En comparecencia especial en la Televisión Cubana, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, informó que la Embajada de Cuba en los Estados Unidos sufrió un ataque terrorista en horas de la madrugada de hoy jueves 30 de abril de 2020, cuando un individuo desconocido disparó con un arma de fuego contra el edificio de la misión diplomática cubana.
«No hubo daño para el personal de la misión, el cual se encuentra seguro y protegido, pero sí deterioros materiales para el edificio resultantes del impacto de los disparos », expresó el Canciller cubano.
«Cuba espera por la correspondiente investigación de las autoridades estadounidenses. Espera que dicha investigación sea exhaustiva y rápida, y que sus resultados sean compartidos con nuestras autoridades », señaló. Asimismo, Rodríguez Parrilla destacó que la misión diplomática de Cuba, ubicada en la ciudad de Washington D.C., «cuenta con un sistema de protección y seguridad para enfrentar cualquier amenaza contra el personal diplomático, sus familiares y las instalaciones ».
Esta acción ha sido alentada por la creciente retórica hostil de varios funcionarios estadounidenses, incluido el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo.
En el momento del ataque se encontraban en la misión diplomática una decena de funcionarios diplomáticos cubanos que corrieron grave peligro. Agradecemos a los oficiales de los cuerpos de seguridad la diligencia en su actuar, dijo el titular del Minrex.
Las autoridades estadounidenses no han informado de la identidad del individuo que cometió el ataque.
Actos de la violencia como los ocurridos recientemente en Bolivia contra la colaboración médica cubana y las calumnias recientes contra nuestro personal de la salud pueden alentar acciones violentas contra nuestro país, destacó el ministro
Existen graves antecedentes históricos de actos contra funcionarios de Cuba en la misión diplomática de Cuba en los EE. UU. y en las sedes de los organismos internacionales.
Tampoco es posible divorciar este tipo de hechos de los recientes discursos de odio contra nuestro país. En territorio de los Estados Unidos han operado grupos de individuos que han cometidos actos de terrorismo contra Cuba, lo que es del conocimiento del gobierno estadounidense, recordó.
De acuerdo con las declaraciones de Rodríguez Parrilla, al mediodía de este jueves convocó a la encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, Mara Tekach, para abordar el gravísimo hecho:
«Le expresé nuestra más enérgica protesta por la grave agresión terrorista perpetrada contra la Embajada de Cuba.
«Le pregunté cómo reaccionaría el Gobierno de Estados Unidos ante un ataque como este a cualquiera de sus embajadas. Insistí en que es una obligación de todos los Estados adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de una misión diplomática acreditada en su territorio contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad, o su normal funcionamiento como dispone la Convención sobre relaciones diplomáticas de 1961.
El Canciller cubano enfatizó en la gravedad del hecho que pudo haber puesto en peligro la vida y la seguridad del personal de la Embajada de Cuba y sus familiares, y reclamó la mayor cooperación del Gobierno de Estados Unidos en el esclarecimiento urgente de los hechos y en la garantía de que actos como este no se repitan y no queden impunes.
«Llamé la atención respetuosamente a la Encargada de Negocios de que una agresión como esta contra la Embajada de Cuba en Estados Unidos, en cualquier caso, ha sido alentada por la creciente retórica hostil contra nuestro país en que están involucrados de forma pública y sistemática, tanto el Secretario de Estado de Estados Unidos como altos funcionarios de ese Departamento a cargo de las relaciones con el hemisferio occidental, incluso la propia Embajada de Estados Unidos en La Habana », resaltó.
A su vez, señaló que no es posible disociar un hecho como ese del recrudecimiento de la política de agresión y hostilidad que aplica el Gobierno de EE. UU. contra la Mayor de las Antillas ni del endurecimiento del bloqueo, con medidas no convencionales incluso durante la pandemia de COVID-19.