Actualización de los indicadores demográficos, ¿qué dicen los datos?

El elevado envejecimiento poblacional, el alto saldo migratorio y el bajo número de nacimientos caracterizan la dinámica demográfica del país.

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Círculo de abuelos
(Foto: Miguel Febles Hernández)
Tomado de la edición digital del periódico Granma
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24 Mayo 2025

Al cierre de 2024 Cuba contaba con una población efectiva de 9 748 007 habitantes, lo que refleja un decrecimiento total de 307 961 habitantes respecto al año 2023, provocado por la contracción en los nacimientos y los saldos migratorios negativos, agudizados en los últimos años.

Así lo refirió, en conferencia de prensa, Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), y precisó que estos cambios, que ocurren en la estructura por edades, denotan un envejecimiento acelerado de 25,7 % con una población de 60 años y más, que crece constantemente.

«La provincia de Villa Clara presenta el mayor índice de envejecimiento, y de igual forma el municipio capitalino de Plaza de la Revolución. En contraste, el territorio de Guantánamo posee menores cifras», detalló.

Sin embargo, el envejecimiento poblacional no es un fenómeno por enfrentar, sino que se necesita atender y aprovechar los recursos laborales existentes, además de adaptar las estrategias económicas del país, añadió Alfonso Fraga.

Asimismo, agregó que las estadísticas reflejan un alto saldo migratorio externo negativo, al igual que un bajo número de nacimientos, «el menor de los últimos 65 años, con 71 358», y el número de defunciones generales se ha incrementado.

Respecto a la tasa de fecundidad adolescente –problema social que requiere de una atención multidisciplinaria– el Vicejefe de la ONEI manifestó que, aunque descendió con respecto a 2023, continúa siendo un indicador elevado, con 47,1 nacidos vivos por cada mil mujeres entre 15 y 19 años.

Por tanto, estas dinámicas que impactan de manera significativa en la economía, la seguridad social y otras esferas de la sociedad, inciden en la necesidad de adaptar, por parte de los territorios y organismos de la Administración Central del Estado, las políticas públicas en aras de afrontar los retos demográficos. (Carmen Maturrel Senon)

 

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