A ellos les gustan las mayores, Francia no quiere «santas », y amáos los unos a los otros

¿Cuál es el misterio tras la atracción de los adolescentes por las mujeres maduras?, ¿el fin de los certificados de virginidad? y el apoyo del Papa a las uniones civiles de personas gais, son los temas del penúltimo Sexeando del 2020.

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Sexeando madurez en el amor
(Foto tomada de Internet)
Liena María Nieves
Liena Marí­a Nieves
6510
03 Noviembre 2020

Me persigno y toco madera cada vez que comienza un mes porque, de este 2020, no quisiera recibir una «iniciativa » más. Leí­ en alguna parte que el bigote femenino, ¡ahora es tendencia!; que no sé cuál reconocida firma de alta costura estará presentando diseños con faldas y escotes….para hombres; que los nativos digitales se convirtieron, oficialmente, en la primera generación de niños con un coeficiente intelectual más bajo que sus padres, y que los terraplanistas y los influencers captan más simpatizantes que un ganador del Nobel de la Paz. ¡De puro milagro no nos ha ido peor!

Por ello, a este tiempo finito y vulnerable hay que sacarle el zumo un propósito que implica tanto de esfuerzo como de placer, pues no todo lo que incorporamos a esta maravilla que llevamos sobre los hombros tiene que ser denso como melaza. He ahí­ la estrategia de Sexeando: proveerlos de nuevos asuntos sobre los que pensar, moverles el piso (o el corazón), y llevarlos de la mano y corriendo, ávidos por una próxima entrega en la que puedan encontrarse con lo que, í­ntimamente, sienten, viven y necesitan.

Tendremos cita en diciembre para despedirnos de este doble 20 que se ha ensañado con la humanidad. Hasta entonces, por favor, cuí­dense mucho y no dejen de escribirnos al correo de los últimos seis años, liena@vanguardia.cu. Les deseo salud, suerte, mucho amor y, si no es demasiado pedir, unos minutos de lectura que, ¡quién sabe!, podrí­an alumbrarles el dí­a.

Mundosex

Dice la psicologí­a que el desarrollo humano ¡también! se expresa en etapas de crisis existenciales. De adolescentes martirizados a menopáusicas y calvos apenas pasa un soplo de tiempo, y no es menos cierto que, de acuerdo a cómo hayamos sobrevivido a cada uno de esos periodos, dependen la sensatez y el buen humor con que asumiremos los distintos trances que nos va imponiendo la vida.

Alrededor de los hombres, por ejemplo, se ha erigido un mito social que los simplifica al papel de espectadores neutrales a quienes no conmueven ni el reloj biológico ni los arrebatos de la ovulación. A lo largo de su existencia, sus preocupaciones clásicas sexualmente hablando tienen un origen más instintivo que reflexivo. Es un hecho. Y no, no pienso que mis palabras los reduzcan a un cliché simplón, porque todos hemos percibido cómo nos patina el sentido común cuando a los de 55 los vemos corretear detrás de una nena que apenas dejó el tratamiento de ortodoncia, mientras los de 17 no pueden disimular ni el acné ni la turbonada de sentimientos que les provoca una mujer que les dobla lo vivido.

Atracción de los adolescentes por mujeres mayores
(Foto tomada de Internet)

Sobre estos últimos, no creo que haya un grupo de amigos í­ntimos que no coleccione su propio repertorio de historias divertidas, desastrosas, felices, donde jamás faltan euforia y depresión, promesas de renuncia y, fundamentalmente, mucho y buen sexo. A las familias y, ante todo, a las madres, podrá parecerles casi un secuestro que su «pequeño » aúlle como alma en pena por una «anciana » de 35, pero si lo que pretendemos es valorar el asunto sin histerias, la conformidad con ciertas verdades resultará, amén de una pí­ldora de resignación, la manera menos violenta de asumir que, efectivamente, no se trata de un antojo sin argumentos.

La psicóloga Fabia Morales, miembro del Centro de Investigación en Evaluación y Medida de la Conducta (Cramc), de la Universitat Rovira i Virgili (URV), de Tarragona, funge entre las autoras de un estudio que, del 2010 al 2013, evaluó, primero, la madurez psicológica de un grupo de varones de entre 15 y 18 años de edad y, más tarde, la de 300 estudiantes universitarios de 18 a 30:

«Hasta los 27 años no se detecta un cambio de actitud importante. Detectamos un pequeño cambio entre los 22 y 23 años, pero el gran salto no se registra hasta los 27 años. Hay jóvenes que realmente tienen un baño de realidad, pero la mayorí­a de los que se sometieron al test siguen viviendo con sus padres, viven entre algodones y están infantilizados. […] Las familias deberí­an ir cediendo responsabilidades y espacio propio a los adolescentes, y ver cómo van respondiendo; si siempre se les trata como a niños, seguirán comportándose como tales, para ellos es mucho más cómodo ».

