Ciencia e innovación sobre las viviendas de Pinar del Río
Desde Villa Clara, propuestas innovadoras para contribuir a la recuperación del fondo habitacional en la occidental provincia y mitigar los efectos de futuros eventos meteorológicos.
Al incorporar cargas sobre las losas con fibras sintéticas, el profesor Fernando Martirena Hernández (a la izquierda) y su equipo comprobaron una resistencia a la flexión muy superior a lo que exige la norma cubana. (Foto: Cortesía del profesor Fernando Martirena)
Mónica Sardiña Molina
@monicasm97
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07 Noviembre 2022
07 Noviembre 2022
hace 1 año
Solo los vueltabajeros saben lo que sintieron en la madrugada del 27 de septiembre, cuando el huracán Ian atravesó la provincia de Pinar del Río y defenestró cuanto encontró a su paso entre La Coloma y Puerto Esperanza. Alcanzó la categoría tres de las cinco que comprende la escala Saffir-Simpson, pero muchos, «tocados » con la sabiduría de los años y las experiencias de tantos meteoros, aseguraron que nunca habían vivido nada parecido. La racha máxima de 218 kilómetros por hora, registrada en el municipio de San Juan y Martínez, no deja espacio para escepticismos.
Al amanecer y durante los días siguientes, los visitantes no se abstuvieron de calificar como «dantescas » las primeras imágenes. Sin embargo, ninguna cubre el umbral del miedo y la desesperación vividos por quienes vieron sus techos volar a medianoche y amanecieron juntando y secando sus pertenencias, mientras se preparaban para volver a levantar paredes y techos.
Cubiertas más resistentes
Según refiere el texto «Vivienda muestra aún números rezagados en Pinar del Río », publicado este 1. º de noviembre en el periódico Guerrillero, 108 501 inmuebles sufrieron daños de diferentes tipos, lo que representa más de la mitad del fondo habitacional del territorio.
Se prevé la construcción de unas 19 000 casas, pero la cantidad sobrepasa la capacidad de la provincia, que solo logró terminar 1286 en el año 2021. Incluso, en el país sumaron 18 645 en el mismo período, según la más reciente edición del Anuario Estadístico elaborado por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
La mayoría de las afectaciones se concentran en los techos, debido al elevado porciento de cubiertas ligeras en el territorio. De una demanda superior al millón de unidades, solo habían arribado 146 000, entre cinc y asbesto, detalló el rotativo provincial.
El Dr. Cs. Fernando Martirena Hernández, director del Centro de Investigación y Desarrollo de Estructuras y Materiales (CIDEM), de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas, no tardó en llegar junto a su equipo a la tierra del mejor tabaco del mundo, para buscar soluciones innovadoras que contribuyeran a la recuperación y a mitigar los efectos de futuros eventos.
Como primera alternativa, el profesor propone la sustitución del acero por fibras sintéticas DUCTIFIB-PEAD, en las tabletas y viguetas para cubiertas semipesadas. En esta solución, aplicada durante la década de 1990, resaltan tres ventajas: se produce localmente, disminuye mucho el consumo de acero con respecto a las placas tradicionales, y a su juicio, la más importante garantiza un techo resistente al impacto de los ciclones.
«Estábamos perpetuando la vulnerabilidad. En Pinar del Río, conocí familias que ya van por el tercer crédito, pues perdieron sus techos, primero, con el huracán Isidoro (2002), luego, con Gustav (2008) y ahora con Ian », explicó.
«Cuando miramos los números, estamos sustituyendo 215 toneladas de acero con 20 toneladas de fibra. Desde el punto de vista económico y de recursos, es muy práctico, porque tenemos capacidad para producirlas. Incluso, podemos coordinar con la Empresa de Recuperación de Materias Primas, el reciclaje del PET (tereftalato de polietileno) de los pomos plásticos », añadió.
Las fibras, fabricadas con polietileno de alta densidad, constituyen elementos muy pequeños que funcionan como refuerzo interno del hormigón. El programa se desarrolla de manera conjunta entre el CIDEM y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos; se producen en Ciego de ívila, con un equipamiento diseñado por la Unión de Industrias Militares de Villa Clara, y una productividad de 40 kilogramos en ocho horas.
