Un acercamiento a la historia santaclareña (+Galerí­a)

La historiadora de Santa Clara, Hedy íguila Zamora, se acerca a hitos importantes de la ciudad que este 15 de julio cumple 333 años de fundada.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Parque Leoncio Vidal de Santa Clara. (Foto: Carlos Rodríguez Torres)
Laura Beatriz Zaita Arjona (estudiante de Periodismo)
3008
14 Julio 2022

Desde muy joven Hedy sintió una especial atracción por la enseñanza y por la historia. Sus dos grandes pasiones motivaron cada una de las acciones a lo largo de su vida. Tuvo como segunda casa la Biblioteca Martí­ y el Archivo Histórico Provincial, en donde pasaba largas jornadas sumergida en el fascinante mundo de la historia.

Ese interés la llevó a matricular en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, hoy Facultad Varela, de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas, en los cursos de posgrado de Historia de Cuba e Historia de la Cultura. Poco después se añadirí­a Historia Local. La futura historiadora de Santa Clara definió esos años de estudio como una etapa muy difí­cil, de mucho esfuerzo y autopreparación.

Tras jubilarse en el año 2005 del Centro Provincial de Superación para la Cultura, fue contratada en la Filial de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC) en Villa Clara. Sin embargo no se distanció del campo de la enseñanza y continuó brindando conferencias en diferentes eventos.

Desde sus inicios en la UNHIC fue propuesta como historiadora de Santa Clara, puesto que se encontraba vacante. Se negó incontables veces, pues pensaba que era mucha responsabilidad. Finalmente accedió y fue nombrada oficialmente el 21 de abril del 2019.

(Foto: Archivo de Vanguardia)

La ví­spera del aniversario de la ciudad, Hedy íguila Zamora accedió a conversar con Vanguardia en pos de develar elementos significativos de nuestra historia local.

¿Cómo surge lo que hoy conocemos Ciudad de Marta y el Che? ¿Qué acontecimientos   propiciaron su fundación?

La ciudad surgió como una villa el 15 de julio de 1689. Según la memoria histórica de Manuel Dionisio González, nuestro primer historiador, la fundación se llevó a cabo cerca de lo que hoy conocemos como el parque El Carmen, en las riberas del rí­o de la Sabana, actual rí­o Bélico.

«Las tierras pertenecí­an a Antonio Dí­az, un remediano al cual el Cabildo de Sancti Spí­ritus le habí­a otorgado tierras y se encontraba en el lugar desde el año 1636. Tras el fallecimiento del propietario, sus herederos remedianos adquirieron todo el poder polí­tico y económico, pues además de poseer una vasta extensión de tierras, eran miembros del Cabildo de Remedios. Debido a estos beneficios comenzaron a pensar en asentarse en otro sitio. Esto provocó que las familias remedianas se dividieran, algunos apoyaban la idea y otros no.

«El pueblo contaba con dos curas lí­deres, el padre José González y el padre Bejarano. En el caso del primero, querí­a irse para su hacienda que se encontraba cerca de Placetas; el otro tení­a una hacienda en Santa Fe, y cada cual  deseaba que los pobladores los acompañaran hacia sus propiedades. En conclusiones, el padre José González creó todo un andamiaje de fantasí­a, inventó cosas tales como que Remedios estaba embrujado. Todo esto con el objetivo de que las personas lo siguieran y lo logró.

«Entonces él y un grupo de personas se dirigieron hacia el destino establecido por el cura. Sin embargo, el lugar no contaba con las condiciones ambientales para realizar un asentamiento. Debido a eso se vieron en la obligación de regresar hacia su lugar de origen. Fue entonces   cuando el grupo de remedianos, entre los que se encontraban los herederos de Antonio Dí­az, le pidieron al Capitán General que les autorizara trasladarse hacia la hacienda de su familiar. Dicha petición fue aprobada el 11 de junio de 1689. Tres dí­as después, el obispo también les concedió la autorización, completando así­ el reglamento necesario.

«Deciden trasladarse por fin y se establecen en las zonas de lo que es hoy el Parque El Carmen. En aquellos momentos allí­ se encontraban corrales de animales que pertenecí­an a una nieta de Antonio Dí­az. En el lugar son recibidos los remedianos y es ahí­ en donde se produce la fundación. Por eso se piensa que se escogió ese lugar por la cercaní­a que tení­a con la casa de sus familiares.

