Los cuadros de la Revolución son, ante todo, cuadros polí­ticos

El presidente Dí­az-Canel aseveró que en los análisis de los problemas debe primar un enfoque ideológico, polí­tico y social.

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El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante los debates de la Comisión 3 del 8.º Congreso del Partido sobre la Política de Cuadros.
El Presidente de la República subrayó que, «para que se cumplan los propósitos, las proyecciones de este Congreso, el mayor desafío lo tienen los cuadros». (Foto: Juvenal Balán)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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18 Abril 2021

El presidente de la República, Miguel Dí­az-Canel Bermúdez, afirmó este sábado que lo primero que tiene que distinguir a un cuadro de la Revolución es su profunda preparación ideológica, revolucionaria, ética y profesional. Los cuadros, en las condiciones de nuestra Revolución, son cuadros polí­ticos, aseveró.

Al intervenir en la Comisión No. 3 del 8.o Congreso del Partido Comunista de Cuba, dedicada al análisis de la Polí­tica de Cuadros, consideró que los jefes no pueden tener solo un enfoque económico de los problemas. «Ante todo, debe primar un enfoque ideológico, polí­tico y social, y dirí­a más, un enfoque medioambiental, porque aquí­ estamos hablando de un desarrollo sostenible ».

En su análisis, ante los delegados de todo el paí­s que forman parte de esa Comisión, el miembro del Buró Polí­tico del Partido Comunista de Cuba alertó que los cuadros deben tener la capacidad de dirigir sin esperar por indicaciones. Los cuadros tienen que pensar, tienen que ser capaces de analizar contextos y de plantear alternativas cuando están ante problemas complejos, comentó Dí­az-Canel.

El que está esperando que le digan qué hacer no es ni lí­der, ni cuadro, es un cumpletareas. No está aportando, añadió, no está dirigiendo. En cambio, agregó, es muy distinto cuando una persona se ve ante un problema y, con el compromiso que tiene con la Revolución, trata de buscar cómo romper ese problema, cómo actuar, cómo convocar, cómo planificar, cómo dirigir. «Esa capacidad hay que desarrollarla, si no, aramos en el mar », precisó.

Dí­az-Canel retomó la idea de que los cuadros tienen que caracterizarse por la inquietud revolucionaria. Que nos preocupen los problemas de la Revolución, los problemas del paí­s, dijo, y aunque a veces no tengamos solución, al menos podemos argumentar y dirigir el trabajo polí­tico a explicar por qué estamos en esa situación.

Tiene que haber sensibilidad ante los problemas de la gente. El cuadro que tiene esa sensibilidad, apreció, va a estar constantemente en la base, porque va a ir buscando los problemas y las respuestas allí­. El que no tiene esa sensibilidad, denunció, se escuda en el escenario donde dirige, y se molesta mucho cuando alguien plantea algo que va contrario a lo que él piensa o a lo que él cree que está bien. La historia de la Revolución nos ha enseñado que, mientras más debatimos, salen mejores soluciones.

Los jefes, insistió el Presidente cubano, deben ser modestos y humildes, «esas cualidades las aprecia mucho nuestro pueblo ». Los cuadros, afirmó, tienen que sobreponer el nosotros al yo.

Nuestros cuadros, en las condiciones a las que está sometida Cuba, tienen que tener tenacidad y firmeza, «porque ante el enemigo hay que plantar ». Con la complejidad de nuestros problemas, insistió el Jefe de Estado, tenemos que tener entereza y estar constantemente viendo cómo hacemos mejor las cosas, cómo superamos todo esto.

«Una de las caracterí­sticas fundamentales que yo aprecio en los cuadros prosiguió es la capacidad para escuchar, para debatir de verdad. Si llamamos a las personas a discutir un tema, no nos podemos molestar cuando alguien nos da su criterio. Hay que tener capacidad y disposición para solicitar consejos a los que más saben, porque lo necesitamos para solucionar un problema y cumplir bien con nuestra función como cuadro.

Miguel Dí­az-Canel Bermúdez, presidente cubano.
(Foto: Juvenal Balán)

«Por eso insistimos tanto en el conocimiento de los expertos. Si no lo hubiéramos hecho en el enfrentamiento a la COVID-19, no tuviéramos los resultados que tenemos. No bastaba solo con la fortaleza de nuestro sistema sanitario, no bastaba solo con la comprensión del pueblo o con la gestión de Gobierno. Habí­a que ponerle ciencia », afirmó.

Dí­az-Canel se refirió a la necesidad de que los cuadros sepan trabajar en colectivo, «porque aquí­ nadie tiene la verdad absoluta »; así­ como recomendó que tuvieran disposición y pasión por la autopreparación, «pues hay mucha información que la tiene que gestionar uno mismo para prepararse », y «la labor del cuadro es un proceso de aprendizaje constante, uno nunca termina de aprender ».

