La tierra: reconquista de un tesoro

En Quemado de Güines, sede del acto provincial por el 26 de Julio, como en otras partes de Villa Clara, desde el desarrollo agroindustrial de su territorio, se coloca la mirada de los residentes para alcanzar otras metas.

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Cosecha de plátano en Lutgardita.
Las cosechas en Lutgardita anuncian el rescate de una cultura platanera en la región. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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23 Julio 2025

Allá, en lo que un día fue a principios del siglo pasado el ingenio Lutgardita, otra vez la rojiza tierra tiende a impregnar la ropa, o el calzado, con un color inconfundible. Las siembras de plátano fruta y vianda, así como de otros cultivos varios, atestiguan la hombrada de los cosecheros por recuperar las bonanzas productivas de antaño.

Antes hubo cañaverales, árboles maderables y hasta la pesquería en zonas de Carahatas, pero el platanal impuso su imperio y, luego,  poco a poco, con limitaciones de insumos para combatir plagas y enfermedades, o sustituir adecuadamente sistemas eléctricos de riego de agua por goteo, todo fue menguando: Lutgardita pasó al olvido en todo el país. Ahora los cosecheros, desafiando vientos y ciclones, o escaseces de todo tipo, retoman la voluntad de crecer.

Siembra de plátano en la finca Margarita.
El 83,4 % de las 103 hectáreas de la finca Margarita está sembrado de plátano, y el resto de la superficie dispone de cultivos varios. (Foto: Luis Machado Ordetx)

En lo perspectivo se planifican en tres años sembrar unas 327 hectáreas de plátano. Todo está calculado en períodos. Será un empeño contra la Sigatoka, enfermedad que mina los campos, fertilizantes, y la diversificación de sistemas de riego de agua —por goteo, como antes, aniego, el tradicional, o de máquinas modernas que emplean energía eléctrica—, aunque al olvido quede aquella vieja historia de los centros de beneficio y los astronómicos rendimientos agrícolas. Entonces tendremos un bregar científico para acompañar los frutos que deja el suelo.

Ya no se piensa en los años previos a la última década del pasado siglo cuando apareció el declive productivo. La mirada está puesta en tres años: 150 hectáreas de siembra al cierre de diciembre, otras 100 en el entrante período y después concluir con las 77 restantes.

Tal parece que 2027 será un año para no olvidar en Quemado de Güines. Así lo proyectan los hombres: recuperación paulatina de la producción platanera y entrada en funcionamiento de la Joya de Villa Clara, el ingenio de la localidad, paralizado en las últimas zafras. 

Pupilas plataneras

Osmany Hernández Carmenate es el tipo de guajiro bonachón que, cuando tiene que exigir por resultados productivos, advierte de inmediato chapucerías en los cultivos varios o la ganadería. Dirige, como  usufructuario, los destinos del pozo ocho en la granja Margarita, perteneciente a la Empresa Agroindustrial Quemado de Güines, y de igual forma habla en propiedad de los propósitos plataneros en la zona, así como en la demarcación de las 31 hectáreas de tierra que fomenta y desarrolla.

Osmany Hernández Carmenate, usufructuario de tierras.
El usufructuario Osmany Hernández Carmenate apuesta por la aplicación de la ciencia y las atenciones culturales a las plantaciones en áreas de su finca. (Foto: Luis Machado Ordetx)

«Aquí no hay superficie agrícola vacía, y disponemos de 17 hectáreas de plátano, de diferentes tipos, en fomento-producción, y de otros cultivos varios en rotación. En adelante sembraremos 5 hectáreas de plátano Criollo Guantanamero en zonas bajo riego de máquina. Lo nuestro es recuperar territorios agrícolas antes perdidos», afirma en pausado tono de voz.

«Cuento con 19 agrícolas que me acompañan en la recuperación plantanera. Todos se vinculan a los resultados productivos y sus respectivas áreas. El salario mensual supera los 18 000 pesos. Al cierre de junio, por utilidades, repartimos unos 230 000 pesos. El nivel de satisfacción y atención al hombre aumenta cuando asumo aquí la dirección de la finca. Desde los instrumentos de trabajo, ropa, calzado y alimentación gratuita y decorosa, constituye nuestra responsabilidad. Nadie quiere irse del campo y velan por acopios. El pasado año se cosecharon aquí unos 2500 quintales (250 toneladas), y al cierre de diciembre creemos que esa cifra aumentará», destacó.

