
Al concluir la Mesa Redonda, donde se explicó la actual coyuntura energética que atraviesa el país debido al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba, el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recordó al Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque y su célebre frase: « ¡Aquí no se rinde nadie! ».
Y esa evocación histórica, seguida por ¡Hoy son tiempos de Patria o Muerte!, resultó el mejor colofón de un diálogo abierto, franco y transparente con el pueblo, para explicar con lujo de detalles y total apego a la verdad, las complejidades de una situación energética que, aunque eventual, pone a prueba la capacidad de resistencia y victoria de cada villaclareño y cubano.

El presidente Díaz-Canel, con lenguaje claro e impregnado del optimismo que lo distingue y de la inspiración permanente de Fidel, Raúl y la generación histórica, detalló la realidad actual y el escenario que la condiciona, caracterizado por un plan genocida imperial que tiene como objetivo herir a la familia cubana en sus necesidades básicas, para luego acusar al gobierno de ineficaz y modelar así un estallido social.
Al desmontar esa matriz de opinión, afirmó: «La situación energética es coyuntural y no responde a la falta de gestión e incapacidad del gobierno, como se ha tratado de imponer. Tiene que ver con la agresividad del gobierno de Estados Unidos. Todo apunta contra nuestro pueblo ».
El mandatario, haciendo gala de su proverbial transparencia, recalcó el asunto es esencialmente energético, no de abastecimiento, pues existen los alimentos y atrás quedaron aquellos días de incertidumbre alimentaria de los primeros meses del actual año.
Al explicar las medidas que serán adoptadas, insistió en provocar las menores afectaciones posibles a la población, aunque no dejará de haberlas, y pidió comprensión, a sabiendas de que esta batalla, como todas, se gana con el pueblo y junto al pueblo.
No habrá regreso al período especial significó, pero necesariamente se tendrán que desempolvar algunas medidas aplicadas en los años duros de la década de los 90 del pasado siglo, cuando la Revolución, bajo la guía de Fidel, supo resistir y vencer aquellas adversas situaciones.
Los tiempos no son iguales, por eso, sin margen a la improvisación, hay que dar riendas sueltas a la creatividad, con cuadros y dirigentes consagrados y convertidos en verdaderos servidores públicos, sin escatimar tiempo o esfuerzos en aras de mitigar las afectaciones que sobrevendrán en los días que restan de septiembre: con el arribo de los barcos de petróleo a Cuba, la tensa situación energética debe modificarse para bien a partir del mes de octubre.
Recalcó Díaz-Canel que en esta situación se imponen, más que nunca, la austeridad y el ahorro, tanto en el sector estatal como en el residencial, pues este último consume el 60 % de la energía eléctrica que el país genera; de ahí las medidas que se deben adoptar en los horarios pico (11:00 a.m.- 1:00 p.m. y 6:00 p.m.-10:00 p.m.).
Convencido de la valía de los cubanos y de la estirpe heroica heredada de los Maceo y de tantos otros héroes, afirmó: «Nuestro pueblo seguirá siendo feliz, laborioso, creativo, alegre y bromista incluso en las situaciones más difíciles, porque somos un pueblo que no se deja amilanar por nada ni por nadie, y con optimismo renovado vamos a encontrar soluciones ».
Inspirados en estas objetivas y, a la vez, optimistas palabras, en la propia noche del miércoles se realizó en la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular de Villa Clara una reunión con los principales cuadros y dirigentes administrativos de la provincia, en la que se hicieron precisiones sobre cómo enfrentar en el territorio la actual contingencia energética.
El presidente del Gobierno, Alberto López Díaz, enunció un grupo de decisiones que se adoptan y las medidas pertinentes para cada situación, a partir del principio de proteger los servicios vitales a la población, especialmente los relacionados con la Salud del pueblo y la alimentación.
Explicó que si la necesidad impone los apagones, ya existe una planificación ordenada, siempre tratando de causar las menores afectaciones, para lo cual la población debe cooperar con medidas extremas de ahorro. Como está hoy el país, hasta una lámpara encendida de manera innecesaria conspira contra ese propósito.
Asimismo, el presidente del Poder Popular detalló las medidas que se adoptan en el sector estatal, las cuales llevan a paralizaciones de servicios no esenciales y a un control estricto del poco combustible de que se dispondrá en los restantes días de septiembre.
Mientras, el miembro del Buró Provincial del Partido, Osnay Miguel Colina, insistió en la labor político-ideológica que se debe realizar y el papel que le corresponde a la prensa en la información oportuna y veraz de cada decisión adoptada en el territorio. También recalcó el rol de todos los cuadros y dirigentes en el enfrentamiento a la subversión, tanto en el espacio físico de cada lugar como en el virtual de las redes sociales.
Finalmente, Yudí Rodríguez Hernández, miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en Villa Clara, pidió una mayor entrega y consagración de los cuadros y que las decisiones que se tomen sean ágiles, pero colegiadas: «Los cuadros tienen que estar en los lugares más complejos y junto al pueblo. Hay que extremar las medidas de protección y vigilancia en cada sitio, y las denuncias de la población ante cualquier violación de precios u otra ilegalidad deben tener una respuesta inmediata ».
El 30 de septiembre de 1996, en un acto convocado con apenas 12 horas de antelación, Fidel les expresó a los villaclareños, en la Plaza de la Revolución Ernesto Guevara, su convicción de que sabríamos cumplir el deber, de que sabríamos realizar y llevar a cabo todo lo que había que hacer para alcanzar la victoria.
Y el 29 de julio del 2000, en el acto central por la efeméride del Moncada, nos llamó « ¡Villaclareños, vencedores de dificultades y obstáculos! ».
Son frases que nos inspiran. Plan contra plan, nos decía Martí. Pensar como país, nos pide Díaz-Canel. Salgamos entonces al combate con la convicción de Raúl: Sí se pudo, Sí se puede y Sí se podrá. Estamos seguros de que la victoria será nuestra.