¡Seamos misses!, felices los tres y papá también puede

Noticias sobre y para nosotras es la propuesta del tercer mes del 2020. Misses genuinas, ¡poligamia!, y derechos compartidos para madres y padres.

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Poligamia
(Foto tomada de Internet)
Liena María Nieves
Liena Marí­a Nieves
8229
04 Marzo 2020

Tres de las mujeres más importantes de mi vida se llaman Marí­a: mi abuela, mi madre y la maestra que me enseñó a leer y a escribir. También «tengo » mujeres que fuman con estilo de divas ultrajadas, que se tiñen el pelo de rojo y hablan entre gritos y risas; que van al gimnasio el mismo dí­a de su boda, que crí­an hijos ellas solas o le tienen miedo al parto; mujeres bellas y grandes como torres, bellas y pequeñas como tesoros escondidos. Bellas y rubias, negras, cojas, diabéticas, delgadas como hilos, redondas como abrazos.  

Creo que sobrarí­a el solicitarles una dispensa pública para dedicarles (nos) esta edición de Sexeando. ¡Qué diablos! Lo tenemos más que merecido, por lo que me rehúso a pensar que alguien podrí­a enojarse   por este pequeñí­simo acto de reivindicación, «usurpado » a fuerza de empoderamiento, voluntad y simple abuso de poder. ¡Qué remedio!, si estas lí­neas las redacta una mujer con demasiadas mujeres en su corazón.

Noticias sobre y para nosotras es la propuesta del tercer mes del 2020. Misses genuinas, ¡poligamia! y derechos compartidos para que la maternidad no se conciba como un proceso dispar de involucramiento, resumen los temas que hoy proponemos. Sin embargo, no olviden que en el correo de siempre liena@vanguardia.cu, encontrarán un puerto seguro en el que anclar sus dudas y experiencias.

¡Nos encontraremos nuevamente en abril! Me despido hasta entonces, deseándoles salud, suerte y mucho amor.

Mundosex

Por esas idioteces con las que pretenden embaucarnos hemos llegado al punto de creernos como cosa cierta que, si no tenemos expresión de satisfechas aunque nos rujan las entrañas por el hambre y TODOS coinciden en que, efectivamente, somos hermosas, fracasamos como mujer y la vida se nos irá ocultando canas y celulitis. Te lo «dice » la rubia del pomo de champú, y la de la etiqueta del jean, y sobre todo la de los posters que anuncian hoteles y vacaciones en la playa, con sonrisa de boca abierta, ni un michelí­n bajo el bikini, un marido semidios y tres niños lindos y bien portados. Y si te lo tomas muy en serio, como mí­nimo vas a la cama cada dí­a sintiéndote poco menos que un estropicio femenino.

Miss Alemania
Leonie Charlotte von Hase, la Miss Alemania que le demostró al mundo que la «perfección » femenina trasciende a los 20 años, la talla del sostén y el ancho de las caderas. (Foto tomada de Internet)

Pues resulta que alguien tuvo la feliz idea de vindicar a la mujer real del tipo que amanece con mal aliento, tiene dos cesáreas y es la más capaz de su trabajo, y la oficina Miss Germany Corporation (MGC) organizó el certamen anual de belleza Miss Alemania con nuevos criterios de selección que dan cabida a las «terrenales »: el aumento del lí­mite de edad hasta los 39 años, la participación de chicas casadas y con hijos, y la eliminación de la prueba de bikini.

Gracias a esta apertura, Leonie Charlotte von Hase licenciada en Literatra Inglesa, exitosa empresaria autónoma, esposa y madre de un niño de tres años,   se convirtió en la finalista de más edad (35) y ganadora, el pasado 18 de febrero, de Miss Alemania, un hito sin precedentes en las 93 ediciones anteriores   del concurso. De hecho, también por primera vez, seis féminas formaron un jurado históricamente dominado por hombres y, bajo el lema-bandera «Reina de la belleza interior », se centraron en elegir a la «auténtica mujer empoderada, independiente, cosmopolita, valiente y fuerte ». (Y pensar que todaví­a hay quien intenta equiparar tales requisitos con unos muslos tonificados y una depilación brasileña)

A Charlotte, sin embargo, el tí­tulo no le ha removido el piso, al menos, no con la intensidad de sus antecesoras, quienes deben tomarse un año sabático para poder cumplir con todas las obligaciones que exige la «coronación ». Sus prioridades dijo «no van a cambiar porque me den un papel más ». La vida familiar y los proyectos laborales constituyen el eje de su mundo.  Lo demás, puro complemento.

La nueva miss tampoco cree en golpes de suerte o en el simple hecho de que le resultara interesante al jurado: «Desde hace mucho tiempo las mujeres ya no están interesadas en luchar por un estándar convencional de belleza. Lo que hace hermosa a una mujer es la fuerza, el carácter y la autenticidad que irradia », afirmó.

Ahora mismo, pienso en muchas de mis amigas y familiares que merecerí­an los mayores tí­tulos y elogios: las que cuidan a niños enfermos, a los nietos, a los padres viejos; las de las tres jornadas laborales, que además estudian y se crecen aunque el cansancio las agriete.

