Con el objetivo de rehabilitar la infraestructura y crear capacidades que permitan asumir la creciente demanda del aeródromo, el tercero con más operaciones en la Isla, después del José Martí, de La Habana, y el Juan Gualberto Gómez, de Varadero, se ha previsto acometer una serie de acciones que contribuirán a asegurar los planes de desarrollo del turismo para esta región central del país.
De acuerdo con la publicación del ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, en su perfil en Facebook, se trata de un propósito que se ha proyectado a mediano y largo plazos, el cual también prevé introducir mejoras que faciliten las operaciones de carga aérea y la sustitución de unas 26 losas en la plataforma.
La estrategia contempla, asimismo, la implementación de un sistema de alimentación eléctrica ininterrumpida, destinada a la iluminación de la pista y otras áreas, lo que permitirá garantizar la seguridad operacional de las aeronaves. El proyecto se encuentra al 50 % de su ejecución y debe concluir, en el primer semestre del año, con el montaje de los bancos de baterías que permitirán el respaldo inmediato en caso de corte eléctrico.
El sistema que se instala, mucho más eficiente que los grupos electrógenos con que cuenta el aeropuerto en estos momentos, será crucial para disponer de energía eléctrica, aun en las más adversas circunstancias, asegura la nota.
Otra acción será la ampliación de las capacidades para el manejo de las cargas aéreas, para lo cual ya se trabaja en coordinación con la unidad de Aerovaradero s. a. de la provincia, con el objetivo de superar los volúmenes actuales, que en 2024 llegaron a las 2 000 toneladas, con un promedio de 43 semanales. Para ello se prevé la construcción de una nueva nave que permitirá replicar la estación de carga actual, entre otros trabajos.
De igual manera, se ha planteado la construcción de una nueva base de combustible, que comenzará a materializarse este año, la cual debe estar lista para operar en un periodo de entre dos y tres años, infraestructura que será esencial para gestionar mayores volúmenes de carburantes, lo que favorecerá la incorporación de nuevos vuelos.
Se ha programado también la instalación de una nueva planta de tratamiento de residuos sólidos y líquidos, que permitirá un manejo más eficaz y seguro de los desechos generados por la terminal y las aeronaves, lo que contribuirá a la protección del medioambiente y a mejorar la calidad del agua tratada, en correspondencia con las metas de sostenibilidad del aeropuerto.
Además de estas labores, el Aeropuerto Internacional Abel Santamaría, de Santa Clara, también lleva adelante un proyecto de rehabilitación de la Escuela primaria rural Calixto García, y el apoyo al Hogar No. 13, de niños sin amparo familiar. (Freddy Pérez Cabrera)