
Las respuestas requeridas en este espacio de diálogo ciudadano no han dejado de llegar durante las dos últimas semanas, aunque reiteramos que, por cuestiones de espacio, no podemos publicarlas en toda su extensión.
Una de las denuncias más «longevas » de La columna… ─la de la Dra. Berta Jaramillo Contreras─ fue atendida por el Dr. Edeimi Veliz González, director municipal de Salud en Camajuaní. En su misiva relata que, efectivamente, al realizarse la revisión del caso, de conjunto con Recursos Humanos, pudieron constatar que «(Berta) pasó en octubre de 2016 por Comisión Médica, donde fue peritada y recibió el dictamen de invalidez por dos años. Durante ese tiempo pasa a la INASS, por donde cobra su seguridad social, con la propuesta de volverla a valorar al cabo de los dos años para evaluar la evolución de su enfermedad. En enero de 2019 la vuelven a peritar, dándole la Comisión Médica el alta para que se incorpore a trabajar.
«El 8 de febrero de 2017 fueron vendidas las laptops en nuestro municipio y durante ese período ella se encontraba de baja laboral, motivo por el cual no recibió la suya. Debemos aclarar que en Camajuaní aún faltan médicos por adquirirlas ya que no existe disponibilidad en los almacenes del territorio, por lo que la Dra. Berta podrá comprarla junto con el resto, una vez se nos notifique por la Dirección Provincial de Salud ».
Sobre el reclamo de Mirtha Darias Darias, la remediana subsidiada que, según relataba, no encontraba quién le informara cuándo se le entregarían los materiales para construir su casa, responden Lázaro Ochoa Waterman, presidente del Consejo de la Administración en la Octava Villa; Yolanda Manso Moreno, especialista de Atención a la Población; y Yenisley Duarte ílvarez, coordinadora del Programa y Objetivos de la Vivienda en el municipio.
«La anciana fue visitada por la técnica de la Vivienda Sonia Suárez y, en la oficina de Atención a la Población, por la funcionaria Yolanda Manso Moreno, donde se le ofrecieron las orientaciones respecto a dónde debía dirigirse. Al paso del huracán Irma, el techo de su vivienda fue afectado y por ello se le asignaron 17 sacos de cemento, 6 purles, 0.70 metros de arena lavada, 1.06 metros de piedra de hormigón, dos tomas dobles, dos interruptores, 40 bloques, el juego de baño, dos lámparas y 108 metros lineales de acero. En ese momento pedía la forma de pago por crédito, pero luego se dio cuenta de que no podría asumirlo. Se le remite entonces a la dirección municipal de la Vivienda y allí se acordó aprobarle un subsidio. Sin embargo, su hija, que es quien se encarga de las gestiones, fue morosa en la entrega de los documentos al banco y, por esta razón, ha demorado más en poder adquirir los materiales.
«Fue subsidiada, con un monto de 11 000 pesos, el 23 de diciembre de 2019. Su techo es de canelón y, para hacer el cambio de cubierta, se le entregó el techo de zinc de donación. Podrá adquirir los demás materiales en la medida en que haya en existencia. Continuamos dándole seguimiento al caso ».