
El fomento de plantaciones de cultivos varios y la crianza de animales para garantizar el abastecimiento de alimentos en las unidades básicas de producción cooperativa (UBPC) de la rama cañera en Ranchuelo, registra positivos resultados a partir del aumento de áreas antes subutilizadas.
En la actualidad la empresa azucarera Ifraín Alfonso dispone de cinco módulos pecuarios en explotación, y adecua condiciones para concluir otras tres instalaciones de ese tipo con el propósito de incrementar los volúmenes en cosecha y ventas de carne fresca.

Rolando (Capirito) Pérez López, responsable de esa actividad, dijo a Vanguardia que en todos módulos intensifican la siembra de pastos frescos y de plantas proteicas y el empleo de palmiche y de saccharina fermentación de tallos de caña de azúcar y king grass molido, maíz y polvo de arroz para la alimentación de la masa animal.
Destacó que en el municipio atienden cinco puntos de venta de viandas, granos y hortalizas, y en algunos comercializan conejo y en otros, carnero en carne limpia, según la política de precios establecida.
Al evaluar el despegue de los módulos pecuarios en el sector la provincia tiene un 62 % de ejecución de sus 101 unidades azucareras, resaltó la entrega de fondos monetarios para proyectos de Iniciativa Municipal de Desarrollo Local (IMDL), ascendente a unos 184 000 pesos.
En perspectiva recibirán el aporte de otros 92 000 empleados en su conjunto para la preparación de suelos dedicados a la siembra de alimento animal, montaje de áreas de crianza de cerdos de capa negra y potencial genético, pollos camperos, conejos y ganado ovino-caprino y bovino.
Cosechas a la vista
Enrique Pérez Hernández, al frente de la finca de cultivos varios perteneciente a la UBPC Carlos Manuel de Céspedes aledaña al antiguo ingenio 10 de Octubre, junto a otros agricultores, piensa solamente en aprovechar al máximo cada palmo de tierra. Ahora un cañaveral en demolición sirve a asiento a variedades de siembras. Allí prospera el arroz, con dos cosechas anuales, la malanga xanthosoma, el boniato, la calabaza, el pepino, la yuca y hasta frijol y maíz.

Es la encomienda que asumieron ante los 148 miembros de la unidad: responder con cosechas sistemáticas al punto de comercialización de la comunidad, el comedor, ventas a trabajadores y apoyo a los programas de suministros que solicita el municipio.
Allí, próximo al módulo pecuario, tienen cuatro hectáreas dedicadas a los cultivos. Ante la ausencia de fertilizantes y pesticidas se empeñan en efectuar en tiempo las labores culturales a la plantación, guataca en mano y con tracción animal. También utilizan simientes de calidad y medios biológicos. La parte restante es dedicación diaria, sustenta Juan Antonio Guerra Hernández, administrador-fundador de la UBPC más destacada del municipio.
Reimundo Guerra Barroso, agropecuario de la unidad cañera, enfatizó que en las 225,4 ha destinadas a la rama, la mayor parte se emplea en la ganadería bovina, con aportes sistemáticos de leche para la industria.

La siembra de alimento animal, señaló, figura entre las prioridades desde que montaron el módulo, un principio que consolida el autoabastecimiento y contribuye a la sostenibilidad alimentaria del sector y el municipio, apuntó.
Los resultados, en apenas dos años de actividad, son notables, principalmente en Ranchuelo, un territorio que comparado con otros municipios villaclareños no tiene un marcado esplendor agropecuario.
Destierros del conuco
Otra mirada comenzó a primar en predios cañeros de Ranchuelo: incrementar las superficies agrícolas a partir de la incorporación de áreas antes vacías e infestadas con marabú.

Las unidades cañeras y el banco de semilla registrada laboran sin desatender los aseguramientos perspectivos de materia prima para el ingenio en cubrir las necesidades alimentarias de los trabajadores y familiares del sector, así como de unos 2900 residentes en comunidades vecinas.
En zonas del antiguo central Carlos Caraballo radica la UBPC Jesús Menéndez, y allí Omar León Palleiro, el administrador, detalló que en las 98,1 ha con siembras de viandas, granos y hortalizas desterraron el concepto de conuco. Despliegan con sistematicidad cultivos en rotación, y otros permanentes en bloques compactos, próximos a recibir el riego de agua a partir de pequeños embalases concluidos en el último mes.
También cuentan con una finca de plantas proteicas, apremiante para el sustento de la alimentación de carneros, chivos, reses, gallinas, conejos y cerdos, y disponen, además, de unas 275 palmas reales y aprovechan su palmiche, por el valor nutritivo, en dietas específicas de la masa animal.

En un área seleccionada, en la cual abundan palmas, León Palleiro habló de la conservación del grano de palmiche seco y de las particularidades del coto porcino en terminación.
En Ranchuelo hay un emprendimiento para extender, a pesar de la inseguridad alimentaria que provoca la pandemia y la crisis económica mundial, una salida diferente a la dieta familiar de los cañero-azucareros y contribuir en aportes sistemáticos con la localidad. Esa mirada está en colocar con exactitud los pies en los surcos.