De acuerdo con Martirena Hernández, para una entrega inmediata, había tres toneladas de fibra disponibles, lo que permitiría techar más de 400 viviendas de 60 metros cuadrados.
Las pruebas realizadas con vigas apoyadas en dos puntos arrojaron un aumento de la resistencia a la flexión del 50 %, con una dosis de dos kilogramos de fibras (PEAD) por metro cúbico, y hasta un 250 %, con cinco kilogramos.
Con las losas, también se obtuvieron resultados muy halagí¼eños. Según la norma cubana, la carga de cada una debe ser de 80 kilogramos por metro cuadrado en techos sin acceso, el equivalente al peso de una persona. Sin embargo, a los ocho días, las primeras pruebas constataron una resistencia de 350 kilogramos por metro cuadrado, y el 20 de octubre no fue posible romperlas.
Menos consumo de cemento
En otro punto, el trabajo publicado en el periódico Guerrillero afirma que solo han llegado a Pinar del Río 2700 toneladas del cemento necesario en la recuperación, y el profesor Martirena estima un consumo de 12 000 toneladas para la construcción de 19 000 viviendas.
Como alternativa, sugiere el uso del extensor conocido como LC2, capaz de sustituir el 50 % del cemento P35 industrial sin perder sus propiedades. Se puede producir en talleres locales, a partir de arcilla calcinada, caliza y yeso.
Asimismo, el director del CIDEM,asegura que la producción de mortero seco ayudaría mucho a las familias damnificadas, pues, de los 180 000 pesos que reciben en un subsidio, tienen que destinar elevadas sumas al traslado de cada uno de los materiales. En cambio, al unir cemento, áridos y aditivos en una sola fórmula, disminuyen los viajes y los gastos en sacos y alquiler de camiones.
«Nosotros desarrollamos los morteros desde el punto de vista de la investigación, hacemos un escalado, garantizamos la propiedad intelectual, el dictamen de idoneidad técnica y licenciamos la tecnología a empresas estatales y privadas. Ellos nos pagan una regalía sobre las ventas, lo cual nos permite reinvertir en el Centro. En Villa Clara hay una mipyme que ya cuenta con la maquinaria de factura nacional para producir 30 toneladas diarias de mortero de albañilería. Mediante un contrato, la industria de materiales de la provincia les suministra todo lo que necesitan y luego les compra las producciones. No se comercializan de manera directa, sino a través de los mercados del Ministerio de Comercio Interior, donde la población puede acceder », detalló.
Ian no tomó por sorpresa al profesor Martirena Hernández. Tras el paso de los huracanes Ike y Gustav por el occidente cubano, en el año 2008, visitó Pinar del Río y la actual provincia de Artemisa, como parte del proyecto Hábitat. Entre 2007 y 2012 crearon en el país una infraestructura que acumula 24 talleres equipados totalmente y otros 24, de manera parcial, para la producción de bloques, techos, cemento puzolánico y áridos, así como 11 talleres de producción de bambú.
Actualmente, el Centro de Investigación y Desarrollo de Estructuras y Materiales tiene una gran demanda de servicios por parte de mipymes de todo el país, trabaja en morteros especiales para obras hidráulicas, avanza con el hormigón para el nuevo muro del Malecón habanero, continúa las investigaciones y el montaje de plantas de cemento de bajo carbono en el mundo, con la aspiración de producir 100 millones de toneladas de LC3 para el año 2030, lo cual generará un gran impacto en la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
Ni los huracanes dejarán de azotarnos ni se vislumbra una posibilidad milagrosa de importar de manera inmediata todos los materiales necesarios en cada recuperación. La voluntad y el pensamiento para impulsar iniciativas locales, el aprovechamiento de la agilidad de gestión de los actores no estatales de la economía y el vínculo universidad-empresa, nos ayudarán a consolidar el pilar de ciencia e innovación, para resolver los problemas socioeconómicos que nos aquejan y los que están por venir.