O sea, que de verdes se pasan, así­ que no pretendamos que un medio hombre «encabritado » entienda con razones del tipo «con ella no podrás tener una familia », «en un tiempo parecerá tu abuela », «mira cuántas jovencitas lindas hay en esta ciudad »â€¦.No los afecta, simplemente, porque la planificación a largo plazo no se incluye entre las habilidades mentales de un muchachón deslumbrado por una mujer que, del «alfabeto » de la cama, le conoce 27 mañas más.

La inteligencia emocional, el respeto por los espacios y la libertad del otro, la capacidad de conseguir lo que quiere lo piden con todas sus letras y sin pizca de vergí¼enza, el autocontrol para lidiar con situaciones tensas, la responsabilidad en temas de protección sexual, y la plena conciencia de saber lo que necesita y merece, las (nos) posesiona en un rol difí­cilmente equiparable por una beba histriónico- gélida que lloriquea porque sí­, porque no, y por si acaso.  

Sin embargo, aun cuando en estos casos también hemos conocido testimonios de relaciones exitosas pues lo suyo tuvo más de corazón que de sábanas, la perdurabilidad de la media depende de cuánto se extienda el subidón de dopamina. Un estudio publicado en el 2017 por los investigadores Andrew Francis, Hugo Mialon y Randal Olsen,  de la Universidad Estatal de Michigan, concluyó, tras investigar a 3000 individuos, que las parejas cuya diferencia de edad ascendí­a a una década, se enfrentaban a un 39% de probabilidades de separación; los del tipo «40 y 20 », ¡a un 95%!

Quizás, si los prejuicios no nos calaran tan hondo, el hecho de que una mujer madura comparta su vida con alguien más joven no serí­a visto como una afrenta contra natura. Al conquistador aun si resultara ridí­culo se le aplaude la proeza; a nosotras, se nos juzga con los peores adjetivos. Y al final, ¿a quién le irá mejor?: ¿a los que padecen el disfrute temporal ajeno? ¿O a quienes agradecen, con cuerpo y alma, la oportunidad de ser felices?

¡No me lo van a creer!

Certificado de virginidad para mujeres musulmanas
(Foto tomada de Internet)

«Antes de su boda, algunas se prueban un vestido blanco, otras un anillo o hacen la lista de invitados… pero para otras, los preparativos de la ceremonia son menos alegres. Para algunas, casarse significa sufrir lo que se llama una prueba de virginidad (…) para que un profesional la examine y “certifique” su virginidad. Como uno se asegura del pedigrí­ de un animal, de la “pureza” de su sangre, antes de comprarlo ». Con   términos duros y bajo motivos éticos y humanistas incontestables, la ministra francesa para la Ciudadaní­a, Marlí¨ne Schiappa, ha condenado durante años la humillante tradición, mayoritariamente islamista se estima que el 8.8% de la población francesa es musulmana, lo que equivale a unos 5.7 millones de personas, de exigir un certificado de virginidad como constancia de la «integridad » de la futura esposa.    

Schiappa se ha legitimado como la principal impulsora de la prohibición y penalización del documento. Según ha dejado entrever en varias intervenciones públicas, su reclamo será incluido por el Ejecutivo francés en la futura ley contra el separatismo religioso, prevista a presentarse a inicios de diciembre. No obstante, y aun cuando el proyecto recibe el apoyo de las principales instituciones médicas nacionales y foráneas que también repudian esta práctica, expertos en varias disciplinas de la investigación social advierten que, sin un cambio efectivo de mentalidad propiciado a través de una educación sustentada en la equidad de género y en polí­ticas públicas que limiten la islamofobia, la penalización podrí­a generar una crisis que involucre a instituciones sanitarias y a miles de familias.  