«Estamos en un año complejo, por afectaciones con la generación eléctrica para el empleo de sistemas de riego y la lluvia es esporádica, pero en nuestros campos tenemos seis hectáreas del plátano Cavendish (Gran Enano y Enano), así como FHIAT 04, y PL, y trabajamos con vitroplantas, saneadas y recomendadas por investigaciones de campo. Eso permite que, con otras áreas en desarrollo y en fomento, en el pozo ocho no exista detenimiento en la recuperación del principal cultivo del territorio», detalló.

Promisorio camino

Yoliser de las Mercedes Garmendia Lombera, la primera secretaria del Partido en Quemado de Güines, reconoce que alcanzar la sede del acto provincial en saludo al aniversario 72 del  asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes representa un camino que, a pesar de las limitaciones económicas, obliga a transformaciones constantes en un territorio eminentemente agropecuario y cañero-azucarero.

«Poco a poco los diferentes consejos populares ganaron en reanimación socioeconómica y, después de años sin funcionar, concluimos un parque infantil, y continuamos acciones constructivas en lo que será al término de diciembre el hogar materno de la municipalidad. El cierre del curso escolar, en sus diferentes enseñanzas, experimentó saltos cualitativos. Igual ocurre en el sector de la Salud.

«Eso obliga a redoblar esfuerzos: entregamos un consultorio médico en predios del ingenio Panchito Gómez Toro, lugar en el cual también se ejecutan importantes inversiones mecánicas. Programas de la vivienda y de viales reciben respectivas atenciones aunque no estamos satisfecho con lo alcanzado porque siempre aparecen metas superiores», acotó.

En medio de una fuerte sequía que azota, como a otros territorios, llegamos a una explanada próxima a la carretera del Circuito Norte. Allí está la finca ganadera de Roberto Torres Núñez, uno de los más destacados criadores de reses en la provincia.

Ganadero Roberto Torres.
Bajo los pies del ganadero Roberto Torres Núñez hay otra riqueza que se incorpora con sistematicidad a los cultivos plantados en su finca: el estiércol vacuno. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Garmendia Lombera sirve de guía por el lugar. Advierto que por aquí ronda el espíritu ancestral de aquellas familias de leñadores que en 1664 se asentaron en la zona, luego de permisos de adquisición de tierra al Cabildo de San Juan de los Remedios, para crear el corral de Güines, o también el de Caguaguas, y años después asumieron la fundación del pueblo.

Junto al esplendor de la siembra de caña de azúcar también abundaron potreros para la crianza de ganado mayor.  Tal vez en los ancestros de Torres Núñez ronda ese espíritu: desde 1917 son propietarios de los suelos que ahora explotan en el fomento de vacunos, cerdos, carneros, conejos y aves de corral.

Con unas 20 hectáreas de tierra, dispersa alrededor de la casa familiar, desde 2006 están asociados a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José A. Somarribas. Desde esa fecha asumieron la crianza de reses, y anualmente rebasan los 16 000 litros de leche aunque existen años en los cuales las cifras son superiores.

Acopio de leche.
Desde hace casi dos décadas Torres Núñez, junto a su familia, rebasan los planes anuales en acopios de leche. (Foto: Luis Machado Ordetx)

«A los animales hay que atenderlos bien para que reporten producciones: abastecerlos de alimentos frescos y de agua, velar por la gestación y el manejo técnico. Por eso se siembra kinggras, caña, morera... y ojalá pudiera inseminar para mejorar genéticamente la masa, pero aquí no hay manera de lograr insumos e impulsar ese tipo de reproducción asistida», dijo.

«Por fortuna tengo un toro holstein, con cierta pureza, criado a “tití” por mi mamá, y así logro cruzamientos deseados con hembras cebú, con lo cual obtengo resultados lecheros. Abastezco de leche a dos bodegas de las cercanías, y también hago entregas diarias al termo. Aquí no paramos en el trabajo. Tengo 130 cabezas, y por ahí andan también unos 40 terneros nacidos en la finca. Lo de nosotros es trabajar junto a otros cuatro ayudantes. Atendemos los animales, sembramos viandas y granos para el autoconsumo de la familia y siempre estamos dispuestos a incrementar las producciones», afirmó.

Desde 2020, fecha de arrancada del proyecto Ires (Resiliencia climática en ecosistemas agrícolas de Cuba) en zonas villaclareñas de Corralillo, Quemado de Güines y Santo Domingo, el campesino Torres Núñez —Vanguardia Nacional de la ANAP— se incorporó desde su finca a la avanzada de las acciones silvopastoriles que se ejecutan en la restauración productiva de suelos antes degradados.

