casos, y le siguen Caibarién, con tres, Remedios y Manicaragua, con dos cada uno, y Encrucijada y Camajuaní, con una en cada caso.
Al cierre de la presente edición, continuábamos a la espera de los organismos comprometidos con las respuestas a las demandas de Armando Pascual Pérez, de Zulueta, quien solicitó su jubilación desde mayo del 2018; Guiorgui Morales Pérez, por la falta de luminarias públicas en Cordobanal; la Dra. Berta Jaramillo Contreras, que ha aguardado durante tres años por la laptop que le entregaron a todos los médicos de la provincia; Mirtha Darias Darias, la abuela remediana que intenta reconstruir su casa, y los más de 700 caibarienenses que necesitan comprar cemento para continuar las reparaciones de sus viviendas.
Este espacio agradece el compromiso de directivos y funcionarios que reconocen sus responsabilidades y asumen la actitud digna de enfrentar y solucionar; exhorta a que se eviten las respuestas frías y ambiguas, y promete mantenerse junto a todo el que precise darle voz a los dramas cotidianos de la ciudadanía. ¡Feliz 2020 para todos!