Delegados que se sienten parte de la vanguardia

La Comisión No. 3 del 8.o Congreso del Partido Comunista de Cuba dedicó los debates de este sábado, fundamentalmente, a la Estrategia General de la Implementación de la Polí­tica de Cuadros, para el periodo 2021-2026, que fue presentada por la rectora de la Escuela Superior del Partido í‘ico López, Rosario Pentón Dí­az.

Luego de más de 40 intervenciones, el Presidente de la República consideró que el análisis habí­a sido totalmente aportador, maduro, honesto y de mucho compromiso. «Ustedes han venido preparados al Congreso para discutir el tema, han venido con la responsabilidad de que su participación era para aportar. Eso dice mucho de militantes del Partido que se sienten parte de una vanguardia ».

Esos criterios se generaron después de exponerse la Estrategia, que tiene como objetivo dotar a la dirección del Partido de un diseño de trabajo sistemático para alcanzar resultados superiores en la aplicación de la Polí­tica de Cuadros. Según explicó Pentón Dí­az, entre sus objetivos estratégicos está consolidar el papel rector del Partido desde la base, en la aplicación de la Polí­tica de Cuadros y sus resultados, acentuado en la exigencia por la calidad.

También prevé potenciar la responsabilidad que le corresponde a los jefes en la selección, formación y desarrollo de los subordinados y sus reservas; gestionar con eficacia los procesos de selección, desarrollo y evaluación de los cuadros, las reservas y las canteras; elevar a planos superiores la intransigencia frente a la corrupción, el delito, las violaciones y las indisciplinas; así­ como establecer un Programa de Investigación sobre la actividad de dirección.

De estos asuntos se sucedieron profundas intervenciones, entre ellas la de la delegada Josefina Vidal Ferreiro, miembro del Comité Central, que propuso no evaluar a los cuadros solo por sus competencias, sino por el conocimiento y uso de sus facultades y atribuciones. Muchas veces el desconocimiento de lo que les corresponde hacer, dijo, enlentece las soluciones. Se necesitan cuadros que sean más eficientes para cumplir las enormes tareas que tenemos por delante, sin perder tiempo.

Comisión 3 del 8. º Congreso del Partido Comunista de Cuba.
(Foto: Juvenal Balán)

Idania Matos Roche, de Santiago de Cuba, habló de la ejemplaridad y de la capacidad de liderazgo que deben tener los cuadros. Reclamó más acompañamiento a las personas que asumen responsabilidades, y que estos vayan, una y otra vez, a la base.

Por su parte, el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martí­nez, se refirió a la necesidad de propiciar y reforzar los ambientes de legalidad y control en las entidades, que todas las cosas se hagan bajo el estricto cumplimiento de las leyes, que los directivos conozcan las normas jurí­dicas que regulan sus funciones, y busquen asesorí­a jurí­dica.

Para Homero Acosta ílvarez, delegado por La Habana, en los últimos años se ha avanzado en la Polí­tica de Cuadros, luego de las duras y justas crí­ticas realizadas por el Primer Secretario del Comité Central del Partido, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en los anteriores Congresos. Sin embargo, subsisten problemas que son responsabilidad de los jefes y de las estructuras de dirección.

Denunció el hecho de que, en ocasiones, se ponen al frente de las tareas a personas que son amigos, familiares, o a los llamados «cuadros reciclados o corchos », sin la más mí­nima evaluación previa. La polí­tica de cuadros, añadió, no es un problema estadí­stico, de ascender a jóvenes, mulatos, negros o mestizos porque sí­. Ello tiene que ser sobre la base del mérito y las cualidades personales.

En la Comisión también se destacó el papel del Servicio Militar en la formación de los jóvenes, la necesidad de preparar mucho más a los intendentes en los municipios, la vinculación de la ciencia a la Polí­tica de Cuadros, el pensamiento estratégico que debe caracterizar a los jefes y las habilidades para comunicarse con el pueblo, el papel de las Escuelas del Partido en la preparación de los cuadros, y el trabajo polí­tico ideológico, que no es más que hacer las cosas bien cada dí­a.

En esta jornada de trabajo, el presidente Dí­az-Canel estuvo acompañado, en la dirección de la Comisión, por los generales de cuerpo de ejército Leopoldo Cintra Frí­as y ílvaro López Miera; el canciller Bruno Rodrí­guez Parrilla, y la rectora de la Universidad de La Habana, Miriam Nicado Garcí­a, todos miembros del Buró Polí­tico. Los debates fueron conducidos por el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, Abelardo ílvarez Gil, jefe de su Departamento de Organización y Polí­tica de Cuadros. (Yaima Puig Meneses y Leticia Martí­nez Hernández)

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