Plaza de Recreo, 1881. En la actualidad, Parque Vidal. (Foto: Cortesí­a del Centro de Patrimonio Cultural) Plaza de Recreo, 1881. En la actualidad, Parque Vidal. (Foto: Cortesí­a del Centro de Patrimonio Cultural)
Plaza de Recreo, 1881. En la actualidad, Parque Vidal. (Foto: Cortesí­a del Centro de Patrimonio Cultural) Plaza de Recreo, 1881. En la actualidad, Parque Vidal. (Foto: Cortesí­a del Centro de Patrimonio Cultural)

«En sus inicios, todo el proceso de migración de los remedianos hacia las nuevas tierras se concibió como un traslado de la villa de San Juan de los Remedios. Sin embargo esto no se concretó, pues en el lugar mencionado se mantuvieron algunos habitantes que se negaron a abandonar sus tierras. Es por ello que lo correcto es decir que el traslado devino la fundación de una nueva villa.

«Popularmente se dice que los remedianos huyeron de su hogar debido a los ataques de piratas. Sin embargo, es erróneo afirmar que llegaron a lo que es Santa Clara actualmente para escapar de la piraterí­a. El argumento anterior se demostró en varios estudios de historiadores, como Natalia Raola Ramos, proveniente de Remedios. En su trabajo investigativo demostró que el verdadero propósito estaba relacionado con intereses económicos. Otro elemento a considerar es que la localidad de Remedios llevaba 16 años sin sufrir ataque alguno por parte de piratas.

«Es otro error común decir que Santa Clara se fundó debajo de un tamarindo. Este es el árbol simbólico de la fundación, pero es una leyenda. Nunca nadie ha podido demostrar que la misa fue realizada bajo la sombra del árbol mencionado. Incluso algunos botánicos afirman que el tamarindo no existí­a en Cuba en ese tiempo ».

Desde sus inicios el lugar recibió varios nombres que se modificaron con el tiempo. ¿Por qué se optó finalmente por Santa Clara?

Cuando el obispo le concede a los remedianos la autorización para el traslado, aclaró que esa nueva villa que ellos iban a organizar debí­a llamarse Gloriosa Santa Clara.

La ciudad de Santa Clara desde la Loma del Capiro. (Foto: Carolina Vilches Monzón)

Dicho nombre fue el que el Cabildo de Sancti Spí­ritus le habí­a otorgado a la villa tras entregársela a Antonio Dí­az. Tiempo después, en el año 1867 cuando la reina Isabel II la declara como ciudad, le otorga el nombre de Villa Clara. Los que viví­an en la zona eran los de Villa Clara y tras una división territorial en 1878 por parte del gobierno de España, nombraron a toda la provincia Santa Clara. Esta situación se mantuvo así­ hasta que la Constitución de la República de 1940 cambia el nombre y adopta el de Las Villas.

Cabe destacar que Santa Clara tuvo otros muchos nombres populares como el Cayo Nuevo, Dos Cayos,   Villa Nueva del Cayo. Sin embargo el nombre oficial siempre fue Gloriosa Santa Clara, solo que con el tiempo ese adjetivo de gloriosa ha caí­do en desuso.

¿Cuáles fueron las primeras edificaciones que dieron lugar a la ciudad?

Las primeras edificaciones fueron bohí­os de madera y guano. La persona que comenzó el proceso de edificación fue el padre Juan Martí­n de Conyedo, una personalidad importantí­sima; aunque no muchos lo recuerdan. Él con su propio dinero reconstruyó las iglesias que antes eran bohí­os, y las transformó en edificaciones más fuertes con ladrillos y tejas. Dichas iglesias fueron: la Parroquial Mayor, Ermita la Candelaria, la iglesia de Buen Viaje y la iglesia El Carmen.

Teatro «La Caridad » (Foto: Archivo)

La Plaza Mayor, hoy conocida como parque Leoncio Vidal, posee la esencia del corazón de Santa Clara. ¿Qué papel desempeñó y desempeña este lugar en la vida cultural e histórica de la ciudad?

El Parque Vidal ha sido siempre el principal foco de animación de la ciudad. El lugar posee una enorme importancia histórica. Es el núcleo central original de la Plaza Mayor o Plaza de Armas.

«Por otra parte, en la época de la colonia todos los eventos se celebraban en la Plaza Mayor. Desde principios del siglo xviii comenzaron las fiestas reales y religiosas. Ambas tení­an un carácter obligatorio y era necesario asistir a ellas. Cada vez que ocurrí­a un evento significativo en España, se celebraba en la localidad como si se viviese en el paí­s extranjero. Incluso todos los elementos de lo que conocemos actualmente como carnaval estaban presentes en esas fiestas. También allí­ se realizaban actividades teatrales, con carácter religioso, por supuesto. Cientos de celebraciones y eventos se desarrollaron en la plaza durante la historia, pero serí­a imposible mencionarlos todos. En conclusión, lo que es actualmente el parque Leoncio Vidal siempre se caracterizó por tener esa animación cultural ».

