El dulzor de la ciencia

Los aportes de la ciencia a la actividad azucarera y la producción de alimentos centran los planteamientos de esta investigadora villaclareña en el 8.o Congreso del Partido.

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Dra.C. Aydiloide Bernal Villegas, investigadora titular del grupo de Biotecnología, de la Etica.
Dra.C. Aydiloide Bernal Villegas, investigadora titular del grupo de Biotecnología, de la Etica. (Foto: Cortesía de la entrevistada)
Mónica Sardiña Molina
Mónica Sardiña Molina
@monicasm97
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16 Abril 2021

Aydiloide Bernal Villegas nació y se crió en    El Roble, Ranchuelo, y luego caminó por los pasillos de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas (UCLV), que la formó como ingeniera agrónoma.

Desde entonces, no ha conocido otro centro de trabajo que la Estación Territorial de Investigaciones de la Caña de Azúcar (Etica), en Villa Clara, donde hoy, convertida en Doctora en Ciencias,  se esmera en incrementar los rendimientos de la caña de azúcar mediante la reproducción  in vitro  de nuevas semillas.  

«Allí­ hice la práctica laboral de los últimos dos años de la carrera y en septiembre de 1999 empecé como trabajadora. Desde entonces me he dedicado a la biofábrica, donde rejuvenecemos, aumentamos el volumen y saneamos las semillas para incorporar nuevas variedades al esquema de producción azucarera. El objetivo principal del centro es la caña, pero hemos trabajado otros cultivos, como el plátano, la malanga y la piña ».

Dra.C. Aydiloide Bernal Villegas, delegada de Villa Clara al 8.o Congreso del Partido.
La planificación exacta de su tiempo le ha permitido a Aydiloide realizarse como investigadora, madre, profesora, y lí­der sindical y partidista. (Foto: Mónica Sardiña Molina)

Esta investigadora titular del grupo de Biotecnologí­a encuentra tiempo para todo. En abril de 2002 ya ostentaba el tí­tulo de máster en Biotecnologí­a Vegetal. Cumplió misiones técnicas en Brasil y Argentina, y cursó una beca en Japón.

Hizo una pausa para construir su vivienda y adentrarse en una profesión más desafiante e inexplorada: la maternidad; pero regresó con las «pilas cargadas ». En enero de 2019 alcanzó el grado de Doctora en Ciencias Agropecuarias. Su investigación resultó la segunda mejor tesis de la especialidad en el perí­odo 2018-2019, y le valió el premio de la Academia de Ciencias de Cuba.

¿La docencia? ¿Por qué no? Como profesora asistente de la UCLV ha impartido clases a estudiantes de Ingenierí­a Agrónoma e Industrial, ha asesorado tres tesis de grado y dos de maestrí­a, y asume el adiestramiento de los jóvenes recién graduados que se incorporan a la Estación.

Actualmente, con sus colegas de la biofábrica participa, junto al Centro de Ingenierí­a Genética y Biotecnologí­a (CIGB), en un proyecto para lograr eventos transgénicos en la caña de azúcar; aplica la nanotecnologí­a a la creación de bancos de semillas sanas de plantas proteicas que llegarán a los módulos pecuarios y proyectos de desarrollo local en los diferentes municipios, y trabaja en la certificación de las normas de calidad, indispensables para vender y exportar los productos de la biofábrica.

En el 2005 se incorporó a las filas del Partido, durante el 2019 lideró el sindicato de un colectivo Vanguardia Nacional, y desde el pasado año se desempeña como secretaria del núcleo de la organización partidista. Con 42 años se siente una joven más, sigue de cerca y estimula el crecimiento del comité de base de la UJC en la Etica, y dirige el bloque de la FMC en su barrio.

«Todo se puede hacer, solo hay que escalonarlo y planificarlo bien », asegura una mujer que, en lugar de luchar contra el tiempo, lo ha asumido como aliado. Agradece el apoyo incondicional de sus padres y la ayuda de su hija Daniela Alejandra, de 11 años, quien descubrió en la obediencia la mejor manera de ayudar a mamá.

Aunque a Aydiloide le sobran méritos para participar en los debates que definirán el futuro inmediato de Cuba, el pasado 4 de marzo se le unieron dos sorpresas: compartir con el presidente Miguel Dí­az Canel-Bermúdez en el Pleno de Villa Clara y resultar seleccionada, entre tantas propuestas, como delegada del municipio de Ranchuelo.

«Además de participar en nombre de las mujeres y los investigadores de la provincia, represento mis orí­genes campesinos. Mi prioridad en este Congreso es aprender y transmitir la experiencia que he adquirido desde la base, cómo investigamos e innovamos para aumentar los rendimientos y resolver las dificultades que surgen en el proceso productivo.

«Estoy muy contenta, porque durante un tiempo los cientí­ficos permanecimos a un lado; pero hoy nos convocan, nos tienen en cuenta, nos piden criterios, y somos un motor impulsor para la economí­a del paí­s ».

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