Última actualización: miércoles, 24 de abril de 2024, 13:46
El «Ifraín Alfonso », quinto ingenio cumplidor
La provincia, mayor productora de azúcar del país, aspira la semana entrante a que otra fábrica, de siete en funcionamiento, consiga su plan de fabricación de refino-crudo.
El ingenio Ifraín Alfonso, en Ranchuelo, después de cuatro años sin alcanzar los resultados productivos previstos en la elaboración de crudo, se erige entre la nómina de cumplidores del sector azucarero en Villa Clara, territorio que ya rebasa el 90 % de la cifra asignada en la contienda.
Con unos 130 días de zafra, la industria concluyó las 24 851 toneladas, volumen que incluye un 67 % de crudo envasado en sacos con destino a la canasta básica de la población, dijo Pedro Montenegro Abreu, director de la entidad.
Resaltó que el empeño fue posible al procesar alrededor de 238 600 t de materia prima, unas 11 000 por debajo de lo planificado, y conseguir un rendimiento industrial superior al requerido para el período.
El quinto central de la provincia que llega a su compromiso después de las conquistas de Heriberto Duquesne (Remedios), Héctor Rodríguez (Sagua la Grande), Carlos Baliño (Santo Domingo) y Panchito Gómez Toro (Quemado de Gí¼ines) continuará en actividad fabril con el propósito de terminar otras 2000 toneladas.
Será ese el aporte del colectivo agroindustrial, de acuerdo con las asignaciones de materia prima, a la responsabilidad que tiene la provincia, mayor productora de crudo del país, de arribar a las 177 000 t de un renglón económico que contribuye a incrementar las exportaciones y satisfacer los compromisos nacionales.
Montenegro Abreu precisó a Vanguardia que durante la zafra, marcada por inestabilidades de recursos materiales y el control de medidas higiénico-sanitarias para atenuar los estragos de la COVID-19, determinaron la observancia de aspectos técnicos y de capacitación laboral en los cuales insistirán en el período de reparaciones.
Detalló que en las áreas agrícolas se insistirá en los programas de siembra y atenciones culturales a las plantaciones cañeras y de cultivos varios, mientras hacia el interior del ingenio precisarán de una acertada superación individual y colectiva.
También refirió el valor negativo que tuvo la quema de un 16 % de la caña procesada, aspecto que repercute en la calidad de la materia prima que recibieron, y recalcó en la urgencia del mantenimiento y sustitución de calderas de vapor para elevar la eficiencia energética en zafras venideras.
De igual forma, declaró, ya las centrífugas de la industria no representan un punto crítico, pero reclaman mantenimiento, y en especial el área de basculador, así como la de evaporación, con sistemas deteriorados con el tiempo.
Corroboró que la disciplina del trabajo, el desempeño de dirección en equipo, la eficiencia en los molinos, el pago de la materia prima según su calidad y el aumento del salario promedio según los resultados de la producción figuraron como puntos positivos para el cumplimiento de la elaboración de crudo.
Con siete ingenios en activo, entre los que aparecen, además, Quintín Bandera (Corralillo), entidad con probabilidades de satisfacer su compromiso en breve, y Abel Santamaría (Encrucijada), alejada de todo cálculo, la provincia tiene la mirada fija en cumplir su plan de azúcar a mediados de mes.
En lo adelante otros caminos quedan trazados para los azucareros, en lo esencial la recuperación cañera y la siembra de cultivos varios, así como las propuestas de producción de derivados que implican la disminución de importaciones y la comercialización en mercados foráneos, y el desarrollo agropecuario del sector.