¿Misses? No. ¡Mucho más! Todas y cada una de nosotras.

¡No me lo vas a creer!

Poligamia
(Foto tomada de Internet)

Durante 20 años, Monique Borgerhoff Mulder y Cody T. Ross, doctores en Antropologí­a Evolutiva del Santa Fe Institute, en Estados Unidos, estudiaron a dos mil pimbwes grupo étnico del Este de ífrica, cuya organización social resulta especialmente «abierta », y llegaron a la conclusión de que la poligamia tener más de un esposo al mismo tiempo solo beneficia a las mujeres. Por supuesto, el resultado dibujó una mueca de asombro y disgusto en la cara del patriarcado. La tradicional concepción del súper macho-sex machine- proveedor de una o de tres familias, se disipó bajo criterios cientí­ficos y demostró lo errado de pensar que el hombre «puede » con lo que le salga al paso.

Las conclusiones de la investigación fueron divulgadas recientemente en la revista The Royal Society bajo el tí­tulo Desentrañando el éxito de apareamiento y probando los principios de Bateman, un informe tan revelador que muchos ya lo consideran un texto que subvierte el orden clásico de las relaciones humanas.

«Descubrimos que tanto hombres como mujeres tení­an más hijos cuantos más años llevaban casados. Sin embargo, cuando miramos el número de parejas de una persona, el patrón difirió. Los hombres con más esposas tuvieron menos hijos que los hombres con menos esposas. Y las mujeres con más esposos tuvieron más hijos que las mujeres con menos esposos », refieren Borgerhoff y Ross. No obstante, si tienen la errada impresión de que el patrón de éxito a medir se resume a lo meramente reproductivo, desde ya les anuncio que el tema da para mucho más.

El estudio detectó también que en las uniones de una mujer con dos cónyuges, la resolución de conflictos resulta menos beligerante ya que, por norma, acuden a métodos de entendimiento superiores en «creatividad », por llamarlos de algún modo. Asimismo pesa el tema económico,   pues si alguno de los dos hombres enferma, ella cuenta con el apoyo del otro para cuidar al «caí­do » y garantizar, de paso, la estabilidad familiar.   Para colmo, las mujeres que practican la poligamia viven más que las monógamas.

Muchas, de seguro, acarician la idea con cierta sorna por saberse practicantes clandestinas, mientras que otras deben haberse espantado ante la idea de un par de maridos opinando, incapaces de encontrar cualquier cosa en su propia casa, y roncando como tractores. ¡Ay, la ciencia!

Chicas, la ecuación pinta en términos de «ganar-ganar ». Dos maridos = felicidad plena y un montón de años sobre el mundo… ¡Di tú!

Sexo al Derecho

A principios de febrero, el anuncio de que Finlandia habí­a decretado una novedosa reforma en la licencia familiar consistente en aprobar, para madres y padres, un permiso laboral pagado de casi siete meses de licencia parental se convirtió rápidamente en una de las noticias más comentadas por los medios europeos. El Ministerio de Asuntos Sociales y Salud de esa nación indicó que la medida busca promover mayor seguridad y bienestar para las parejas, en un intento por estimular la natalidad, a la vez que se inclina por potenciar, a nivel empresarial, un ambiente menos hostil para con las mujeres y hombres a cargo de niños pequeños.

Según el reporte de BBC Mundo, en el caso de América Latina solo 16 estados contemplan la licencia paternal entre sus derechos ciudadanos, en periodos que oscilan de dos a 14 dí­as. Sin embargo, obviaron que, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Cuba resulta el único paí­s del área cuyas polí­ticas sociales y programas básicos garantizan instituciones económicamente flexibles para la atención de los menores por, al menos, dos años, seis meses de licencia de maternidad remunerada y licencia de paternidad también retribuida. Es decir, la isla cumple con los tres requerimientos que exige la Unicef como apoyo al desarrollo de los infantes, en un entorno seguro, para ellos y sus padres.

Licencia de paternidad en Cuba
(Foto tomada de Internet)

El Decreto Ley Nro. 234/2003 establece que no solo las madres trabajadoras cubanas, sino también los padres,  pueden solicitar después de concluidos los primeros 90 dí­as de lactancia la licencia para ocuparse de sus bebés, lo cual posibilita que la pareja, de mutuo acuerdo y en correspondencia con las necesidades laborales y financieras de cada cual, decida quién cuidará al pequeño hasta que cumpla los 12 meses.

Ventajas económicas aparte, el Decreto Ley Nro. 234   suscita una paridad en los roles que favorece la mejor distribución de las responsabilidades y el involucramiento pleno, y no esporádico, en la vida del niño.

El proceso de crianza, que habrí­a de enfrentarse como un equipo y no en el modo recurrente madres   y abuelas en el sillón y tras la batea, mientras que papá abastece la despensa, cuenta en Cuba con un importante soporte legal   que aún no se asume como una posibilidad valiosa y accesible, a no ser que la mujer muera o quede incapacitada por determinada situación.   En casi 17 años se contabilizan muy pocos hombres que optaron por esta posibilidad.

Madre hay una sola, pero padre, ¡también!

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