Solidaridad no cesa: Brasil y Cuba, un abrazo que se renueva

Con banderas y abrazos fraternos, se inauguró en el estado brasileño de Espíritu Santo, la XXVII Convención Nacional de Solidaridad con Cuba, en el que confluyen quienes hacen de la hermandad entre pueblos una causa viva.

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Evento de Solidaridad con Cuba en Brasil
(Foto: Tomada de Prensa Latina)
Tomado de Prensa Latina
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20 Junio 2025

Para el foro, un teatro de la Universidad Federal de la división territorial se llenó con delegaciones de diversas regiones, militantes históricos, jóvenes y representantes de movimientos populares.

«El pueblo de Cuba jamás olvidará el respaldo constante de Brasil en los momentos más duros», afirmó el embajador cubano Adolfo Curbelo, al inaugurar el evento.

Ponderó el trabajo de Fernanda Tardim, figura clave del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), cuya labor en la articulación de campañas fue reconocida con un cerrado aplauso del auditorio.

En el centro de la atención, Curbelo ofreció un discurso sin retórica vacía, marcado por la cercanía y la gratitud.

Recordó con precisión las acciones concretas que marcan esta relación fraterna. Durante la pandemia de Covid-19, por ejemplo, se enviaron siete contenedores con jeringuillas, medicinas y otros insumos vitales, gracias a la coordinación entre empresarios, movimientos sociales y redes de solidaridad brasileñas.

Más recientemente, en 2024, tras el paso de dos huracanes por el occidente cubano, Brasil volvió a estar presente: 10 toneladas de alimentos deshidratados, 30 unidades de purificación de agua, kits para paneles solares, medicamentos y leche en polvo fueron entregados a la isla por amigos solidarios.

Pero la ayuda no se mide solo en toneladas. Se mide también en convicción.

Con ese motivo, Curbelo celebró las campañas permanentes contra el bloqueo de Estados Unidos y denunció una vez más los efectos devastadores de esa política, agravados por la injusta inclusión de Cuba en la unilateral lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo.

«Denunciar ese atropello es un acto de dignidad y conciencia, y el Movimiento de Solidaridad en Brasil lo ha hecho de forma ejemplar, desde las calles hasta las redes sociales», afirmó el diplomático, provocando una ola de aplausos.

Entre los llamamientos que hizo el embajador emergió el de multiplicar las Brigadas de Solidaridad para mantener viva la conexión entre pueblos más allá de discursos.

Durante la parte final de su intervención, Curbelo ofreció un retrato honesto de la compleja realidad económico-social que vive Cuba, sin ocultar dificultades, pero reafirmando la confianza del pueblo en su dirección política y el legado del líder histórico Fidel Castro.

Otros oradores, como el vicepresidente del ICAP, Víctor Gaute, certificaron que la convención, que se extenderá hasta el 21 de junio, será un canto colectivo a la resistencia. La solidaridad no es nostalgia ni consigna: es presente, acción y futuro compartido. (arc/ocs)

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