Ganadero Roberto Torres.
Al concluir junio el 49,4% de la producción lechera de la finca, ascendente en el año a unos 16480 litros, se dirigió a ventas contratadas con la industria, dijo con satisfacción el ganadero. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Las siembras de especies forestales, de forrajes, pastos, frutales y árboles de sombra y cultivos varios se combinan con la producción de alimentos y acopios lecheros. «Por mes aquí los aportes de leche son rebasados: eso es lo principal. También la atención a la masa ovina y porcina. ¡Cuánto diera para que aparecieran desmochadores! Aquí abundan la palma real y los frutos se pierden», expone Torres Núñez.

«La llegada del proyecto Ires vino como una bendición en medio de limitaciones económicas: entrega de implementos de trabajo para humanizar las labores agropecuarias, capacitación y hasta acciones de buldoceo se harán en suelos infestados de marabú que permiten en otra zona el crecimiento ganadero. Por eso tengo que satisfacer los indicadores productivos que permitieron este año el sacrificio de cinco reses vendidas en más de un 60 % de la carne a la población del municipio», señaló.

Acicalar la Joya

Desde hace cuatro años las máquinas del ingenio Panchito Gómez Toro, la Joya de Villa Clara, quedaron detenidas  para ejecutar una colosal inversión en el bloque energético. El proyecto incluye  la instalación de una caldera de 100 toneladas y un turbogenerador de 6 MW, con lo cual, adicionado a otro existente, se llegarían a los diez requeridos por la fábrica.

Central Panchito Gómez Toro.
El mantenimiento simultáneo a otras áreas de la industria constituye una constante en el ingenio Panchito Gómez Toro, explicó su director, Diosdelín Santana Finalé. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Es la mayor inversión de su tipo que despliega el país, y su tecnología es netamente cubana, precisó Diosdelín Santana Finalé, director de fábrica. «Hasta la fecha se ejecutaron unos 150 millones de pesos, y el costo total supera los 637 millones. Contamos con el crédito bancario y los recursos materiales y humanos necesarios para, según el estudio de factibilidad, echar a andar el ingenio en la zafra 2027-2028 de acuerdo al cronograma de trabajo.

«La obra está a un 40 % de realización, y en la fábrica de calderas Jesús Menéndez, de la Empresa de Servicios Técnicos  Industriales (Zeti) en Sagua la Grande, se elaboran los diferentes componentes que lleva la transformación en sus columnas de estructuras. A pesar de las limitaciones eléctricas en el ingenio no paramos de trabajar en la atención a otros equipos y la remodelación de la casa de bagazo. Ya la planta de tratamiento de agua la tenemos a un 80 % de ejecución», subrayó.

Plantación cañera.
El fomento de las plantaciones cañeras, y sus rendimientos agrícolas, constituye una constante en la empresa agroindustrial azucarera para garantizar los abastecimientos de materia prima cuando el ingenio quede listo. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Otras labores vinculadas con el montaje de calandrias en la casa de calderas, y el tándem, así como del área de centrífugas, van concluyendo según las diferentes fases para dejar un ingenio nuevo que en el llamado “tiempo muerto” también genere energía eléctrica a la red nacional.

«En la agricultura cañera, y de cultivos varios, no paramos. Es necesario incrementar las áreas de plantación y los rendimientos agrícolas para disponer de la materia prima reclamada por la arrancada del ingenio y los volúmenes a moler durante la zafra. El pasado año se aportó caña a la empresa agroindustrial azucarera Héctor Rodríguez, en Sagua la Grande, y ahora los haremos a la cercana Quintín Bandera, en Corralillo», precisó Santana Finalé.

Lugar cercano a la inversión que se ejecuta en el central Panchito Gómez Toro.
Sitio, aledaño a la torre, donde se colocará la inversión capital que se acomete en el ingenio para apuntalar la eficiencia industrial y aportar electricidad al sistema nacional. (Foto: Luis Machado Ordetx)

«Esa es la meta inmediata: dejar la fábrica como nueva, conocer hasta el dedillo cada equipamiento y contar con la caña necesaria para producir azúcar con eficiencia agroindustrial y generar mayores volúmenes de energía eléctrica, compromiso que queda por delante en el ánimo de escalar peldaños hasta volver a ver desprender humo de la torre del ingenio», apuntó.

A pesar de muchas limitaciones económicas e insatisfacciones espirituales los residentes en Quemado de Güines hacen historias y  fundan esperanzas con aires renovadores, tal como formularon aquellos ancestros leñadores que llegaron para reconquistar un tesoro: la tierra de otros sueños. 

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