PANAMí. Los carteles de la VII Cumbre de las Américas son los únicos que compiten con las gigantescas vallas publicitarias de la ciudad de Panamá, que invaden con múltiples y diversos anuncios inmobiliarios una ultramoderna franja de rascacielos bañada por las oscuras aguas del Pacífico.
La capital panameña parece andar más despacio de lo habitual para adaptarse a las necesidades de 35 delegaciones y casi igual número de mandatarios que están llegando o arribarán pronto para la cita hemisférica, sus actividades colaterales y la Cumbre de los Pueblos.
En la ciudad se pueden encontrar carteles que anuncian la Cumbre de los Pueblos. (Foto: Juvenal Balán, enviado especial)
La transformación de Atlapa, el lugar sede del encuentro, y que albergará a los jefes de Estado, está casi concluida, según dijo el lunes Miguel Lecaro, coordinador logístico de la cita regional.
Desde hace dos días se desplegaron por las calles de la capital cinco mil miembros de los diferentes cuerpos de seguridad del país, que se encargarán de la protección de los mandatarios y de las más de 12 000 personas que asistirán a lo que aquí comienzan a llamar «la Cumbre de las Cumbres ».
Quienes no parecen darse por enterados de que su país será por varios días el epicentro de las dos Américas, son esas brigadas invisibles que levantan decenas de moles de aluminio y cristal.
Los gigantescos edificios de la costa terminan dejando en la sombra a incontables barriadas grises, de concreto crudo, que se han ido llenando de grafitis durante las últimas décadas.
Los representantes cubanos siguieron sin escala hasta la Universidad de Panamá, donde leyeron una declaración de principios sobre su participación en los cuatro foros que acompañan a la VII Cumbre de las Américas. A ellos se sumó el resto de la delegación cubana.
Cerca de 70 de nuestros representantes asistirán hoy a la apertura del Foro de la Sociedad Civil, otros 20 lo harán en el de Jóvenes y 18 en el Empresarial. El de Rectores arranca mañana jueves con la asistencia de 13 delegados de nuestro país.
Existe una tremenda expectativa sobre los debates que tendrán lugar en el hotel Panamá y en el hotel Riu. Por primera vez desde 1994, cuando iniciaron este tipo de encuentros hemisféricos, estará presente la verdadera y legítima voz de Cuba, que cuando se alza, y bien lo saben nuestros enemigos, no hay nadie que la pueda silenciar.