Los serranos acometen el saneamiento de los cafetales

Plantaciones cafetaleras dañadas por los vientos de la tormenta tropical Laura son rehabilitadas por los cosecheros villaclareños. El plan de producción anual para la exportación y el consumo nacional está asegurado, dicen directivos del sector.

Compartir

Planta de café.
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
1097
29 Agosto 2020
Benito Fuentes Marrero, campesino de la CCS Ignacio Pérez Rí­os
Benito Fuentes Marrero, de la CCS Ignacio Pérez Rí­os, cree que, de ser preciso dada la contingencia, los campesinos pueden vender al sector estatal una parte del autoconsumo familiar. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Los serranos villaclareños restituyen unas 208 hectáreas de cafetos estropeadas por árboles de sombra que cayeron sobre el cultivo, durante la embestida de los fuertes vientos originados por la tormenta tropical Laura en su trayecto por Manicaragua, según cálculos formulados por comisiones de trabajo en la Empresa Agroforestal del territorio.

En estimados precosecha se vaticinó un crecimiento del 10 % en relación con la temporada anterior, pero a causa de los daños ahora se cuantifica la pérdida de unas 1500 latas (alrededor de 15 toneladas) de frutos verdes hechos y otros en proceso de maduración, localizados en zonas atendidas por los sectores estatal y privado de La Herradura, Arroyo Bermejo, Jibacoa, Veguitas, Boquerones y Gí¼iní­a de Miranda, en lo fundamental.

Pedro Blanco Méndez, director general de la Empresa Agroforestal de Jibacoa, detalló que, a pesar de los estragos dejados por las ráfagas de vientos, lograrán antes de diciembre las 150 toneladas de café oro planificadas para la exportación y el consumo nacional.

De esa cifra ya fueron beneficiadas 86 toneladas, y antes del cierre del perí­odo recogerán otras 10 de grano cereza en cafetales del llano, precisó. Durante la cosecha que recién comienza están contratadas 76 toneladas para el último trimestre del año. De esa cantidad, a partir de octubre prevén el acopio de unas 28 de frutos de variedades arábicas, que luego del despulpe adquieren el nombre comercial de Crystal mountain, muy cotizada en mercados foráneos.

En adelante, a los caficultores les queda mucho trabajo para recuperarse de las pérdidas ocasionadas por los   vientos. No obstante, a pesar de la sequí­a precedente y las carencias de fertilizantes y otros insumos necesarios en el combate de plagas y enfermedades que  también detienen el esplendor de las plantaciones, ahora se precisa disminuir pérdidas en cosecha y aumentar las atenciones culturales y labores técnicas a un cultivo permanente y en constante renovación.

Marcial Fuentes González, campesino  de la CCS Ignacio Pérez Rí­os.
Antes de aparecer la tormenta tropical, a pesar de la sequí­a, el campesino Marcial Fuentes González, de la CCS Ignacio Pérez Rí­os, tení­a preparados los hoyos para comenzar la siembra de un nuevo cafetal. Ahora el camino está adelantado para restañar los daños. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Hacia los campesinos se dirigen los insistentes reclamos de adecuación de las plantaciones, ya que, con independencia de la diversificación agropecuaria que se obtiene en las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) de La Herradura y Arroyo Bermejo, son los que disponen de mayor superficie cafetalera en explotación.

Aun cuando se avecina la cosecha y en tiempos en que deben extremarse las medidas higiénico-sanitarias  para contener la propagación de la COVID-19, ambos sectores privado y estatal tendrán que impulsar la recuperación de las plantaciones a partir de la limpieza de malezas y árboles secos dejados por el paso de la tormenta tropical.

En lo perspectivo también será necesaria la reposición y siembra de nuevos cafetos, en una provincia que en la serraní­a dispone de alrededor de 1300 hectáreas del cultivo y es responsable del 7 % de todo el grano que produce el paí­s.    

En ese propósito  cuentan con el asesoramiento cientí­fico de la Estación Experimental de Café de Rincón Naranjo, institución que propone el rescate de la disciplina tecnológica y la expansión de unas 20 variedades, entre las que destaca la Lafernó, lograda en ese centro, así­ como otras del tipo Robusta, resistentes a plagas y enfermedades.

De igual forma se intensificarán programas de desarrollo agropecuario y otros proyectos de investigación para obtener nuevas variedades de cafetos y mejorar las existentes en zonas del lomerí­o y el llano, apuntó hace poco a  Vanguardia el Dr. Ciro Sánchez Esmori, director de la Estación Experimental.

De acuerdo con la opinión del especialista, se  impone la inminente restitución del estado técnico de  las plantaciones, la utilización correcta de la madera residual, así­ como la renovación del cultivo a partir de siembras de nuevas posturas y la reposición de las áreas afectadas.

Cosecha de café.
A partir de octubre comenzarán los focos de maduración de café en la serraní­a villaclareña. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

En ese empeño será obligatorio el empleo eficiente y sistemático de biofertilizantes, bioplaguicidas y abonos verdes, productos  disponibles y con resultados cientí­ficos en la   provincia,  y gracias a los cuales se sustituyen insumos importados.

Comentar