¿Cuáles son las principales tradiciones que   identifican a la ciudad? ¿Cómo se originaron?

Verbena de la calle Gloria, en Santa Clara, Cuba. (Fotos: Archivo de Vanguardia)

En el siglo xix surge la Retreta. En aquellas circunstancias ya existí­an orquestas, las cuales contaban con músicos que no eran profesionales. También cuando aparecieron los bomberos conformaron su propia banda, al igual que los militares. Otra tradición es el paseo por el parque. Antes se hací­a dándole la vuelta al lugar, los muchachos en una dirección y las muchachas en otra. Tuvo gran popularidad, pero con el tiempo dejó de realizarse.

La Verbena de la calle Gloria es otra de las celebraciones conocidas por el pueblo. Tiene su origen en las fiestas religiosas en homenaje a Santa Clara de Así­s. Es la festividad más antigua y data desde el siglo xviii. Fue retomada en el aniversario 300 de la ciudad a petición del pueblo. Mantuvo entonces todos los elementos que poseí­a en sus inicios, incluso la fecha original, 12 de agosto, dí­a de Santa Clara de Así­s, patrona de la ciudad,  para respetar la importancia cultural e histórica de la festividad.

Comúnmente se conoce a los santaclareños con el sobrenombre de pilongos. ¿Lo son todos?

Existe una confusión, cada vez que se habla de Santa Clara la gente dice: ¡Ay, los pilongos! No, pilongo es el que se bautizó en la pila bautismal. ¿Cuál es la pila bautismal? Una que hicieron con   piedra del Capiro, el cual tení­a una cantera de piedras especiales. Hoy esa pila está en la iglesia de Santa Clara de Así­s; el que se bautice allí­ se considera pilongo. Ahora, los que se bautizaron en otras iglesias o lugares, aunque sean santaclareños, no son pilongos.

¿Qué caracterí­sticas distinguen a Santa Clara y a sus habitantes del resto de los municipios de la provincia y del paí­s?

Santa Clara tiene muchas cosas diferentes, por ejemplo, es una ciudad mediterránea, lejos de todas las áreas costeras. Esa caracterí­stica geográfica hizo que en primer lugar, no fuésemos una ciudad con desarrollo de la industria azucarera. Como estábamos lejos de las costas no podí­amos llevar hacia allí­ ni trasladarla de los campos de caña. Esto se debí­a a que no existí­an caminos construidos para eso. Esta limitación dio lugar también a que la población predominante sea blanca y no negra. Al no tener una esclavitud contundente para las plantaciones cañeras, las relaciones amorosas entre blancos y negros eran menores. El hecho de que la población blanca fuera mayoritaria trajo consigo cierto racismo, que dio lugar a que el Parque Vidal se dividiera en paseos para blancos y   paseos para negros.

«Al encontrarnos en el centro de Cuba, Santa Clara se transformó en una ciudad comercial. Cuando las personas viajaban de Oriente a Occidente descansaban en nuestra región, cosa que beneficiaba mucho al comercio. Incluso, en la época colonial y el siglo xx existí­a una amplia cantidad de hoteles para hospedar a esos viajeros. Estas son solo algunas de las caracterí­sticas que identifican a nuestra Santa Clara ».

Parque Vidal de Santa Clara. Foto: Caroina Vilches Monzón)

¿Cómo vislumbra usted la Santa Clara del futuro?

Actualmente se lleva a cabo un proyecto que tiene que ver con las ordenanzas para mejorar el centro histórico de la ciudad. Todo esto, con el objetivo de tener una ciudad más bella y más conservada. Mi opinión es que se debe restaurar, no estoy de acuerdo con la demolición, es algo horrible.

Cada vez que se derrumba un edificio antiguo es como si la historia se desmoronara ahí­. Por lo tanto pienso que el futuro debe ser ese, proteger el patrimonio, enriquecer nuestra historia para no perderla. No digo esto porque yo esté vinculada con la historia, sino porque es la que nos ayudará a vivir el presente y a entender el futuro. Es, además, desde el punto de vista ideológico, lo que va a otorgar el sentido de pertenencia y la identidad a cada persona.

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