El gobierno de Emanuel Macron, artí­fice de la guerra contra el separatismo islamista, informó que la nueva ley hostigará el adoctrinamiento en los barrios, y que extremará la vigilancia y el control sobre las mezquitas y las asociaciones proselitistas. El anuncio se produjo apenas 48 horas después de los ataques terroristas en la ciudad de Niza. Sin embargo, la llamada de atención sobre el oprobioso certificado de virginidad no constituye un asunto de última hora.

Desde el 2018, el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ONU-Mujeres y la Organización Mundial de la Salud, han reiterado el llamado de prohibir los vejatorios exámenes. La Orden de Médicos y el Colegio Nacional de Ginecólogos de Francia pidieron asimismo que se rechacen dichas demandas, una solicitud hasta ahora estéril debido a la inexistencia de una interdicción legal. Por tal razón, el gobierno de Macron insiste en sancionar tanto a los que extienden los certificados como a los que los exigen, es decir, las familias de las muchachas y las de los futuros esposos.

Centenares de musulmanas activistas contra el extremismo religioso ya ponderan la justeza de la iniciativa. Sin embargo, otra ha sido la reacción de profesionales de la Salud, como la ginecóloga Ghada Hatem, quien teme que la nueva ley refuerce la vulnerabilidad de las mujeres y las exponga a situaciones de violencia. «Si se pudiera penalizar a los padres, a los hermanos, a las comunidades, pues bien. Pero castigar a los médicos es lo contrario de útil. Si el médico no las puede recibir, no tienen a nadie con quien hablar, es una respuesta equivocada ».

La Asociación Nacional de Centros de Aborto y de Contracepción (Ancic) se incluyó entre los actores sociales que aplauden la posibilidad de ponerle coto a la exigencia: «Sabemos cuánta hipocresí­a social demuestran esos certificados y que ningún profesional puede certificar la virginidad de una mujer ».

No obstante, la sentencia de la ministra para la Ciudadaní­a cae, rotunda, sobre los que consideran que este movimiento no constituye más que una abierta provocación contra la efervescente comunidad musulmana-francesa: «La dignidad de las mujeres no se negocia ».

Sexo al Derecho

Y mientras algunas naciones aún se aferran a costumbres que, no por milenarias, pierden su esencia degradante, la humanidad es testigo de otros tantos momentos que vindican una verdad universal: no vale la pena vivir un solo dí­a sin ser y hacer lo que nos hace felices.

Papa Francisco apoya uniones civiles de parejas homosexuales
(Foto tomada de Internet)

El pasado 14 de octubre se estrenó, en el marco del Festival de Cine de Roma, el documental Francesco, en el que el papa Francisco expresa su reconocimiento a las uniones civiles de personas del mismo sexo. Off record y también en alocuciones públicas, el Sumo Pontí­fice ya habí­a comentado, en varias ocasiones anteriores, su apoyo hacia la comunidad LGBTIQ+, evidencia del innegable cambio de la iglesia católica hacia la promoción de un clima de respeto social.

«La declaración del papa contradice claramente lo que ha sido la antigua enseñanza de la iglesia sobre las uniones entre personas del mismo sexo », manifestó el obispo Thomas Tobin, de Estados Unidos, a quien se sumaron varios detractores miembros de los sectores más conservadores de la jerarquí­a eclesiástica, al tildar su postura de ignominiosa tergiversación de la doctrina romana.

Sin embargo, miles de católicos gais agradecieron la valiente postura de Francisco e, incluso, dijeron que entendí­an su oposición absoluta al matrimonio igualitario dentro de la iglesia. «Lo que tenemos que crear es una ley de unión civil. De esa manera, están legalmente cubiertas ». Respecto a sus tantas veces reiterado criterio de que todos los seres humanos somos hijos de Dios, independientemente de la orientación sexual, el primer papa latinoamericano de la historia respondió, fulminante como un relámpago: «Yo lo he defendido ».      

En el ya famoso documento La alegrí­a del amor, redactado en 2016, el Sumo Pontí­fice rechazó el matrimonio entre individuos del mismo sexo, pero instó a los sacerdotes a acoger a las personas involucradas en relaciones no tradicionales, como los padres solteros, las parejas heterosexuales que nunca han formalizado su ví­nculo, y los gais que conviven como núcleos familiares.

Durante los últimos años, naciones arraigadamente católicas como Argentina, Italia e Irlanda, han flexibilizado su reticencia frente a las uniones civiles de personas del mismo sexo, «efecto colateral » del mensaje de tolerancia e inclusión que ha predicado el papa Francisco desde que fuera elegido, el 13 de marzo del 2013.  

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